Sin espíritu no somos más que barro
Del blog de Tomás Muro La Verdad es Libre:
Consideraciones para la oración y revisión de vida / homilía
- El Espíritu de Dios está sobre María.
La persona y la vida de María están presididas por el Espíritu de Dios. Es el mismo Espíritu del Génesis, de la creación de la vida y del ser humano:
La tierra al comienzo era confusión y caos, las tinieblas cubrían la tierra, y el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas y surgió la luz y el sentido (Gn 1,2-3).
Cuando Dios infunde aliento vital (espíritu) a la debilidad humana, la evolución alcanzó un momento cualificadamente diverso y superior, al barro (Gn, 2,7) y así el ser humano llega a ser viviente.
- o La naturaleza humana, el barro humano sin espíritu somos un pequeño caos y confusión. La inteligencia, la libertad, la sexualidad, las capacidades humanas sin espíritu quedan en pura materialidad, sin espíritu, sin alma.
- o ¿Mi vida es un caos, una confusión de cosas, deseos y pulsiones sin espíritu? ¿Hay aliento vital en mi vida? ¿”Soy viviente” o “vegeto” por la existencia? ¿Cuál es el espíritu de mi vida?
Dios guía y acompaña a su pueblo en la dura marcha hacia la libertad y se les hace presente en el FUEGO de la zarza del Sinaí. (Éxodo 3).
En las dudas y oscuridades de la vida, el Espíritu es LUZ que ilumina nuestro caminar (Éxodo 13, 21).
- o En el camino de la vida, -a veces duro-, podemos atravesar “noches oscuras”, problemas-crisis, hundimientos psíquicos, morales, desánimos, desierto… Tal vez solamente quedan fuerzas para intuir el fuego y la luz del Espíritu de Dios: fortaleza, sabiduría – comprensión. La oscuridad puede acoger la luz
- o Si me quedan algunas fuerzas: ¿Hay luz en mi vida o vivo superficialmente, quizás en tinieblas? ¿Al menos miro hacia la Luz? ¿Amo y busco la Verdad?
- o
El Espíritu de Dios nos envuelve y hace amable la vida cotidiana como la suave brisa. (1Reyes 19, 12).
- o Puede que ande “bajo de tono”, bajo de espíritu, sin muchas ganas de vivir. En ese caso, el espíritu pudiera ser la brisa de cada día: un encuentro, el amor, encuentro sentido a la enfermedad, el trabajo hecho lo mejor posible, una celebración familiar, una celebración cristiana, una buena palabra, etc.
- o ¿Trato de poner buen espíritu -buen tono y talante- en la vida cotidiana con mis familiares, amigos, compañeros de trabajo, de comunidad? ¿Procuro una cierta amabilidad en mis relaciones eclesiales?
El Espíritu es la fecundidad de María (Mt 1, 18)
- o Cuando la sombra, el Espíritu, -el estilo de Dios- preside nuestra vida, como la de María, brota vida, brota El que es la Vida.
- o La “sombra de Dios” protege y hace fecunda la vida humana y la llena de calma, de sentido, de libertad y creatividad. Lo que “veo y percibo” a la sombra de Dios, lo que “oímos” en silencio y comunidad es Palabra y es vida.
- o Toda encarnación de Dios es obra del Espíritu y solamente obra del Espíritu.
- o Sin el Espíritu, lo engendrado en la carne de la mujer galilea, es, sin más, hijo de María. Con y desde el Espíritu de Dios, el hijo de María es hijo de Dios.
- o Toda encarnación de Dios en nuestra condición humana es obra del Espíritu. Sin el Espíritu, nuestra materialidad será siempre materia, barro.
- o ¿Mi vida está sobrecargada de infinidad de “trastos”: trabajo, reuniones, clases, viajes, prisas, móviles e inmuebles? Las horas a la sombra de Dios quedan fuera de la agenda y son fecundas, son las que crean vida personal.
- o ¿Con qué espíritu vivo y hago las cosas en mi vida? ¿El espíritu del que vivo me impulsa a crear vida en mi transcurrir por la existencia: familia, fe, cultura, ayuda a personas cercanas o lejanas?
- o ¿Mi ideología política es de vida?
El Espíritu es un bautismo de fuego y lucha en el desierto de la vida. (Mt 3,11.16).
- o El Espíritu nos impulsa y nos hace críticos; nos saca de nuestra superficialidad y e intereses.
Jesús vive una profunda alegría porque el Espíritu está en él. (Lc 10, 21).
Cristo resucitado confiere su espíritu a la comunidad cristiana. Y ese Espíritu es paz, alegría e impulso e ilusión para vivir y para la misión. (Jn 20, 22).
- o Cuando el buen espíritu (santo) impregna nuestra vida: nuestros criterios y nuestras tareas, la serenidad, alienta nuestra existencia.
- o El Espíritu es quien nos anima y consuela en nuestros desánimos y momentos difíciles. (Jn 16, 7).
- o ¿Soy persona de calma y alguna alegría o transmito nervios allá por donde voy? ¿Estoy siempre amargado? Los discípulos, los cristianos, se llenaron de alegría al ver al Señor: ¿es mi caso?
- o ¿Soy “buen compañero de viaje”, sé animar y apoyar una idea, un proyecto? ¿Sé consolar, o más bien, soy derrotista y cierro las puertas de salida a los problemas y las crisis? ¿Acompaño cuando alguien sufre en mi derredor? Siempre en la discreción: ¿me preocupo y visito a los enfermos que me son más o menos cercanos, personas ancianas, etc.? ¿Doy limosna?
El Espíritu nos hace libresy no esclavos. (Rm 7; 8, 15). Hemos sido hechos hijos de la libertad por el Espíritu. (Gál 3, 13-14).
- o El espíritu de Jesús nos hace libres y audaces. ¿Me da miedo la libertad, el pensamiento, la creatividad, los cambios? Prefiero atrincherarme en los “cuarteles de invierno ideológicos, eclesiásticos? (A mí que me dejen en paz).
- Jesús: Dios salva / Emmanuel: Dios con nosotros
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús (Mateo 1)
La virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”. (Isaías 7 / Mateo 1)
- o No sabemos cómo ocurrieron históricamente estas cosas, lo decisivo es que Dios se hace uno de nosotros. Cuando Dios decide acercarse a la humanidad lo hace salvíficamente y se hace Jesús: Dios salva. Dios se acerca a nosotros para ser con nosotros: Enmanuel.
- o Dios está con nosotros para salvarnos: ¿Dios está en mi vida? ¿Dios cuenta algo en mi vida? ¿Dios está con nosotros?
- o ¿O todo el asunto Dios–cristianismo lo reducimos a un “subproducto” por el que tenemos fácil acceso a unas “rebajas eclesiásticas” de cumplimientos más fáciles?
- o Dios está con nosotros en Jesús: Dios salva. ¿Sigo teniendo miedo a Dios? ¿Mi mente y mi corazón viven asustados ante el Dios que nos salva?
- o Dios se hace carne en la debilidad humana, en los más pobres y débiles. ¿Veo a Dios en los más pobres de la tierra?
- o Dios asume la naturaleza humana en la naturaleza de María y desde ella queda bendecido todo el Universo, toda la materia, toda la humanidad.
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