Dios ama y acoge
El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males (Leonard Cohen)
3 noviembre. DOMINGO XXX DEL TO
Lc 19-1-10
Maestro bueno qué debo hacer, ¿para heredar la vida eterna?
La misericordia es fruto del amor que Dios tiene a todos los seres: la hierba de la pradera, del caballo que la pace; el caballo, de la espuela del jinete; el jinete, del viento frío que le azota.
Tocatas de arrebato y fuego porque algo se les quema sin que nadie venga a sofocarlo; el dolor queda clavado haciendo estragos mientras la misericordia y compasiva Tierra, grita pidiendo amor y ayuda para sus maltrataos hijos.
Parece que el amor ha levantado vuelo al cielo pidiendo ayuda a las estrellas, pues parece que también ellas, doloridas, sienten la oscuridad sobre sus ojos, y lloran como Vírgenes Dolorosas.
Así nos la presentan en forma triste y angustiada por con un rostro en plenitud de lágrimas y tristes, los cuatro evangelistas, presenciando de lejos la muerte de su hijo.
Y los artistas la han tallado en hermosas imágenes que el pueblo aplaude en las procesiones de Semana Santa.
En Lorca, Murcia, obra de José Capuz Mamano, una imagen de estilizada belleza formal, casi de un dolor idealizado, con serena expresión y aflicción contenida, tersas mejillas y lágrimas tácitas en el rostro, que revelan el intenso y profundo dolor del sentimiento que la embarga.
“Virgo María Perdolens” y seis espadas hirientes en el corazón clavadas de una “Moerens Mater”, “Mater Ababilis”, y un Jesús dolorido entre los brazos.
“Estamos vibrando como un tenedor bailante; y mandamos vibraciones a la gente, todo el tiempo. Emitimos y recibimos. Entonces, las emociones orquestan las interacciones entre nuestros órganos y sistemas para controlar eso”, escribe Candace Pert, bióloga descubridora del receptor opioide, es autora del best seller Molecules of Emotion.
Un excelente texto que nos complace y consuela conocer por sus dimensiones del interser y su eficacia en testificarnos la proyección de nuestro amor hacia los otros.
El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males, decía Leonard Cohen. No tiene cura y en muchas ocasiones puede tornarse doloroso, pero no hay sensación equiparable de alguien y ser correspondido; ejemplo, la Dolorosa y todos cuantos siembran y practican amor por todo el mundo.
Maestro bueno qué debo hacer, ¿para heredar la vida eterna? Pues para poder obtenerla siendo testigos de amor entre nosotros.
El mejicano José Tomás de Cuellar, pone de manifiesto la dimensión ondisonante del dolor, y la bondad de la misericordia, de cuanto aquí hemos hablado:
¡¡seis espadas clavadas en el corazón de todo cuanto existe!!
LA TEMPESTAD
Y se agita la mar ondisonante
al rudo empuje de aquilón bravío,
y ya truena en el cóncavo vacío
el flamígero rayo amenazante:
Va cundiendo el pavor a cada instante,
todo está triste, lóbrego, sombrío,
férvido entonces en el pecho mío
siento latir el corazón amante.
Y exclamo con acento lastimero:
¡Oh Señor! ¡cuán magnánimo te ostentas!
¡tiembla a tus pies el universo entero!
¡Ah! sí, bondad, cuánto poder alientas,
gracia, perdón, misericordia quiero
del alma en las terríficas tormentas.
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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