Olivia, una bebé con VIH, es adoptada por dos papás despues de ser rechazada por 10 familias heterosexuales
Ariel Vijarra y Damián Pighin son una pareja como cualquier otra que deseaban ser padres. Decidieron que la adopción era la forma en la que querían acceder a la paternidad y así dar amor a algún niño o niña con necesidad. Después de muchos años de espera llegaron Olivia y Victoria, cumpliendo así su deseo de ser padres en Argentina.
Hemos podido conocer esta historia porque su primera hija, Olivia, que llegó a ellos con tan solo 28 días, había sido rechazada por 10 familias antes de que llamasen a Ariel y Damián para confirmarles que había un bebé para ellos. Solo había una pequeña pega: tenía VIH y «las familias heterosexuales, perfectas, no la querían». Por supuesto, para Damián y Aries esto no fue un problema y Olivia llegó a sus vidas para llenarlas de amor y felicidad. Y, para su sorpresa, cuatro meses más tarde volvería a sonar el teléfono para anunciar la llegada de Victoria. Una mujer había leído un libro donde Ariel había escrito su experiencia y había decidido que quería que ellos fuesen los padres de su hija.
Fueron la primera pareja homosexual en contraer matrimonio en la provincia de Santa Fe y siempre habían tenido claro que querían ser papás. Damián ya llevaba tres años inscrito como adoptante, aunque no había tenido el resultado esperado con lo que, después de casarse, volvieron a presentar la solicitud; esta vez como familia avalada por la ley en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos.
«Mi marido me llamó llorando, diciéndome que teníamos que salir ya para los tribunales porque había recibido la llamada del juez explicando que había un bebé abandonado. Nadie la quería porque era portadora del VIH. Para nosotros era solo una anécdota. Teníamos claro que era nuestra hija, después de seis años de búsqueda».
Los padres han declarado que el juez les explicó que Olivia tenía VIH porque su progenitora, que la abandonó nada más nacer, también lo tenía.
«Nos preguntó si estábamos seguros de iniciar los trámites de adopción y nos sugirió que lo pensáramos bien antes de aceptar. Pero nosotros nunca lo dudamos y lo primero que le pedimos fue que nos autorizara a conocerla ese mismo día”.
En una preciosa entrevista cuenta que «jamás lloró y luchó con todas sus fuerzas. Y creo que los buenos actos tienen su recompensa».
Olivia está feliz y muy sana. Le realizaron el último análisis al año y medio de vida y dio negativo. Aunque no es portadora de VIH, siguió el tratamiento de manera preventiva. En este momento, Olivia acaba de cumplir cinco años y Victoria los hará en febrero del año que viene.
Fuente Oveja Rosa
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