(Vatican News).- “Quisiera pedirles por favor que levanten la voz, hablen fuertemente en defensa de los migrantes, especialmente de los niños que necesitan protección y cuidados, que necesitan presencia y defensa. Debemos hablar por ellos”: es el apremiante llamamiento de Mons. Joe S. Vásquez, Obispo de Austin y Presidente del Comité de Migración de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, realizada ante los micrófonos de Vatican News, entrevistado tras el anuncio de la administración Trump sobre la ley que permitiría la detención de las familias de niños migrantes por tiempo indefinido, en contraposición por lo establecido por el Acuerdo de Flores en 1997.
El Acuerdo de Flores establece que el Gobierno federal no puede retener por más de 20 días a niños migrantes, y se exige que sean puestos bajo custodia de un tutor o familiar en instalaciones apropiadas.
Los obispos de los Estados Unidos han criticado duramente la nueva regulación que permitiría la detención indefinida de los pequeños.
Por su parte, la actual administración considera que estas liberaciones son un incentivo para que los inmigrantes viajen con niños, y que la nueva regla de detención tendrá un efecto disuasorio.
Hablamos de ello con Monseñor Joe Stephen Vásquez.
¿Cuál es el sentir de la comunidad hispana con esta nueva regulación anunciada el 21 de agosto por la administración Trump?
Como obispos de los Estados Unidos, y en particular nosotros que trabajamos tanto con los migrantes, estamos en contra de esta nueva regulación. No creemos que sirva a ningún bien, creemos que va a dañar mucho a los niños, y que es para tratar, una vez más, de forzar a las familias a que no vengan a los EE.UU., a aquellos que están sufriendo muchísimo en sus propios países.
Sabemos bien que esta ley va a causar mucho daño a los niños y las familias. El Acuerdo de Flores – que era la regla que la administración hasta el momento estaba utilizando – , permitía que un niño fuera detenido por un máximo de 20 días. Tras ese tiempo debían liberarlos y ubicarlos con familias, en una situación de seguridad y bienestar. Esa es la regla que hasta el momento ha sido aplicada en nuestro país. Con este cambio creo que la situación será terrible.
Entre nuestra gente se siente una vez más ese miedo de que van a detener a niños y a sus familias por largo tiempo. Eso causará muchos problemas y muchas dificultades. Sabemos bien que esto impacta negativamente en los niños, y no sólo en modo pasajero sino también hacia el futuro, porque esta situación deja traumas que resultan muy difíciles de sanar, como el trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión…
Esta iniciativa, que fue apoyada por los republicanos, se basa en la convicción de que la mayoría de las familias liberadas tras los 20 días no se presentan a la audiencia judicial. ¿Tienen datos contrarios a esta tesis de la administración?
Creo que la mayoría de los inmigrantes que vienen y son detenidos, tras ser liberados sí se presentan, porque quieren que sus casos sean escuchados y quieren tener la posibilidad de entrar al país legalmente.
No tengo los datos exactos, pero la mayor parte sí se presenta ante el juez a presentar su caso para tener la posibilidad de entrar legalmente.
Es mínimo el número de los que no se presentan tras tener su libertad después de esos 20 días del Acuerdo de Flores.
Usted ha afirmado claramente que muchos niños se verán perjudicados por esta nueva regulación, y que esto es inaceptable. ¿Cuál es la contrapropuesta de la Comisión de Migración respecto a esta ley?
Los obispos hemos pedido que se respete el Acuerdo de Flores. Eso es lo que queremos. Se puede permitir que por 21 días los niños sean detenidos, pero después de ese tiempo hay que dejarlos salir, y estamos abogando para que se mantenga la ley, por el bien de los niños y las familias, para que se mantengan unidas. Eso es lo que deseamos, lo preferible y lo mejor. Estos niños son inocentes, no han causado algún delito, tienen derechos y nosotros debemos abogar por ellos, porque ellos no tienen voz, son muy vulnerables. Como muy bien dijo el Papa Francisco, son los más vulnerables entre los migrantes y nosotros debemos pronunciarnos en contra leyes que los dañan y que van a perjudicarlos.
¿Quisiera aprovechar los micrófonos de Vatican News para hacer un llamamiento sobre la situación de estas familias?
Claro que sí. Quisiera decirles a todos los radio oyentes que por favor levanten la voz, hablen fuertemente en defensa de los migrantes, especialmente de los niños que necesitan protección y cuidados, que necesitan presencia y defensa. Debemos hablar por ellos.
Es un derecho humano abogar por estos niños y jóvenes inocentes que necesitan nuestro amor y necesitan ser recibidos con brazos abiertos, porque son inocentes que están sufriendo, y que sufren doblemente porque los mantienen encarcelados en estos centros.
Por mi parte necesito abogar por ello y pido que también todos los radio oyentes hagan lo mismo, hablen fuertemente en defensa de estos niños.
Fuente Religión Digital
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