El Señor es mi pastor
Tengo que creer que hay un camino a través de esto. Que hay una vida especial esperándonos. Las cosas que solían ser. Marie me hace sentir que hay esperanza (Shakespeare)
11 de agosto 2019. DOMINGO XIX DEL TO
Sal 32
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que se escogió como heredad
Lc 12, 32-48
No temas, pequeño rebaño, que vuestro Padre ha decidido daros el reino
Juan dice en 10, 9 que Jesús es la puerta del aprisco donde pernocta su rebaño y quien entra por él estará a salvo, pudiendo entrar y salir cuando le apetezca, y encontrar fértiles pastos.
Un aprisco que da cobijo a cuantos lo necesitan, y en el que, cuantos se encuentran en él, están siempre dispuestos a prestarse ayuda.
En la Contraportada de su libro La vida secreta de los árboles, dice Peter Wohlleben: “En los bosques suceden cosas sorprendentes: árboles que se comunican entre sí, árboles que aman y cuidan a sus hijos y a sus viejos enfermos vecinos; árboles sensibles, con emociones, con recuerdo… ¡Increíble, pero cierto!”
Y si los árboles son capaces de realizar estos milagros, ¿de qué no serán capaces las personas? La Naturaleza es así de ejemplar, de generosa y noble. ¿No tendrá también ella sentimientos?
Los seres todos de todo el Universo, formamos ese maravilloso todo de que nos hablan los místicos, y hoy avala la ciencia. Un mismo pastor – ¿la vida, la energía, la luz o la materia? no importa – los pastorean y cuidan.
Los seis versículos del Salmo 22, El Señor es mi pastor, avalan fehacientemente el testimonio de Juan: El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas (vers. 1-3).
En la película El buen pastor, dirigida por Robert de Niro, uno de sus protagonistas expone:
Enviamos al mundo a aquellos que nos dejan, sabiendo que vayan donde vayan, hagan lo que hagan, nunca estarán solos; siempre serán uno de nosotros. Y decimos, pirata, todos para uno ¡Todos para uno!”.
El Buen Pastor es una de las primeras iconografías cristianas, y tiene sus orígenes remotos en las representaciones paganas de Hermes Crióforo y de Orfeo.
“Tengo que creer que hay un camino a través de esto, que hay una vida especial esperándonos; las cosas que solían ser. Marie me hace sentir que hay esperanza“, ha dicho Shakespeare en uno de sus dramas.Y el dramaturgo inglés, sabía mucho de estos caminos que nos conducen a feliz destino, a una profunda unión, a una convocatoria que el hombre puede sentir en el corazón.
El dominico José Fernández Moratiel, aseguró en una entrevista que le hizo El Loco de la Colina, Jesús Quintero:
“No soy, me creo por un contemplativo, pero viviendo en medio de los hombres, con los cuales me siento profundamente unido, pues a la vez los acojo, elegido por el silencio. Esa ha sido la fortuna de mi vida; pero cualquier ser humano puede sentir en su corazón ese llamamiento: ese es el gran impulso y el gran motor de la vida”.
En un Cancionero anónimo, este bello Poema que manifiesta la imaginativa concordancia entre los temas humanos y los divinos.
AL FILO DE LOS GALLOS.
Al filo de los gallos viene la aurora;
los temores se alejan como las sombras.
Dios, Padre nuestro;
en tu nombre dormimos y amanecemos.
Como luz nos visitas Rey de los hombres,
como amor que vigila siempre de noche.
Cuando el que duerme,
bajo el signo del sueño prueba la muerte.
Del sueño del pecado nos resucitas
y es señal de tu gracia la luz amiga.
¡Dios que nos velas!
Tú nos sacas por gracia de las tinieblas.
Gloria al Padre y al Hijo, gloria al Espíritu;
al que es paz luz y vida, al Uno y Trino.
Gloria a su nombre
y al misterio divino que nos lo esconde.
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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