Mujer transgénero pakistaní ‘secuestrada y torturada’ por una banda
Una banda de matones secuestró y torturó a una mujer transgénero en Mardan, Pakistán, afeitándole el pelo después de negarse a darles dinero.
Shakeela afirma haber sido secuestrada en el exterior de una mezquita el primer día de Eid al-Fitr, que cayó el 5 de junio en Pakistán. Dijo que los atacantes la retuvieron contra su voluntad durante tres horas, golpeándola y afeitándola la cabeza después de que se negara a pagarles 1 millón de rupias (£5.200).
La joven de 27 años trabaja como bailarina en Mardan. Según la Alianza de Acción Trans, ella había pagado previamente a los atacantes un total de 90.000 rupias como “una especie de dinero de seguridad que se paga y se puede trabajar y bailar en la zona”.
Farzana Jan, presidenta de Trans Action, dijo a Metro: “Hay un grupo organizado de bandas criminales que atacan específicamente a la comunidad transgénero porque son más vulnerables. No sólo están involucrados en la explotación sexual de la comunidad transgénero, sino que también les extorsionan. Son vistos como blancos fáciles y débiles“. Shakeela se presentó con Trans Action para presionar a la policía local.
Jan -la primera persona en Pakistán a la que se le expidió un pasaporte no binario- dijo al periódico Dawn que los funcionarios aún no han investigado el ataque a pesar de las repetidas peticiones, y que no han logrado arrestar a los “influyentes” perpetradores.
Según se informa, el crimen sólo se registró después de que los miembros de la comunidad trans organizaron una protesta.
Las personas transgénero se enfrentan a la violencia en Pakistán- En 2018, el parlamento pakistaní introdujo una legislación que garantiza a las personas transgénero las protecciones básicas y los derechos humanos, pero Jan dice que “el progreso y la implementación son casi nulos. La violencia es alta en el terreno, pero la tasa de enjuiciamiento y condena es cero, dijo a Metro.
Shakeela con los líderes de Trans Action. (Facebook)
Añadió que en toda la provincia de Khyber Pakhtunkhwa se producen regularmente ataques como el de Shakeela. “Vemos un gran número de personas que pagan o no pagan y son asesinadas o torturadas”, dijo.
Desde 2015, 64 personas transgénero han sido asesinadas en la provincia, mientras que más de 600 han sido torturadas, agregó Jan.
Las luces y sombras del colectivo LGTB de Pakistán
A lo largo de este último año, las personas transgénero han conseguido varios logros en la lucha por sus derechos en Pakistán: Se produjeron avances históricos en los derechos de las personas de zonas tribales y transgénero. Cinco mujeres trans concurren como candidatas en las elecciones generales de Pakistán. Marvia Malik, hacía historia al convertirse en la primera presentadora transgénero de un noticiario de la cadena Kohenor, en el mes de abril; pocas semanas después abre sus puertas Gender Guardian School, un centro educativo orientado a la capacitación laboral de las persona trasngénero en Lahore; al que sigue la aprobación de la Ley de Personas Transgénero, que otorga amplia protección legal a las personas transgénero al prohibir la discriminación por parte de empresarios, tanto públicos como privados. La Asamblea Nacional de Pakistán aprobaba el pasado mes de mayo la Ley de Protección de Derechos de las Personas Transgénero. Una norma que reconoce el derecho a decidir sobre la propia identidad de género y prohíbe la discriminación laboral y en otros ámbitos y que fue presentada en la cámara baja del parlamento bicameral pakistaní en agosto de 2017 por la diputada Naeema Kishwar. En el articulado se agrupan bajo el término «persona transgénero»realidades diversas como las personas intersexuales, los eunucos (varones de nacimiento sometidos a castración), los hombres y mujeres transexuales y «cualquier persona cuya identidad o expresión de género difiera de las normas sociales y las expectativas culturales basadas en el sexo que se les asignó al nacer».
A pesar del gran avance de la nueva ley, las condiciones de vida de la comunidad LGTB en Pakistán son muy duras. Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo siguen siendo ilegales a día de hoy en este país. El Código Penal se remonta a 1860, cuando formaba parte de la India colonial y ambos Estados compartían la ley de sello británico. Tal y como reza el texto en su artículo 377, están perseguidos los «delitos antinaturales», que cometerá «quien voluntariamente tenga relaciones sexuales carnales contra el orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal».
Los condenados por estos «delitos» «serán castigados con pena de prisión de por vida o con pena de prisión de cualquiera de las dos categorías por un término que no podrá ser inferior a dos años ni superior a diez años; también será responsable de multa». La ilegalidad de las relaciones homosexuales ha provocado, aparte de injustas persecuciones motivadas por la orientación sexual, situaciones tan ridículas como la censura de una fotografía de dos hombres besándose en la portada internacional del New York Times distribuida en Pakistán el 29 de enero de 2016.
En la parte norte de Pakistán, los miembros de la comunidad transgénero siguen viviendo de forma muy insegura después de repetidos ataques a manos de personas cisgénero. La Dirección de Derechos Humanos de Khyber-Pakhtunkhwa se ha tomado muy en serio el peligroso incremento de los incidentes de violencia contra las personas transgénero, por lo que ha ordenado a todos los departamentos interesados a que compartan a diario su investigación sobre el asesinato de personas transgénero.
En cambio, como publicó también dosmanzanas en su momento, ya en julio de 2009 la Corte Suprema de Pakistán daba un paso hacia un cierto reconocimiento oficial de las personas transgénero y a finales de ese mismo año ordenaba que se reconociera oficialmente la existencia de un «tercer sexo». Este mismo año, el senador Babar Awan presentaba en la cámara alta un proyecto de ley similar al aprobado ahora para proteger al colectivo trans y que también contenía disposiciones antidiscriminatorias. En marzo de 2017, una histórica sentencia condenaba a cadena perpetua a los dos asesinos de una mujer trans.
No obstante, la igualdad real de las personas trans también sigue estando muy lejana, ya que todavía son vulnerables a los abusos físicos y verbales, tienen que soportar la actitud humillante de los policías, médicos en los hospitales y funcionarios públicos y los informes de palizas y otras formas de violencia dirigidas contra estas personas son comunes. En abril recogíamos el asesinato de Sheena, una mujer trans de origen afgano, que no pudo recuperarse tras ser víctima de cinco disparos. Shena era en la quincuagésimo sexta persona trans muerta como consecuencia del odio tránsfobo en Pakistán desde 2015. Entre ese año y 2017, además, contabilizaron un mínimo de 1.131 casos de violencia contra este colectivo (208 de los cuales corresponden al año pasado).
Fuente Cromosomax/Cristianos Gays
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