Colectivos LGTB católicos ven en el documento vaticano “una contribución al fanatismo y a la violencia”
Una más del papa “renovador”, nos quieren fuera de la Iglesia y… del mundo. Se inventaron la inexistente “Ideología de Género” para excluírnos…
“En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre” (Mc 3, 28-29). Y el evangelista añade: “Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo” (3, 30)
El Vaticano acusa a la ideología de género de querer crear “una sociedad sin diferencias de sexo”
Denuncia su “radicalismo ideológico” pero pide “educar en el respeto a las tendencias ”
La Congregación para la Educación Católica avala el “acompañamiento discreto y confidencial” de jóvenes “que se encuentran viviendo una situación compleja y dolorosa”
Roma considera que el impacto de esta ideología supone “una emergencia educativa” para los centros católicos
“Una sociedad sin diferencias de sexo”. La Santa Sede, a través de la Congregación para la Educación Católica, vuelve a arremeter contra la ideología de género, de la que denuncia su “radicalismo ideológico”, aunque aboga por “una educación para la ciudadanía activa y responsable” y pide a los colegios católicos “educar en el respeto a las tendencias afectivas”.
Una de cal y otra de arena. Este puede ser el resumen de ‘Varón y mujer los creó: para una vía de diálogo sobre la cuestión gender en la educación’, un texto “no doctrinal, sino metodológico”, como apunta el prefecto de la congregación, Giuseppe Versaldi.
En una entrevista a Vatican News, Versaldi explica por qué la Iglesia achaca la ideología de género el carácter de “emergencia educativa”. “Estamos presenciando el riesgo de que se imponga un pensamiento único a las escuelas como un pensamiento científico que no podemos aceptar”, subraya, al tiempo que advierte que “debemos ser capaces de dialogar, de renovarnos y de valorar lo bueno que ha surgido en la investigación sobre el género”.
Sin embargo, la Iglesia afronta un “desafío” ante la “ideología de género, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer” y “presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia”.
“Esta ideología -añade el documento- lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo”.
Pensamiento único
Ante esto, Roma alerta del riesgo de que esta idea pueda “imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños”, que “niega la existencia de un don originario” que nos hace a todos hombre o mujer.
Así, cuestiona el documento, “se pasa de un modelo institucional de familia a una visión puramente contractualista y voluntarista”, que “llega a teorizar una separación radical entre género y sexo, con la prioridad del primero sobre el segundo”, lo que lleva a “una sociedad sin diferencias de sexo”. A partir de ahí, añade el Vaticano, se llega a los “queer”, o los “Poliamores”. “Lo que vale es la absoluta libertad de autodeterminación y la elección circunstancial de cada individuo en el contexto de cualquier relación emocional”.
Puntos de encuentro
No obstante, Roma sostiene que “hay puntos de encuentro” con la Iglesia, y aboga por una educación basada en “respetar a cada persona en su particular y diferente condición, de modo que nadie, debido a sus condiciones personales (discapacidad, origen, religión, tendencias afectivas, etc.) pueda convertirse en objeto de acoso, violencia, insultos y discriminación injusta. Se trata de una educación a la ciudadanía activa y responsable, en la que todas las expresiones legítimas de la persona se acogen con respeto”, sostiene el documento vaticano, que pide a los colegios católicos “luchar contra cualquier expresión de injusta discriminación”.
En el documento se llama sobre todo a un diálogo “abierto y respetuoso” y “alejado del radicalismo ideológico” para contribuir a una comprensión más profunda de la sexualidad humana.
No obstante, entre las recomendaciones finales del documento, la Santa Sede avala los “programas de formación afectiva y sexual” en los centros educativos católicos que incluyan “un camino de acompañamiento discreto y confidencial, con el que también se acoge a quien se encuentran viviendo una situación compleja y dolorosa”, una expresión que recuerda, y mucho, a las pseudoterapias promovidas por el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig.
Y es que, para el Vaticano, la escuela “debe proponerse como un ambiente de confianza, abierto y sereno, especialmente en aquellos casos que requieren tiempo y discernimiento. Es importante crear las condiciones para una escucha paciente y comprensiva, lejos de las discriminaciones injustas”.
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“Es un diálogo con filósofos y teólogos, y con otros documentos eclesiásticos, pero no con científicos o biólogos, no con los psicólogos, y ciertamente no con las personas LGTBI, cuyas experiencias carecen de cualquier peso en el texto”
Francis DeBernardo, líder de New Ways Ministry, lamentó que Roma tiene los conceptos “desactualizados” y que el Vaticano ignora la ciencia contemporánea sobre el género
Jesús Bastante
El documento ‘Varón y mujer los creó’, publicado ayer por la Congregación para la Educación Católica y en el que se critica con dureza la ideología de género, ha suscitado una oleada de críticas desde el mundo LGTBI. También, desde la órbita católica, que aunque reconoce el esfuerzo por abrirse a un “diálogo” sobre el género y aboga por la no discriminación, lamentan que será utilizado por los tradicionalistas para negar esta realidad en la sociedad, y en la Iglesia.
El jesuita James Martin, sj., uno de los mayores expertos en el diálogo entre fe y diversidad sexual, lamenta que el documento supone una “ruptura” con los cauces de diálogo abiertos por este Pontificado. “El documente apunta a la ideología de género, y aunque pide diálogo y escucha, no tiene en cuenta la vida real de las personas LGBT”.
No se dialoga con las personas LGTB
“Lamentablemente -auspicia Martin-, se utilizará como ariete contra las personas transgénero, y una excusa para argumentar que ni siquiera deberían existir“. En sus redes sociales, el jesuita intenta explicar -como hiciera ayer Versaldi- que el documento “es un diálogo con filósofos y teólogos, y con otros documentos eclesiásticos, pero no con científicos o biólogos, no con los psicólogos, y ciertamente no con las personas LGTBI, cuyas experiencias carecen de cualquier peso en el texto”.
El texto coincide con la celebración, en las próximas semanas, del Mes del Orgullo, y ha sido denunciado por colectivos gays católicos como “una contribución al fanatismo y a la violencia” contra los sectores gays y transgénero.
Así, el grupo en defensa de los católicos LGBT, ‘New Ways Ministry’, criticó el documento, al considerar que podría confundir aún más a las personas que cuestionan su identidad de género.
“La gente no elige su género, como afirma el Vaticano”
Francis DeBernardo, líder de New Ways Ministry, lamentó que Roma tiene los conceptos “desactualizados” y que el Vaticano ignora la ciencia contemporánea sobre el género. “El género también está determinado biológicamente por la genética, las hormonas y la química cerebral, cosas que no son visibles al nacer”, señaló De Bernardo en un comunicado. “La gente no elige su género, como afirma el Vaticano, lo descubren a través de sus experiencias vividas“.
DeBernardo sostiene que la Iglesia Católica debería alentar este proceso de descubrimiento, diciendo que es “un proceso mediante el cual los individuos descubren la maravillosa manera en que Dios los ha creado”.
The document is mainly a dialogue with philosophers and theologians, and with other church documents; but not with scientists and biologists, not with psychologists, and certainly not with LGBT people, whose experiences are given little if any weight.
— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ) 10 de junio de 2019
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Fuente Religión Digital
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