Lo del dios de Jesús es amar
Del blog de Tomás Muro, la Verdad es Libre:
- conversaciones -testamento- de despedida de jesús con los suyos.
El capítulo 13 y siguientes de san Juan constituyen algo así como el Testamento de Jesús; son como las últimas conversaciones de Jesús con sus discípulos.
En ese contexto, sabiendo Jesús que iba a pasar de este mundo al Padre…, habla con los suyos con gran intimidad. Hijitos míos. El texto tiene un clima intenso.
- Jesús ve la vida desde el amor, desde el amor de Dios.
En último término Jesús ve y entiende la vida desde el amor.
La experiencia fundamental de Jesús tiene su origen en Dios Padre, que es amor:
Nos hará bien pararnos y quedarnos en esta vivencia: Dios es amor, (1Jn 4,8).
Es bueno que nos dejemos embargar del amor de Dios. Dios nos ama. Dios es solamente amor. Cuando tengamos experiencia de sentirnos queridos por Dios, que nos ama, podremos también nosotros amar.
Hemos recibido una tradición religiosa muy poco cristiana, porque el amor quedaba desplazado y apenas estaba presente. El pecado, el infierno y la condenación hacían mejor carrera que el amor de Dios. Dios era bueno muy escasamente. El Dios en el que hemos sido educados era justiciero, más condenador que salvador.
Quizás hayamos de olvidar todo lo que hemos aprendido de Dios, pero si sabemos y vivimos que Dios es amor, sabéis mucho acerca del Dios de Jesús.
Y el amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y nos envió a su Hijo, Jesús, (1 Jn 410).
Lo que caracteriza la experiencia cristiana, lo más íntimo y peculiar de la vivencia cristiana es la bondad y el amor.
Cristiano somos cuando hemos percibido la bondad y el amor de Dios y de los demás.
Dios es amor. (1Juan 4,8). El amor es Dios. Allá donde se vive o se intenta vivir en respeto, libertad, allá donde hay amor, está Dios.
Dios nos ama.
- En esto conocerán que sois discípulos míos: en que os amáis unos a otros.
Jesús -la Iglesia de Jesús- está allá donde hay un puñado de amor y bondad:
Por eso donde hay amor, Dios no está lejos, donde hay amor, allí está Dios. El amor humano es sacramento de Dios, que es amor.
De la vivencia de Dios como amor, también nosotros amaremos.
Son discípulos de Jesús los padres que se quieren y aman a sus hijos, son cristianos los jóvenes que se aman. Es discípulo de Jesús quien recoge a un herido en la carretera como el buen samaritano, quien ayuda a un emigrante o no emigrante que pasa por la vida. Es discípulo de Jesús quien sabe perdonar. Es cristiano quien va buscando y sembrando criterios de paz y de convivencia. Amar significa en ocasiones no airear pecados de otros y, mucho menos, levantar calumnias. Amar y ser cristiano es dar limosna, dejar paso a otras personas e ideas, crear, cultivar la amistad y el amor.
Nos conocerán que somos cristianos por lo que nos amamos y por lo que amamos. No nos conocerán por los ritos que celebramos, ni por la moral que intentamos meter a capa y espada; ni nos conocerán por el esplendor del Templo, sino que lo que nos ha de caracterizar como cristianos es el amor.
- El amor ilumina la vida.
Uno ve la complejidad de vida desde lo que cree. La existencia se configura desde lo que uno tiene en la cabeza y el corazón.
Hay personas e instituciones que piensan, viven y despliegan su actividad desde una mentalidad de poder o desde la defensa de su institución, también desde el odio, desde el interés, desde la patria / nación, desde la raza, desde el dinero, la economía, etc.
La fe cristiana ve la vida desde la bondad y el amor.
Y no es lo mismo ver la realidad desde el poder, desde la ley, desde las ideologías políticas o religiosas, que percibir la vida desde el amor y la bondad.
La utopía de Cristo –del cristianismo- es amaos porque todos vosotros sois hermanos.
- sentimientos y razón.
Todos tenemos experiencia de que a veces no es fácil amar. En ocasiones no podemos controlar todos los sentimientos e impulsos que puedan brotar en nuestro interior ante situaciones difíciles, quizás de odio, viejos problemas familiares, sentimientos enemistados por diferencias ideológicas, viejos asuntos pendientes.
La razón ha de entrar en juego para racionalizar las pulsiones y no dejarnos esclavizar por el odio, la venganza. Por eso, a veces, amar significa ser razonables, utilizar la cabeza para situar las cosas en su sitio. Las pulsiones son muy difíciles de controlar, pongamos un poco de razón en los sentimientos. Razón es respeto, educación, tolerancia, saber ver los problemas.
A veces amar es ser razonable en la vida.
Ama y haz lo que quieras (San Agustin)
Comentarios recientes