El colectivo LGTB, en el punto de mira de la extrema derecha: tras proponer cerrar el Centro LGTBI de Barcelona, Vox propone invisibilizar el Orgullo de Madrid
Lo decíamos anteayer, con motivo de la propuesta de Vox de clausurar el Centro LGTBI de Barcelona: el recorte de los derechos del colectivo LGTBI ocupa ya un papel central en el discurso político de la extrema derecha española. Hoy ha sido su candidato a la alcaldía de Madrid, Javier Ortega Smith, el que ha propuesto invisibilizar el Orgullo LGTB de Madrid, expulsándolo del centro de la ciudad y llevándolo a la Casa de Campo.
«Lo mantendremos, cambiando de sitio las fiestas del Orgullo, sacándolos de Madrid porque causan verdaderos problemas y atascos, y los mandaríamos, para que pudieran desarrollar la fiesta del Orgullo Gay [sic] y todo lo que quieran, pero dentro de la Casa de Campo, y por supuesto con un contrato de responsabilidad para que toda la limpieza que luego hay que hacer, que es un esfuerzo económico muy importante, lo paguen los organizadores», ha respondido Ortega Smith al ser preguntado si un Ayuntamiento gobernado por Vox mantendrían las fiestas del Orgullo LGTB en un debate entre los principales candidatos a la alcaldía organizado por El País y la cadena SER:
En definitiva, la extrema derecha española propone expulsar de las calles de la capital española un evento que, conviene recordar, antes que una fiesta es una manifestación política y un ejercicio de visibilidad. Llevar el Orgullo LGTB a la Casa de Campo, un gran parque situado fuera de la trama urbana de Madrid, no es más que silenciar y hacer invisible al colectivo.
Sobre las molestias que genera el Orgullo y la basura generada, asistimos a un debate que de forma recurrente los sectores conservadores de la sociedad madrileña, y muy singularmente sus medios de comunicación, ya han agitado en el pasado. El Orgullo, como bien sabemos, se ha convertido con el paso de los años en la fiesta más importante de la capital de España. Genera molestias similares a las de la Fallas en Valencia o los Sanfermines en Pamplona, por mencionar dos eventos que nadie propone invisibilizar.
Sobre la basura, ya en 2015 hicimos un ejercicio y comparamos el Orgullo con la la Semana Santa, otro evento que nadie propone desterrar del centro de las ciudades. Nos fijamos en concreto en tres ciudades andaluzas en las cuales esta celebración tiene gran relevancia social y de cuyos residuos también la prensa se había hecho eco en un tono mucho más neutro. ¿El resultado? Pues teniendo en cuenta la población de cada una de las ciudades, el resultado es que la Semana Santa generaba más basura que el Orgullo.
No nos engañemos. No se trata de las molestias a los ciudadanos ni la basura. Si fuera por eso Vox propondría medidas similares para los eventos mencionados. Se trata de invisibilizarnos, de devolvernos al armario colectivo. Con una diferencia importante en el caso de Madrid sobre Barcelona: en la capital catalana Vox carece de cualquier posibilidad de determinar el gobierno municipal. En Madrid esa posibilidad es muy alta: basta que las formaciones progresistas no obtengan mayoría absoluta y Vox sume mayoría junto a PP y Ciudadanos para que el partido de Ortega Smith se convierta en determinante.
Fuente Dosmanzanas
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