El presidente de los obispos europeos carga contra las “identidades falsas” que crean los populismos
Jean Claude Hollerich Foto: Guy Jallay
Los populismos “evocan un mundo pseudo-religioso y pseudo-místico, negando el corazón de la teología occidental, que es el amor de Dios y el amor al prójimo“, afirma el jesuita Jean-Claude Hollerich
El también arzobispo de Luxemburgo denuncia que el drama de los refugiados “es una vergüenza para Europa”: “El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio inmenso”
Arremete contra el ex-asesor de Trump Steve Bannon, “sacerdote del becerro de oro”
“El drama de los refugiados y migrantes en el Mediterráneo es una causa de vergüenza para Europa“, ha clamado el presidente de los obispos europeos, Jean-Claude Hollerich, en una reflexión ante las venideras elecciones europeas. El que debe ser “un mar interior conectando a Europa, Asia y África” se ha convertido en “un muro de separación hecho de agua“, en un “cementerio inmenso”, ha denunciado el también arzobispo de Luxemburgo.
“Al venir a nuestros países, los migrantes se han convertido en prójimos nuestros“, ha escrito Hollerich en un texto publicado en la revista de los jesuitas italianos, La Civiltà Cattolica, ante los comicios en el continente del próximo 26 de mayo. “El amor para el prójimo requiere que pensemos la migración con los ojos de los migrantes: ojos que ven su miedo, sus preocupaciones, su hambre, su deseo de seguridad y su deseo para estabilidad económica”, ha continuado el prelado, recordando que “muchos no quieren abandonar su propio país; están obligados por necesidad”.
Pero no es que, para Hollerich, los migrantes solo tengan derecho a migrar: también tienen derecho “a vivir una vida digna en su país, con su familia”. Es por eso que “el amor al prójimo traducido a la política requiere de inversiones reales para que los países africanos puedan ver un desarrollo sostenible”. “No debemos olvidar que los europeos recibimos ayuda de los Estados Unido tras la Segunda Guerra Mundial”, ha apuntado Hollerich, preguntándose: “¿No es el turno ahora de los europeos de hacer lo mismo para África?”
Pero los migrantes no son la única cosa que el arzobispo de Luxemburgo quiere que tengan en cuenta los votantes europeos a la hora de depositar sus papeletas. También ha advertido contra los populismos, citando por nombre al ex-asesor de Donald Trump, Steve Bannon, o el filósofo ruso antioccidental y ultranacionalista Aleksandr Dugin, “sacerdotes” de movimientos que “evocan un mundo pseudo-religioso y pseudo-místico, negando el corazón de la teología occidental, que es el amor de Dios y el amor al prójimo”.
Los populismos que amenazan hoy a Europa “quieren evitar los problemas reales con bailes alrededor de un becerro de oro”, ha afeado Hollerich, añadiendo que “construyen identidades falsas” y convierten en chivos expiatorios a “enemigos” como los migrantes o la misma Unión Europea.
En opinión del presidente de los obispos europeos, el antídoto a estos populismos peligrosos es nada más y nada menos que el respeto hacia todos. “Europa está compuesta por diferentes pueblos con diferentes culturas quienes juntos forman la civilización europea“, ha recordado Hollerich, afirmando que “el pueblo no es una identidad mítica fijada por genes ancestrales, sino una comunidad de personas que comparten la misma cultura y están llamadas a trabajar juntas por el bien común“. Un bien común basado en el amor, la libertad, la responsabilidad y la solidaridad, según el arzobispo de Luxemburgo, y reflejado en un “profundo respeto” hacia los derechos humanos “que distingue a las sectas de las religiones, los totalitarismos de las democracias”.
Fuente Religión Digital
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