Una Iglesia de servicio, no de poder.
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
Una Iglesia que viva en una dialéctica de poder, no es la Iglesia de Jesús
- La hora del nuevo Éxodo.
La hora llega con la nueva Pascua (no la de los judíos), que Jesús se dispone a celebrar: pasar de este mundo a Dios Padre.
Se trata del nuevo Éxodo de la libertad definitiva. El Éxodo es el camino de la libertad, de la tierra de promisión, de la vida.
Desde el Jueves Santo, podemos entender nuestra vida como un Éxodo libertador.
Con caídas y recaídas, ánimos y desánimos nuestra vida es un Éxodo liberador hacia la tierra de promisión.
El Éxodo y la tierra de promisión son fuente de gran esperanza. Dios pasa siempre liberando a su pueblo
- Eucaristía: nueva alianza.
La Eucaristía es la Nueva Alianza que Dios sella con su pueblo, con la humanidad. Es el pacto de la amistad definitiva entre Dios y los hombres. Dios no ha retirado nunca su amistad a los seres humanos.
La nueva alianza no es un rito que hay que cumplir escrupulosamente en la liturgia de la consagración. La nueva alianza es la amistad que Dios tiene para con la humanidad; amistad sellada por JesuCristo. En esa alianza Dios se muestra con Padre, eternamente es nuestro amigo.
Sería un reduccionismo limitar la Eucaristía a un rito. La Eucaristía es el pan de vida en todos los sentidos: el pan material, la cultura, el pan del espíritu. La Eucaristía es la solidaridad. Repartir con compasión el pan y el servicio.[1]
- Jesús se reúne con los suyos para lavarles los pies: servicio.
Jesús estaba reunido con sus discípulos. Es la Iglesia.
Jesús se levanta, se quita el manto de Señor[2], se ciñe la toalla (de esclavo) y se pone la lavar los pies de sus discípulos.
Por esas ironías que emplea el Juan, autor de este evangelio y texto, confiere una gran solemnidad a un gesto cotidiano y sencillo:
El servicio, el lavatorio de los pies es un gesto central y fundacional del grupo de Jesús, de la Iglesia. Hay comunidad de Jesús donde hay servicio, entrega, ayuda.
Por desgracia en muchos momentos de la historia la Iglesia se ha hecho una estructura de poder, pero esa no es la Iglesia de Jesús. Una Iglesia en la que se viva una dialéctica del poder, de grupos (lobbies) de presión o control del poder, esa no es la Iglesia de Jesús.
Consuela que el papa Francisco muestre otro estilo más cristiano, eclesial y servicial al que hemos vivido durante estos últimos cuarenta años, más o menos, y que, como consecuencia de la situación creada durante esas décadas, estamos todavía padeciendo en algunos grupos y diócesis.
La Iglesia de Jesús es donde se quitan los mantos de señor, las riquezas, los zapatos rojos papales, el poder, tantas liturgias acartonadas y fosilizadas y se respeta y se ayuda a los refugiados y emigrantes, a los pobres, a los divorciados, a los pecadores.
La Iglesia no está en el poder, sino en el servicio
- Jesús.
Jesús es nuestro libertador (Éxodo), Jesús es el amigo fiel (Nueva Alianza), Jesús es nuestro hermano y nuestra ayuda (lavatorio de los pies):
Os he dado ejemplo, haced vosotros lo mismo
[1] Extrañamente en la Última Cena del evangelio de san Juan no hay Eucaristía. En este evangelio Juan la ha resuelto en el cp 6, en la multiplicación de los panes: Yo soy el pan de Vida.
[2] El manto se lo pondrán a Jesús muy pronto: en el pretorio de Pilatos.
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