Los obispos respaldan a Reig y denuncian la “manipulación de la verdad” sobre las terapias restaurativas en Alcalá
No tienen vergüenza. Serán culpables de las consecuencias que esas pseudoterapias provoquen.
La Conferencia Episcopal proclama su “apoyo y afecto a monseñor Juan Antonio Reig Plá y a los colaboradores del COF”, el centro donde se aplican estas técnicas
“Nos preocupa asistir, de nuevo, a un ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada que termina provocando el ‘odio’ “, han asegurado
¿Por qué los obispos salieron a defender a Reig Plá?
La supuesta “profanación” de la catedral de Alcalá, clave
Los obispos españoles han avalado este viernes las pseudoterapias homófobas que se llevan a cabo en el Obispado de Alcalá de Henares y han defendido al titular de esa Diócesis, el prelado Juan María Reig Pla.
En un inusual comunicado al término de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, la cúpula católica ha expreado “su apoyo y afecto a monseñor Juan Antonio Reig Plá y a los colaboradores del COF [Centro de Orientación Familiar]”, así como su “más firme rechazo a la irrupción de un grupo de personas vociferantes en un templo donde se estaba celebrando la liturgia de la Iglesia”.
La nota se produjo tras un “diálogo fraterno” con el prelado, que les ha explicado su versión de las informaciones publicadas por eldiario.es
Ejercicio de manipulación
“Nos preocupa asistir, de nuevo, a un ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada que termina provocando el ‘odio’ que se dice querer evitar o denunciar”, subraya los obispos, quienes “defendemos la libertad de conciencia de cada persona para afrontar sus diversas situaciones existenciales, buscando ayuda y acompañamiento en las personas e instituciones que les merezcan confianza, entre otras la de la Iglesia”.
Finalmente, el Episcopado afirma “la liberad de la Iglesia, reconocida en la Constitución Española, la Ley orgánica de Libertad religiosa y los Tratados Internacionales sobre derechos humanos, para ofrecer su visión de la persona y acoger y acompañar a quien libremente se acerque a ella para crecer en un desarrollo humano integral desde el anuncio del Evangelio y el amor misericordioso de Dios“.
En las preguntas posteriores, el portavoz, Luis Argüello, criticó “la manera en cómo se ha tratado de conseguir la información, y destacó que la terapeuta “es doctora en Biología y ha hecho el Master en Acompañamiento Familiar en el Instituto Juan Pablo II”.
“La homosexualidad no se cura”
Sí admitió el portavoz que “hay un equívoco con la expresión ‘curar’”, asegurando que “la homosexualidad no se cura”. “Nosotros no somos expertos en cuestiones de medicina, no es de nuestra competencia”, añadió, aunque pidió libertad para que “quien libremente quiera, siendo mayor de edad, o si es menor de edad con el permiso de sus mentores legítimos, pueda buscar sanación”.
“La propuesta del COF de Alcalá es para acompañar a las personas que lo deseen, desde el punto de vista…. sólo sería legítimo utilizar ‘curación’ desde el punto de vista espiritual, que es nuestra jerga”, concluyó, lamentando la “liturgofobia” de quienes entran en una catedral a protestar.
En Europa, Malta fue pionera
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, en discusión en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar» una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que en cualquier caso permanece encallado por el desacuerdo entre las diferentes fuerzas políticas que en teoría lo apoyan y cuya aprobación a día de hoy no está asegurada.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente Religión Digital
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