“Hoy es nuestro aniversario. Celebramos 44 años juntos”
Nos ha encantado este artículo que traemos íntegro porque, entre otras cosas demuestra que es pisible, sí, es posible que el amor crezca… ¡Felicidades!
Carlos y Emilio tienen ya más de 60 años, pero cuando se conocieron tenían apenas 20. Hoy es su aniversario y queremos rendir tributo a todas esas parejas de mayores que no lo tuvieron nada fácil en los años 70, ni en España ni en ningún sitio del mundo.
Hablamos con Emilio por teléfono, que nos atiende de lo más amable. Están acostumbrados a la prensa y hay mucho escrito sobre ellos. Fueron los primeros gays del barrio y llevan en él toda la vida. Les preguntamos sobre su pasado, su presente y su futuro y son tan tiernos que, en la redacción, los queremos adoptar.
¿Cómo fueron los inicios?
Se conocieron en 1975, en Madrid, en una cafetería que dice que ya no existe (como muchos comercios y cafeterías de siempre). Dicen que antes no había bares, que era todo muy clandestino y que tenían que reconocerse por las calles y tenían su propio lenguaje para detectarse. La homosexualidad era una cosa tan reprimida que no había referentes. “Nunca conocí a un hombre que viviera con otro hombre. Yo era muy joven y no tenía experiencia. Carlos nació en Nueva York y se crió en Boston”. En Estados Unidos era todo otra cosa, mucho más avanzado. Carlos acabó la carrera y vino a estudiar medicina psiquiatrica a España y le gustó tanto que se quedó aquí.
“Empezamos a salir y vimos que en España, en plena transición no podíamos estar. Nos fuimos a vivir EEUU, pero volvimos para que yo hiciera la mili.” Iban y venían a España a ver a la familia. Estuvieron así cinco años y, a principios de los 80, vieron que España había cambiado y decidieron que era el momento de volver para siempre.
“Ya era otra cosa, estaba la movida. Madrid era totalmente distinta y creímos que podíamos hacer vida aquí. Aunque dejamos muchas amistades allí. Pasamos unos años esperando a las leyes. Carlos fue voluntario psiquiatra en Fundación Triangulo y yo,que trabajaba en EL Corte Inglés tenía que llevar otro tipo de vida no tan ligada al activismo.”
Ellos consideran que siempre han sido activistas por su vida misma, por no esconderse, por se referentes en su barrio,en sus familias y por el mundo. Nunca se han ocultado. “No somos amigos ni primos. Nuestros amigos tenían relaciones pero no vivían juntos porque no se querían exponer a vejaciones. Pero nosotros nunca lo hemos hecho. Vivimos en una finca antigua, en Chamberí donde seguimos, y, al principio, nos miraban y tuvimos pequeñas incidencias pero se acostumbraron. Nunca hemos faltado a un orgullo, menos ahora que Carlos está regular con la movilidad.”
Para la familia de Emilio fue un disgusto, ya que les importaba muy poco de quien se enamorase mientras fuera feliz, pero la vida que le esperaba estaría llena de dificultades. Sin embargo, la familia de Carlos lo aceptó genial porque tenía tíos, primos y un hermano gay. “Les caí muy bien y todo fue estupendo.”
¿Y la paternidad?
“Nunca pensamos en tener hijos. Cuando asumimos nuestra homosexualidad asumimos también que no seríamos padres. Los hubiera amado muchísimo, pero no los echo de menos. Hubiésemos adoptado. Creo que es un acto de vanidad querer perpetuar tus genes habiendo tanta gente ya en este mundo”.
En 44 años ha habido crisis y de todo pero cuando tienes un proyecto de vida tienes que hacer todo lo posible por salir adelante; arreglar lo que se estropea. Las relaciones son como todo: puedes comprar unos zapatos nuevos, pero ¿por qué no lo arreglas los que tienes si te gustan?
Ya no hay la misma pasión que de jóvenes porque la vida se transforma y ya no se necesita, nos dicen. Se evoluciona y hay que procurar comprender y hacer esfuerzos. “La gente ahora es muy vaga emocionalmente. Es muy raro que salga todo perfecto. Nuestra relación es larga y feliz, pero ni mucho menos perfecta. Una vez que te has enamorado y le quieres es como un hijo. Puedes influir y hacerle razonar, pero es otra persona. Solo podemos cambiarnos a nosotros mismos.”
“Elegimos hacernos compañía, querernos y cuidarnos. Si hay un mal paso se habla y se perdona. Perdonar significa no volver a hablar de ellos. No dejar que eso se amargue y con humor todo se pasa.
“Nunca he pensado en dejar a Carlos”
Si te casas pensando que si te sale mal te divorcias mal empezamos. Hay que tener una actitud conciliadora.
¿Cómo es la vida pasados los 60 siendo LGTB?
“Lo que nos parece es que ha volado el tiempo. Tenemos muchísimos recuerdos, pero la vida se ve distinta. Cuando eres joven no piensas en que la vida pasa, crees que va a durar siempre. En nuestro barrio estamos nosotros solos. Todo el mundo nos saluda y nos conoce. Con la edad te haces pragmático y escéptico y dejas de ser tan visible. Conozco bastante parejas mayores, de nuestra edad. Al menos 5 ó 6 matrimonios amigos. Aunque no creo que haya muchas parejas como nosotros. Nuestra generación fue muy difícil para tener una relación estable.”
Dice que si le llegan a decir en España estaríamos así no lo hubiese creído, que es como pasar del negro al blanco.
¿Cómo vais a celebrar estos 44 años de amor?
“Hoy hemos visto un restaurante muy bonito y vamos a cenar esta noche juntos y solitos y a por un año más. Yo (Emilio) me acabo de jubilar y ahora viajaremos más y tendremos más tiempo de estar juntos. Tenemos amigos en muchas partes del mundo porque siempre nos ha encantado viajar. En el balance de todo ha sido una vida positiva. Esperemos que sigamos así toda la vida.”
Fuente Cáscara Amarga
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