“Tengo 77 años. Nací en Chipiona y vivo en Bayona. Soy filólogo de textos en griego del cristianismo primitivo. Estoy recasado y tengo dos hijos, Zahra (44) y Antonio (39), y dos nietos. ¿Política? Voté PSOE.., y quizá vote Ciudadanos. Soy spinoziano: si hubiera Dios, sería el cosmos”.
Piñero vive en el siglo I. Habla con personajes de entonces de tú a tú y en el griego de entonces. Es un laico que lo sabe todo de la religión cristiana, el origen de cada detalle. Aprendo con él a cada frase, así como del enjundioso libro que acaba de publicar: Aproximación al Jesús histórico (Trotta), en el que concluye que Jesús existió realmente, que fue un galileo carismático al que sus seguidores vestirían luego con ropajes divinos. Retirado en Galicia para escribir en “magna paz y soledad”, Piñero (www.antoniopinero.com) prepara ahora una edición de los libros del Nuevo Testamento desde el ángulo de la historia y la crítica literaria, que se publicará el año entrante.
¿Existió Jesús?
¿Qué Jesús?
El del Evangelio. ¿O acaso hay otro?
Sí: el Jesús histórico, Yeshua ben Yosef.
¿No es histórico el Jesús del Evangelio?
Es un Jesús idealizado, recreado, mitificado, endiosado, adornado, medio inventado. Pero por debajo de este Jesús evangélico…
¿Qué?
…adivino al muy real Yeshua ben Yosef, un galileo del siglo I, hombre de carne y hueso.
¿Nació en Belén?
No. Eso es invención.
¿Dónde nació, pues?
Quizá en Nazaret. En todo caso, en Galilea.
¿Le visitaron en la cuna unos Reyes Magos, siguiendo una estrella?
Estrella y Magos son leyenda.
¿María y José fueron sus padres?
Sí. Y Yeshua tuvo un hermano, Jacobo (Santiago). Pero según los evangelistas Marcos y Mateo tuvo más hermanos.
¿Le adoraron unos pastorcillos al nacer?
Más invención.
¡Pero qué bonita! No me estropee el belén navideño…
Muy bonita: haga su belén, haga…
¿Qué sabemos de cierto sobre Yeshua ben Yosef, el Jesús histórico?
Que era carpintero. Que estudió la ley judía por su cuenta. Que quizá se casó, quizá no. Predicó. Tuvo discípulos. Anduvo en Jerusalén menos de un año… y la autoridad romana le ejecutó, por sedición. El hombre fracasó en su familia, en su empresa, en su acción pública… ¡Fracasó en todo!
Pero fundó una religión.
¡Jamás lo pensó! Judío fariseo observante…
¿Fariseo?
Una facción judaica: decían que si cumplías la ley judía, resucitarías con tu cuerpo en el cielo, y luego Israel dominaría el mundo. Y seguiría el paraíso celestial en la tierra.
El Reino de este mundo.
Eso es. ¡Que estaba cerca!, eso predicaba Yeshua: purifícate para salvarte, ¡estás a tiempo! Lo explicitó en su parábola del hijo pródigo, ¡bellísima hasta las lágrimas!
Resúmala.
El hijo pequeño (tú mismo) se va por ahí con su parte de la herencia del padre (Yahvé) y la dilapida en mujeres y vino. Pero el padre siempre le espera. Al hijo mayor le parecerá injusto que el padre organice una gran fiesta para celebrar el retorno del hijo menor…
¡Pero así de misericordioso es el Padre!
Eso es: era el modo de decir a los judíos que si volvían al camino de la vieja ley judía, salvarían el alma, ¡aún en el último segundo!
¿Y cómo se veía Yeshua a sí mismo?
Como profeta, un profeta importante.
¿Pero no como el hijo de Dios?
Eso no. Al final de su vida, sí pretendió ser el Mesías-Rey que Israel estaba esperando. ¡Y justamente por eso fue crucificado!
¿Por rebelión política?
Religión y política se confunden: Roma crucificaba a todo sedicioso contra la majestad del emperador (Tiberio), y le clavaron el INRI en la cruz: “Iesus Nazarenus Rex Iodeorum” (Jesús nazareno, rey de los judíos).
¿Alentó Jesús recurrir a la violencia contra Roma?
No…, pero no le hizo ascos. Jesús tuvo seguidores zelotes, como Simón-Pedro: matar a un romano era para ellos un acto piadoso.
¿Había otros líderes como Jesús?
¡Muchos! Le menciono a dos: Rabí Honí, el circulero. Y Rabí Hanán. Como Yeshua, predicaban la ley mosaica y eran taumaturgos.
¿Taumaturgos?
Hacedores de prodigios: milagreros, exorcizaban y sanaban. Honí trazaba un círculo en el suelo a su alrededor y clamaba a Yahvé: “¡No me moveré de aquí, ni comeré ni beberé hasta que llueva sobre Israel!”. Y llovía.
¿En qué fue original Yeshua?
En el Sermón de la Montaña: dijo que más allá de que observes la letra de los 623 preceptos del Pentateuco, ¡hazlo de corazón!
¿Y “ama al prójimo como a ti mismo”?
Está en Levítico 19: todo judío es convertible, salvables para el Reino, hay que amarle.
¿Qué fuentes documentan a Yeshua?
Una carta del estoico sirio Mara Bar Saradioan. Alusiones de Suetonio y Tácito. El libro 18 de Antigüedades de Flavio Josefo.
¿Qué cuenta de Jesús?
Incluye a Yeshua en una lista de individuos que perjudicaron al pueblo judío… por haberse dedicado a calentar los cascos de la gente tanto… que les arrastró a la catástrofe colectiva, a resultar aplastados por Roma.
Imaginar un mundo mejor gusta mucho… ¿Y cómo nació el cristianismo?
Con el judeo-romano Pablo: sostiene que Jesús desciende de la casa del rey David y que, tras resucitar, es Hijo de Dios.
Diviniza así a Yeshua.
Y les dice a los paganos: os salvaréis sin ser judíos, sin circuncidaros, ¡basta con creer, bautizarte y fundirte con Jesús en la misa! Pablo quiere completar el plan de Jesús.
¿Qué plan?
Si Jesús se sacrificó por todos fue para que la vieja promesa de Yahvé a Abraham se materialice: convertidos ya todos a la fe de Yahvé, sumados todos los judíos y los pagano-cristianos, descenderá a la Tierra el Reino Celestial, ¡leche y miel para todos!
Publicada en La Contra, de La Vanguardia
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