23.12.18. La madre de mi Señor
Dom 4. Adviento. Lc 1, 39-45.¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
El evangelio de Lucas esté recogiendo aquí un título judeocristiano de María, venerada en la iglesia primitiva de Jerusalén como madre del rey mesiánico, es decir, del Kyrios, en claves que deben formularse desde el AT (desde el contexto judío antiguo).
Dentro de la cultura israelita antigua, una mujer se vuelve importante al hacerse madre.
Como esposa, la mujer está a merced de su marido, no tiene autoridad propia, puede ser siempre expulsada de la casa, conforme a una ley de divorcio ratificada por Dt 24, 1-4 (aunque rechazada por el evangelio).
Sólo al volverse madre, y madre de un hombre importante, una mujer empieza a tener verdadera autoridad en la cultura israelita antigua… sobre todo si muere ese hijo importante, quedando de algún modo como su representante, una especie de Reina Madre en funciones.
Así sucede con María, la madre de Jesús, tras la muerte de su hijo. Allí donde se verena a Jesús como Kyrios (Señor, rey mesiánico), ella aparece como Madre del Rey, es decir, como Reina-Madre, Gebira.
Así la saluda Isabel en el texto clave de ese evangelio, que está aplicando a María en la visitación el título posterior que le ha dado la Iglesia de Jerusalén, tras la muerte de su hijo.
De esa forma, la palabra de Isabel en 1, 43, reconociendo a María como Madre del Kyrios nos sitúa dentro De la Iglesia primitiva. Una vez que los cristianos empiezan a venerar a Jesús como kyrios en línea mesiánica, su madre empieza a ser Madre del Kyrios y sus hermanos se llamarán hermanos del kyrios (como muestran las cartas de Pablo).
Así podemos y debemos suponer que la madre de Jesús ha sido recibida y honrada en la comunidad judeocristiana de Jerusalén como Gebira, madre del rey mesías.
El recuerdo y veneración de los parientes de Jesús como Hermanos del Kyrios (sobre todo en el caso de Santiago) sólo tiene sentido si a su lado, como autoridad genealógica, María aparece como Gebira, la Madre del Kyrios.
Santiago y los “hermanos” de Jerusalén necesitan a María, la Madre, para fundar su autoridad en la Iglesia de Jerusalén, y en esa perspectiva se entiende el saludo de Isabel, que llama a María Madre de mi Señor, dentro de una teología judeocristiana arcaizante como la que aquí ofrece Lucas.
María aparece así como madre del Kyrios, en una antigua, en clave judíos.
Lucas 1, 42 la llamaba bendita por el fruto de su vientre (bendita tú… y bendito el fruto de tu vientre).;
Lucas 1, 43 ha dado un paso más y la presenta como madre del Señor, es decir, como la Reina Madre.
En esa línea judía, es claro que María puede presentarse como Gebira y realizar (simbolizar) un tipo de autoridad dentro de la iglesia.
Aquí estamos tocando los principios de la iglesia de Jerusalén, que ha debido buscar en clave israelita (de monarquía judía) los elementos fundamentales de la realeza de Jesús.
Los datos del NT permiten suponer que María ha ejercido una autoridad importante dentro de la primera comunidad cristiana. En su calidad de madre de Jesus (madre del Señor) ha sido discutida (combatida y aceptada) por los diversos grupos cristianos, en una historia apasionante que, a mi juicio, aún no ha sido suficientemente estudiada. Los datos dispersos (en Pablo y Juan, en Mc y Mt, en Lucas y Hech) resultan significativos en esta perspectiva. Es evidente que no podemos estudiarlos por extenso. Pero podemos y debemos, al menos, situar algunos de ellos, en el trasfondo de la simbología anterior de Lucas 1, 42-43.
Imagen 1: María lleva en su vientre a Jesús,rey niño
Imagen 2: María Gebîra, lleva en su “seno” la iglesia de Jesús
Imagen 3: María, un corazon de esperanza abierta al universo
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