Adviento: Historia y Significado
Un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo
La fecha más remota que se conoce como preparación para la celebración de la Navidad es del siglo IV
(Saturnino Rodriguez).- Adventus Redemptoris (venida del Redentor) es el primer período del año litúrgico cristiano. Es un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
Su duración suele ser de 22 a 28 días, dado que lo integran los cuatro domingos más próximos a la festividad de la Natividad (celebración litúrgica de la Navidad), pero en el caso de la Iglesia ortodoxa el Adviento se extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero.
Orígenes y evolución del Adviento
No se puede determinar con ningún grado de certeza cuándo se introdujo en la Iglesia por primera vez la celebración del Adviento. Pero todo parece indicar que desde fines del siglo IV y durante el siglo V, cuando las fiestas de Navidad y Epifanía iban cobrando una importancia cada vez mayor, en las iglesias de Hispania y las Galias se iniciaba la atención litúrgica al Adviento.
La fecha más remota que se conoce como preparación para la celebración de la Navidad es del siglo IV en que en el Sínodo o Concilio en Caesar-Augusta ( hoy Zaragoza, entonces Hispania) en el año 380 tenido por los Obispos de Aquitania, contra los Priscilianistas, que formaban una secta de los errores de los Gnósticos, de los Maniqueos y de los Sabelianos, en su cánon cuarto se habla de un tiempo “preparatorio a la Navidad “ que prescribe que “Durante veintiún días, a partir de las XVI calendas de enero (17 de diciembre), no está permitido a nadie ausentarse de la iglesia, sino que debe acudir a ella cotidianamente”, tas tres semanas, que se unían a la preparación de los bautismos, por entonces administrados en la festividad de la Epifania
Progresivamente, según se va enriqueciendo de contenido teológico el memorial de la “Nativitas Domini”, así se va diseñando el Adviento como una auténtica liturgia.
San León I “magno” (390-461), Obispo de Roma en el siglo V, piensa el misterio de la Navidad como una preparación para la Pascua: el pesebre es premonición de la cruz y la llegada del Mesías asumiendo la humanidad es evocación de la segunda venida del Señor, revestido de poder y gloria.
En Galia (Francia), San Gregorio de Tours (538-594), menciona un período de ayuno a celebrar a partir del 11 de diciembre, lo que confirió al Adviento un carácter marcadamente penitencial… Consta que en la Iglesia de Roma en el siglo IV había una gran celebración de la fiesta de la Navidad…
La primera noticia acerca de un período de preparación para la Navidad data del siglo V, cuando san Perpetuo, obispo de Tours (490), estableció un ayuno de tres días antes del nacimiento del Señor. A fines del mismo siglo aparece la “Cuaresma de san Martín”, que consistía en un ayuno de 40 días, a contar del día siguiente a la fiesta de san Martín.
San Gregorio Magno (590-604) fue el primer Papa en redactar un oficio de Adviento, y el Sacramentario Gregoriano es el más antiguo en proveer misas propias para los domingos de este tiempo litúrgico.
Con el Papa san Nicolás I (858-867) la duración del Adviento en el s.IX se redujo a cuatro semanas, como se lee en una carta del a los búlgaros. Y en el siglo XII el ayuno fue sustituido con una simple abstinencia.
Lo anterior explica que el Adviento en Roma revistiera esa doble perspectiva y que se mantiene hasta el día de hoy: celebración de la “parusía del Señor” que ha de venir y también celebración de aquel misterio de Cristo, su “salvífica encarnación“, que culmina en el misterio pascual, realizado por la muerte y resurrección del Señor.
Así, pues, adviento que en cuanto vocablo pagano no significa más que venida o llegada, o aniversario de una venida, asume un nuevo valor semántico: el de espera y el de preparación” Lo que explica que en los monasterios, al acabar la catequesis, los monjes repartían dulces o nueces.
Las cuatro semanas de Adviento
Primera semana: Las lecturas de la misa invitan a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años.
Segunda semana: La segunda semana nos invita, por medio de Juan el Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión
Tercera semana: La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.
Cuarta semana: La cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de nuestra espera.
Uno de los colores específicos del Adviento es el morado, aunque también está presente el azul celeste (el color de la Inmaculada), y el verde de la espera, esperanzada. Las coronas del Adviento, que surgen en el siglo XIX en Alemania, cuentan con cuatro velas moradas. La última se iluminará el mismo día en que Jesús nace.
Las figuras y espíritu del Adviento
Los personajes y al mismo tiempo los modelos del espíritu del Adviento en los textos litúrgicos de este tiempo litúrgico de Adviento son: La Inmaculada Concepción 8 diciembre y Santa María de la Esperanza (o “Virgen de la O”) 18 de diciembre y su prima Isabel, el profeta Isaías y Juan el Bautista. Personajes de este tiempo de Advientoque sirve para, como recitan las Escrituras, “Preparar el camino al Señor”, que está a punto de llegar.
Adviento prepara la Navidad
Cuando la Navidad pasó al 25 de diciembre, se crearon los cuatro domingos previos (de Adviento) , cada uno con su lectura, su significado y sus propósitos.
La celebración litúrgica del día 25 como la Natividad -fecha no señalada en Antiguo y Nuevo Testamento – se adoptó siglos después, empezando por el testimonio del historiador y apologista helenista Sexto Julio Africano en el año 221 acerca de la fecha de nacimiento en Judea y el calendario litúrgico filocaliano de 354 después de Cristo, manuscrito ilustrado romano que contiene una colección de documentos de naturaleza cronológica e histórica, reunidos en el año 354 decorado por el calígrafo Furio Dionisio Filócalo.
La Navidad se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras Iglesias ortodoxas como la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén, que no aceptaron la reforma hecha al “calendario juliano” para pasar al calendario conocido como “gregoriano”, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII. El 25 de diciembre es un día festivo en muchos países celebrado por millones de personas en todo el mundo y también por un gran número de no cristianos.
Fuente Religión Digital
Comentarios recientes