ONUSIDA: 75 % de las personas que viven con el VIH conocen su estado serológico
El pasado 1 de diciembre se conmemorabael día Mundial de la Lucha contra el VIH-Sida, cuyo lema este año es “Vive la vida positivamente: conoce tu estado serológico”
Un nuevo informe de ONUSIDA revela que un mayor número de personas VIH-positivas han podido acceder a pruebas y medidas de tratamiento del VIH. En 2017, tres cuartas partes de las personas que vivían con el virus (75 %) conocían su estado, frente a los dos tercios (67 %) de 2015. Asimismo, 21,7 millones de personas seropositivas (59 %) tuvieron acceso a la terapia antirretrovírica, lo cual supone un aumento con respecto a los 17,2 millones de 2015.
No obstante, el informe muestra que 9,4 millones de personas VIH-positivas todavía no conocen su estado serológico, por lo que deben someterse con urgencia a los servicios de prueba y tratamiento.
El informe Knowledge is power revela que, aunque el número de personas que viven con el VIH y que han logrado suprimir su carga viral ha aumentado aproximadamente 10 puntos porcentuales en los últimos tres años (hasta alcanzar el 47 % en 2017), hay todavía 19,4 millones de personas seropositivas que no han logrado suprimir la carga viral.
Para permanecer sanos y prevenir la transmisión, el virus debe reducirse hasta niveles indetectables o muy bajos mediante terapia antirretrovírica continuada. Además, para controlar de manera eficaz la carga viral, las personas que viven con el VIH deben tener acceso a las pruebas correspondientes cada 12 meses.
“Las pruebas de carga viral son un elemento esencial en la supervisión del tratamiento del VIH”, afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Gracias a ellas, podemos comprobar que el tratamiento funciona, que la gente se mantiene sana y que el virus está bien controlado”.
El informe destaca que el acceso a las pruebas de carga viral no es uniforme. En algunas partes del mundo, es muy sencillo acceder a una prueba, puesto que estas están totalmente integradas en el régimen de tratamiento de una persona seropositiva. Sin embargo, hay lugares en los que solo hay una máquina de medición de la carga viral en todo el país.
“El seguimiento de la carga viral debe gozar de la misma disponibilidad en Lilongwe que en Londres”, señaló Sidibé. “Es necesario que las pruebas del VIH y las pruebas de carga viral sean iguales y accesibles para todos aquellos que viven con el VIH, sin excepción”.
“El tema de ONUSIDA para el Día Mundial de la Lucha contra el Sida de este año (“Vive la vida positivamente: conoce tu estado serológico”) hace hincapié en que las pruebas del virus son la única manera de conocer nuestro estado y adoptar un plan de vida saludable”, apunta Eugène Aka Aouele, ministro de Sanidad e Higiene Pública de Côte d’Ivoire.
El informe indica que uno de los principales obstáculos para la realización de las pruebas del VIH es el problema del estigma y la discriminación. Los estudios realizados entre mujeres, hombres, jóvenes y poblaciones clave han revelado que el temor a que se les vea acceder a los servicios del VIH (y, si se les diagnostica la enfermedad, a que esta información se comparta con familiares, amigos, parejas sexuales o la comunidad en general) les disuadía de acceder a dichos servicios, también a las pruebas del VIH.
Otros obstáculos son la violencia o la amenaza de violencia, sobre todo entre mujeres jóvenes y niñas. Las leyes y políticas de consentimiento de los padres también constituyen un obstáculo, ya que hay países en los que los jóvenes menores de 18 años necesitan el permiso de los progenitores para poder someterse a una prueba del VIH. Además, los servicios suelen encontrarse muy lejos de sus casas y el acceso a ellos es complicado o demasiado caro. También puede haber retrasos o errores a la hora de comunicar los resultados de las pruebas, así como demoras en el inicio del tratamiento.
En algunos países, las personas no se realizan la prueba del VIH porque creen que no se encuentran en una situación de riesgo. En Malawi, un estudio concluyó que entre las niñas y mujeres jóvenes (de 15 a 24 años de edad), que se cree que están expuestas a un mayor riesgo de contraer el VIH, más de la mitad (52 %) consideraban que no se encontraban en tal situación y que, por lo tanto, era poco probable que se sometieran a las pruebas del virus.
El acceso a las pruebas del VIH es un derecho humano básico, por lo que ONUSIDA exige un compromiso global para eliminar las barreras que disuaden a las personas de someterse a las pruebas de VIH. Este compromiso debe abordar la supresión del estigma y la discriminación asociados al VIH, la garantía de confidencialidad en las pruebas y los servicios de tratamiento, el despliegue de una combinación óptima de estrategias de prueba del VIH para llegar a las poblaciones más necesitadas, la integración con otros servicios de salud, la supresión de las barreras normativas y jurídicas que dificultan el acceso a las pruebas y el tratamiento del VIH, la ampliación del acceso al control de la carga viral en países de renta media y baja, y la garantía de acceso al diagnóstico temprano de los neonatos.
El informe demuestra que la aplicación de estas medidas contribuirá en gran medida a garantizar que todas las personas que viven con el VIH o que están afectadas por el virus tengan acceso a los servicios necesarios para salvarles la vida.
En 2017, aproximadamente:
36,9 millones (31,1 millones-43,9 millones) de personas en todo el mundo vivían con el VIH.
21,7 millones (19,1 millones-22,6 millones) de personas tenían acceso al tratamiento.
1,8 millones (1,4 millones-2,4 millones) de personas contrajeron el VIH.
940.000 (670.000-1,3 millones) personas murieron por enfermedades asociadas con el sida.
Fuente Universogay
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