Vengo aquí, mi Señor…
Encontré esta oración: “Vengo aquí, mi Señor….”, y ya desde el momento en que la leía encontré ese momento de paz que va serenando por dentro. Cada vez más valoro el tener un tiempo para “respirar”, “tomar aire” o mejor dicho, ese tiempo compartido cuando digo: “Vengo aquí, mi Señor….” y te presento mi vida, con esta oración hoy, e intentando cada día gustar de esa gratuidad cuando el tiempo no lo marca un reloj, no es una actividad más o ahora toca esto, sino que es el querer y sentir que es ahí donde me acoges, donde se alimenta el alma, donde se “pone gasolina”, donde se llame como se llame hay una búsqueda que provoca un encuentro que va más allá y toca en el aquí y ahora de lo que se va viviendo.
Ahora recuerdo un anuncio de este pasado verano con motivo del mundial, de una bebida, que venía a decir que habiendo tenido tiempo para prepararte, que no te falte en el momento más importante esa bebida… más o menos era algo así. En el camino de seguimiento al Señor, el momento importante será cuando nos vayamos dejando guiar, moldear, acompañar por Él. Ahora puede ser tu momento más importante con Jesús, porque es en el hoy que vives, donde puede tener cabida su presencia, es ahora que puedes encontrarle si lo buscas, es ahora que puedes decirle: “Vengo aquí, mi Señor….”.
Atrévete a dar el salto, porque hay Alguien que te dará la mano para caminar. Pon tu vida en sus manos y el resto te lo irá mostrando. Uno solo es capaz de dejar las llaves de su casa a alguien en quien confía de verdad. Quizás es el momento de dejarle la llave de tu corazón y confiarle tu vida a Dios.
“Vengo aquí, mi Señor
a olvidar las prisas de mi vida.
Ahora solo importas Tú.
Dale la paz a mi alma.
Vengo aquí, mi Señor
a que en mí lo transformes
todo nuevo…
…a adentrarme en tu paz que me serena…
…a pedir que me enseñes tu proyecto….”
Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.
Gemma Morató
Periodista Digital
Comentarios recientes