La Catedral Nacional de Washington acogerá las cenizas de Matthew Shepard
El próximo 26 de octubre las cenizas de Matthew Shepard, el joven gay cuyo asesinato hace 20 años marcó la lucha contra la homofobia en EE.UU., serán enterradas en la Catedral Nacional de Washington.
La familia se ha mostrado feliz al haber encontrado por fin un lugar para que Matthew descanse.
Hace ahora 20 años dos hombres atacaron a Matthew Shepard, un joven gay de 22 años que estudiaba en al Universidad de Wyoming, por el único motivo de ser gay. Le apalearon, le golpearon con una pistola y lo ataron a una valla; dejándole a la intemperie con temperaturas bajo cero para que muriera. Un ciclista lo vio y pensó que era un espantapájaros. Al comprobar que era un ser humano, llamó a los servicios de emergencia; pero Matthew murió en el hospital.
A su funeral acudió muchísima gente. Tanta que las iglesias cercanas al lugar del sepelio tuvieron que acoger a decenas de asistentes. Y entre esos asistentes también hubo gente que no acudió a presentar sus respetos o llorar la pérdida de Matthew. Fueron a protestar contra él. Y no eran otros que los fanáticos de la Iglesia Bautista de Westboro.
Un chico de 22 años, asesinado a sangre fría por ser gay y ni siquiera durante su funeral los homófobos fueron capaces de no ser homófobos. Luego alguno se escandaliza cuando decimos que la homofobia es una enfermedad mental.
Esas protestas hicieron que los padres de Matthew decidieran no enterrar las cenizas de su hijo. Tenían miedo de que el lugar elegido se hiciera público y acabara profanado. Durante años han pensado qué hacer con ellas. Podían esparcirlas en algún monte de Wyoming, pero entonces no tendrían un lugar al que acudir para recordarle y hablar con él.
Y ahora por fin han encontrado ese lugar, y será nada más y nada menos que la Catedral Nacional de Washington.
La reverenda Mariann Edgar Budde.
“Creo que es un lugar perfecto y apropiado“, explica el padre de Matthew, Dennis Shepard, al New York Times, “Como familia, estamos felices y aliviados al saber que Matthew tendrá un último hogar, un lugar que a él mismo le habría encantado.”
Y es que Matthew vivió su sexualidad abiertamente, pero también era religioso e incluso fue monaguillo en una parroquia episcopal.
Y precisamente desde la Diócesis Episcopal de Washington se han mostrado felices de acoger los restos de Matthew. “Su muerte fue una herida en nuestra nación“, ha explicado la obispa de la diócesis, Mariann Edgar Budde. “Hacemos nuestra parte para sacar algo de luz de esa oscuridad y sanar a aquellos que han sido tan profundamente heridos, y a veces han sido heridos en nombre de la iglesia“.
“Es un lugar en el que hay una oportunidad real de que otras personas se sienten y reflexionen sobre Matthew, sobre si mismos y sobre sus amigos“, ha explicado el Sr. Shepard, que se muestra feliz de tener por fin un lugar para que tanto la familia como los amigos como cualquier persona pueda visitar a Matthew. Precisamente el mejor amigo de Mattew, Jason Marsden, estará presente en la ceremonia de entierro de las cenizas en la catedral que tendrá lugar el próximo 26 de octubre. Marsden, que actualmente es el director ejecutivo de la Matthew Shepard Foundation, ha explicado que se trata de “un lugar notable para descansar” y considera que “invita a la conversación sobre la importancia de esta persona y lo que esta persona representa para la historia americana“.
Marsden, además, ha añadido que aunque a Matthew le encantaba su iglesia en Wyoming, seguro que le parecería fantástico ser enterrado en una enorme catedral en la capital del país: “Teniendo en cuenta el sentido de la oportunidad y drama que tenía Matt, le habría parecido tremendamente satisfactorio y muy guay“.
Fuente | The New York Times, vía EstoyBailando
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