El obispo auxiliar de Lyon abre la puerta del Sínodo a los LGBT: “¿Quién soy yo para excluirlos?”
“Hay muchas otras formas de familia más allá de la familia nuclear”, dicen los círculos ingleses
“Todos somos parte de esta gente que el Señor quiere salvar”, recuerda monseñor Gobilliard
(Cameron Doody).- Pese a los intentos de los ultraconservadores, la realidad de los católicos LGBT sí se está haciendo presente en el Sínodo de los Jóvenes. Gracias a la honestidad de delegados como el obispo auxiliar de Lyon (Francia), Emmanuel Gobilliard, quien insiste desde Roma en que “todos” sin excepción “deben estar llamados a entrar en una relación” con Dios. “¿Quién soy yo para excluir a alguien de una relación con Jesús?”, ha preguntado el prelado galo.
El auxiliar de Lyon hablaba de esta forma con el colectivo católico LGBT New Ways Ministry al margen de la rueda de prensa en la que participó sobre los trabajos del Sínodo. Preguntado por lo que la Iglesia puede hacer para reconstruir la confianza con los jóvenes LGBT y sus familiares y amigos -ofendidos tantas veces por la falta de sensibilidad para con ellos de clérigos y fieles- Gobilliard respondió:
“Estamos tratando con un grupo que ya no nos escucha. Estamos entrando en un nuevo modelo pastoral que es el modelo de la relación interpersonal con la gente. Yo también soy parte de aquella gente que necesita ser salvada por Jesús. Soy un pobre como los demás… Tenemos que entrar en la lógica del encuentro pastoral con todos y cada uno que está llamado a la felicidad, y todos estamos llamados a la santidad. Cada grupo está llamado a la vida con Jesús, porque la santidad ayuda a los derechos humanos. Viene de Dios mismo”.
El obispo Gobilliard también habló con New Ways Ministry sobre la “identidad” LGBT, una realidad que los elementos más retrogradas de la Iglesia siguen empeñados en negar. Elementos como el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, quien en una intervención en el Sínodo proclamó que “no existe un LGBTQ, un ‘transgénero’ o un ‘heterosexual’ católico, como si nuestros apetitos sexuales definieran quiénes somos”.
“Yo me encuentro con niños y jóvenes que tienen esta o aquella identidad”, señaló Gobilliard. “Yo también tengo identidades múltiples. Soy músico, artista, un obispo francés. Soy varón pero como persona soy atravesado por estas identidades múltiples. Soy un ser complejo y se me tiene que acoger como soy sin reducirme a solo una de estas identidades… Todos somos parte de esta gente que el Señor quiere salvar“.
Preguntado también por si la Iglesia debe incorporar a su doctrina sobre la homosexualidad las conclusiones de la psicología moderna -de forma parecida a la que la encíclica de Francisco Laudato Si’ incorporó las conclusiones de la ciencia del clima- Gobilliard respondió “¡Por supuesto!”.
No es la primera vez que Gobilliard se pronuncia sobre estos temas de la afectividad humana incluso en el poco tiempo que llevamos de Sínodo hasta aquí. El primer día, utilizó su intervención para animar a los demás delegados: “¡No tengamos miedo de la sexualidad!”. “Al empezarse este Sínodo”, dijo el prelado, “es esencial que recordemos lo importante que es poder hablar libremente de la sexualidad, que nuestros jóvenes y seminaristas estén formados para que puedan formar…”.
“Demasiado a menudo, los jóvenes descubren la sexualidad a través del prisma de la pornografía o el silencio avergonzado de generaciones previas”, lamentó Gobilliard, antes de que recalcar que “la sexualidad ya no es un tabú en la Iglesia, pero aún es difícil hablar de ello en términos fáciles”.
La honestidad de Gobilliard no es la única señal positiva de que el Sínodo puede marcar una apertura importante hacia la gente LGBT. Al estilo, quizás, de lo que propone el jesuita James Martin en su libro Tender un puente.
Pese a los intentos de delegados sinodales como Chaput, la realidad de la gente LGBT sí está presente en el Instrumentum laboris del Sínodo(197), que reconoce que “algunos jóvenes LGBT… desean beneficiarse de una mayor cercanía y experimentar un mayor cuidado por parte de la Iglesia”. Y el Círculo “B” de los delegados de habla inglesa, por ejemplo, ha sido fiel a este mandato, al recordar este martes que “hay muchas otras formas de familia más allá de la familia nuclear y la familia extendida”, preguntándose a la vez: “El liderazgo en la Iglesia, ¿requiere a los obispos y sacerdotes que proclamen la verdad del Evangelio negando que éstas son familias?”.
Entrevista-selfie del Papa con el obispo Gobilliard
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