Estar cerca ser de Jesús.
“Ninguno de nosotros sabe lo que podría suceder ni siquiera el próximo minuto, pero seguimos adelante porque confiamos, porque tenemos fe” (Paulo Coelho)
7 de octubre. Domingo XXVII TO
Mc 10, 2-16
Y los acariciaba y bendecía poniendo sus manos sobre ellos
En uno de los cuadros de Domenico Morelli (1826-1901), Cristo y la mujer adúltera, Jesús aparece junto a una mujer sorprendida en adulterio, a la que salvó de ser apedreada por su pecado. Ella está cerca de Jesús, mientras que los acusadores se alejarán de él cuando se sientan acusados: “Quien de vosotros esté sin pecado tire la primera piedra” (Jn 8, 7).
Ya el AT se hace eco de las grandes ventajas de la cercanía. “Para mí año bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio contar todas tus acciones”, canta el salmista en Ps 73, 28; Isaías dice: “Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí?” (Is 50, 8); y Jehová dice a los profetas: “¿Soy yo sólo Dios de cerca y no de lejos?” (Jr 23, 23).
Así lo entona también hoy André Rieu, acompañado por su orquesta:
“Cerca de ti, Señor, yo quiero estar.
Pasos inciertos doy, el sol se va,
más si contigo estoy, no temo ya”.
La proximidad de Jesús hace que nuestros vacilantes pasos por los tortuosos caminos del vivir sean seguros, aunque se ponga nuestro entorno. Estar con él nos da confianza para seguir andando. Y lo mejor en estos casos es avanzar cogidos del brazo del sabio consejo de David Thoreau, que un bello día dijo: “Ve con confianza en la dirección de tus sueños. Vive la vida que has imaginado”. Hay que seguir soñando.
Tuvieron en la Biblia sueños: Cuenta Génesis 2, 19, cuando vieron venir a su hermano José, dijeron: “¡Ahí viene ese soñador! Vamos a matarlo y echarlo en un aljibe; después diremos que lo ha devorado un a fiera, y veremos en que paran sus sueños; En Jueces 7, 13, uno de los del campamento estaba contando: “Mira lo que he soñado: una hogaza de pan de cebada venía rodando contra el campamento de Madián, llegó a la tienda, la embistió, cayó sobre ella y la revolvió de arriba abajo”; lo tuvo también Pilatos tuvo un sueño que Camilo Sexto canto en Jesucristo Superstar: “Soñé un sueño muy extraño, que no sé interpretar”; y Martín Luther King, dijo: “I have a dream”, que era su lucha por la libertad y por todos los derechos del ser humano.
¿De qué categoría son los míos? ¿Son de cercanía, como los que maravillosamente cantaba don Miguel de Unamuno en su Diario íntimo?: “Cada día hago nuevos descubrimientos en la vieja fe. Parece como se extiende la luz de un alba y su creciente lumbre el campo oscuro, que formaba una pastosa mancha, va cobrando contornos y contenidos y figuras y vida. ¡Cuándo saldrá el Sol!”
Saldrá, sin duda, cuando los dedos de la aurora pulsen las cuerdas de la lira enamorada, lo que sucederá en cualquier momento: “Ninguno de nosotros sabe lo que podría suceder ni siquiera el próximo minuto, pero seguimos adelante porque confiamos, porque tenemos fe” (Paulo Coelho)
PASADO, FUTURO Y PRESENTE
Cuando los dedos de la aurora pulsan
las cuerdas de la lira enamorada
los sueños se desmayan.
Los del Pasado son pasados
e ignoramos el cielo donde vuelan
sobre nubes perdidas del recuerdo.
Los del Futuro son futuro, y vuelan presurosos,
queriendo huir lejos
del mundo y de los hombres.
Sólo los del Presente son presente,
y sin cesar batallan
por estar cerca de nosotros
Jesús siempre es Pasado,
es Futuro y Presente
que alienta el caminar de nuestros sueños.
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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