Paralizado el proyecto de ley para prohibir las terapias de conversión en California
El proyecto de ley para prohibir las peligrosas «terapias» reparadoras de la homosexualidad en California por fraude al consumidor entra en vía muerta. Evan Low, el representante demócrata promotor de la medida, ha decidido retirarla después de que ambas cámaras legislativas la aprobaran y antes de remitirla al gobernador del estado para que la firmara. Low tomó la decisión de paralizar el proyecto tras reunirse con representantes de grupos religiosos, que lo animaron a «encontrar una posición común». Asegura que en el próximo periodo de sesiones introducirá una propuesta modificada para conseguir el máximo consenso.
Jarro de agua fría: el estado de California da marcha atrás en su propuesta de prohibir, con carácter general, las peligrosas e inútiles «terapias» de conversión. La iniciativa suponía una novedad respecto a leyes similares en otros estados, cuyo objetivo es la protección de los menores, pero que dejan campo libre a la aplicación de este tipo de intervenciones en mayores de edad a los que se les reconoce la capacidad de consentir libremente sobre ellas. En el proyecto de Low, el foco se ponía sobre el hecho de que este tipo de intervenciones supone un fraude, ya que se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, y por tanto no podrían anunciarse ni ofrecerse como parte de ninguna cartera de servicios con la promesa de conseguir «revertir» la homosexualidad o la transexualidad. Se trata, en este sentido, de proteger los derechos de los ciudadanos como consumidores.
Listo para ser aprobado y pendiente de un último trámite, se paraliza el proyecto de ley para prohibir las terapias de conversión en California. Y lo ha hecho su propio impulsor, el asambleísta demócrata, Evan Low, abiertamente homosexual, quien asegura que necesita más tiempo para elaborar un modelo que pueda ser exportado a nivel nacional.
Aprobado tanto por el Senado como por la Asamblea y pendiente de su ratificación por el gobernador, Jerry Brown, el proyecto de ley para declarar las terapias de conversión como una práctica fraudulenta en el estado de California es paralizado este viernes, 31 de agosto, último día de la sesión legislativa, por su propio autor, el asambleísta demócrata y representante de Campbell, Evan Low, abiertamente homosexual y quien lo habría presentado inicialmente, que ha alegado que necesita más tiempo para tratar de elaborar un modelo que pueda ser exportado a nivel nacional. De haber sido definitivamente aprobada, la denominada Ley AB 2943 tenía el propósito de prohibir la venta y publicidad de terapias de conversión que tienen el objetivo de invertir la orientación sexual de sus pacientes.
A pesar de que recula tras sostener que ha mantenido productivas conversaciones con sus oponentes, algunos de los cuales defienden que los legisladores no deberían limitar las opciones de terapia, mientras que otros luchan contra la propuesta por motivos religiosos, Low sostiene que su proyecto de ley no daña ni la libertad de expresión ni la libertad religiosa, dado que las limitaciones solo se limitan a las campañas de promoción y las transacciones económicas, aunque estaba previsto que también se ampliara a la prohibición de ser aplicadas en personas adultas. Grupos ultraconservadores no han tardado en celebrar esta decisión.
Jonathan Keller, presidente de California Family Council, una de las asociaciones que ha contribuido en gran medida a coordinar la oposición de organizaciones y activistas religiosos a nivel local, estatal y nacional, califica la decisión de Low como una respuesta a sus oraciones, afirmando que su ley «habría limitado trágicamente nuestra capacidad para ofrecer apoyo compasivo relacionado con la orientación sexual y la identidad de género, e incluso para predicar el mensaje de Jesús de amor incondicional y transformación de la vida».
«El peligroso proyecto de ley que prohibiría el asesoramiento e incluso partes de la Biblia está muerto», declara Mat Staver, fundador y presidente de Liberty Counsel y otro de los grandes opositores de la ley AB 2943, quien asegura que su organización estaba preparada «para impugnar este proyecto de ley inconstitucional y peligroso de aprobarse. Gracias a Dios, este proyecto de ley ahora está muerto (…). Me alegra que los legisladores de California reconozcan que muchas personas, incluidos nuestros clientes de Liberty Counsel, tienen experiencia personal en cambiar su atracción sexual no deseada y otras que han ayudado profesionalmente a sus clientes a cambiar, reducir o eliminar las atracciones del mismo sexo».
«Cuando era joven a menudo me encontraba confundido acerca de mi orientación sexual (…). Esto me dejó muy perdido, asustado, solo e incluso con pensamientos suicidas (…). Muchos miembros de la comunidad LGBT no son tan afortunados y no tienen el apoyo que yo tuve y han sido sometidos a la práctica dañina y fraudulenta de la terapia de conversión», asegura Low, para quien este proyecto de ley era intensamente personal, asegurando que continuará trabajando para que sea aprobado el año próximo.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras. “Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente Universogay/Cristianos Gays
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