Las divertidas ocurrencias de los niños en temas de feminismo, género y sexualidad
Niños y niñas tienen siempre esa respuesta que te deja con la boca abierta y no sabes qué contestar. Su mundo es tan sencillo que, a veces, las personas adultas no somos conscientes de que la respuesta más fácil es, casi siempre, la acertada.
Preguntamos a mamás y papás frases dignas de encuadernar de esas personitas que nos sorprenden día a día y de las que tanto tenemos que aprender sobre temas tan complejos como feminismo/machismo, orientación sexual, diversidad familiar o transexualidad.
Nos han regalado las siguientes perlas.
Laia, 8 años
— ¿Mamá, puedo quitarme esto, que me pica que no me aguanto?— Se lo quita pero sigue—. Es que no lo entiendo. ¿Qué utilidad tiene ponerle ahí un lazo? ¿Como adorno? ¿Porque soy chica y es más cuqui ponerle un lacito? Pues que sepas que me parece muy machista. ¿Qué pasa, que por ser chica tengo que ir más incómoda? A ver si se le ocurre a alguien ponerle un lacito a una camiseta interior de niño o, ya que nos ponemos, a unos calzoncillos.
Lara, 7 años
— Mamá, quiero tanto a Irene que no sé si la quiero como amiga o como novia.
Alejandro, 7 años
Un día quedé con una chica que intentó caerle bien a mi hijo jugando con él. Le había tocado una bola mágica que respondía a las preguntas y estábamos jugando a ello cuando la chica le preguntó a la bola:
— ¿Va a encontrar tu madre al príncipe azul?
Mi hijo se quedó mirándola con cara de «No me puedo creer esta pregunta» y le respondió:
— A mi madre no le gustan los príncipes azules, le gustan las princesas azules.
Nerea, 5 años
En el cole tenía una mejor amiga a la que quería mucho y hablaron de ser novias. A los días llegó otra compañera, un poco repipi, y les dijo que dos chicas no podían ser novias y Nerea le contestó:
— Sí se puede, porque mis tías se han casado y son muy felices.
Ángela, 6 años
Ángela y su hermana solas en el salón discutiendo porque su hermana le dice:
— Que sí, que ya sé que antes eras un chico y ahora quieres ser chica, no pasa nada.
Y Ángela le responde súper indignada:
— No es que yo sea un chico que quiere ser chica es que soy una chica porque yo siento que lo soy y si lo sientes lo eres. Cada uno puede ser lo que quiera y yo soy una chica.
Vida, 4 años
Vida se inventa canciones desde siempre y un día íbamos en el coche y la escucho cantar:
—No quiero ser una princesa solaaaaaaa, no quiero ser una princesa sin nadaaaaaaa, quiero seeeeeeeer… Una princesa guerreraaaaaaa.
Me la como.
Mireia, 7 años
— Mamá, ¿tú te has casado?
— Sí, amor
— ¿Con quién?
— Con mami
— Noooo, quiero decir si te has casado con un chico.
— No, amor, con un chico no. Yo elegí casarme con una chica.
— ¿Y yo?
— Tú, si algún día te quieres casar, elegirás a quien tú quieras, chico o chica, da lo mismo.
— Pues yo cuando me case lo haré con Claudia.
María, 5 años
Estábamos en el parque y no había nadie con quien jugar. De repente aparece una niña con sus abuelos que se sientan en el otro lado del parque. Le digo:
— Cariño, ¿por qué no le preguntas a esa niña si quiere jugar?
Después de jugar un rato se acercan donde los abuelos y puedo escuchar:
— ¿Cómo te llamas?
— María, y tengo 3 mamás.
Y se va corriendo como si nada.
Leire, 6 años
Quedamos con una amiga que acababa de tener un bebé para que le pudiésemos conocer y pregunta mi hija:
— ¿Es niño o niña?
Mi amiga le responde que es un niño. Leire se le queda mirando y suelta:
— Eso aún no se puede saber.
Mi amiga se ríe y le dice que sí se sabe porque ya ha nacido y es un niño. Leire la mira seriamente y le dice:
— Es muy pequeño, hasta que no hable y lo diga no se sabe.
Fuente Oveja Rosa
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