Día Mundial contra la Trata de personas: Explotación laboral, sexual, comercio de órganos, delincuencia forzosa… seres humanos esclavos
Ayer, Día Mundial contra la Trata de personas, “una plaga” en palabras del Papa
Naciones Unidas advierte que las políticas antinmigración favorecen la criminalización de las víctimas
Manos Unidas exige abolir la “esclavitud moderna” de la trata
Un 30% de las víctimas de la trata son niños, y un 70% son mujeres y niñas
“Se han podido identificar víctimas hasta de 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo y que se mueven a través de hasta 510 corrientes intrarregionales y transnacionales“
(Jesús Bastante/AyO).- Son millones en todo el mundo. Niños y niñas abandonados, hombres y mujeres esclavizados, víctimas de la prostitución, de jornadas laborales de sol a sol. Son los esclavos del siglo XXI, el de las libertades. Hoy, Día Mundial contra la Trata de personas, “una plaga”, como ayer la definió el Papa Francisco.
En sus palabras tras el rezo del Angelus, el Pontífice denunció esta lacra, que “reduce a la esclavitud a muchos hombres, mujeres y niños con la finalidad de la explotación laboral y sexual, del comercio de órganos, de la mendicidad y de la delincuencia forzada“.
Según las cifras de la Organización Internacional del Trabajo, casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. A ello hay que sumarle las víctimas para la explotación laboral y sexual. A pesar de no tener datos exactos sobre cuántas de estas últimas fueron objeto de trata, la cifra implica que en la actualidad hay millones de víctimas en el mundo.
No se trata de una realidad ajena a nuestras fronteras. De hecho, muchos clubes de alterne nutren sus denigrantes ‘canteras’ de mujeres secuestradas o engañadas, que han de vivir durante años encerradas, en jornadas maratonianas de sexo pagado (y cobrado) por otros, a cuenta de una deuda que jamás existió, o de amenazas a tus familias.
Escuchemos el grito de tantos hermanos explotados mediante tráficos criminales: no son mercadería, son personas humanas, y como tales deben ser consideradas. #EndHumanTrafficking @M_RSeccion
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 30 de julio de 2018
Las rutas migratorias también son utilizadas con frecuencia “por los traficantes y explotadores para reclutar nuevas víctimas de la trata”, denuncia Francisco. El destino de muchas de ellas es Europa. Y sí, también nuestro país.
Ante este Día Mundial contra la Trata, expertos de la ONU recuerdan que los migrantes y los refugiados son personas vulnerables que necesitan ser protegidas y sus derechos humanos deben ser salvaguardados, tarea que compete a los Estados.
La relatora especial contra el tráfico de personas, Maria Grazia Giammarinaro, señala en una declaración que “los Estados alrededor del mundo deben actuar para mejorar sus esfuerzos en prevenir y combatir” este flagelo, “asegurando que las víctimas y potenciales víctimas son consideradas y tratadas como titulares de derechos humanos”.
Muchas personas víctimas de los traficantes “son migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, que han decidido abandonar su país por diversas razones, como por ejemplo conflictos, desastres naturales, persecución o pobreza extrema. Han dejado atrás su red de protección social y son particularmente vulnerables al tráfico y la explotación“, destaca Giammarinaro.
La experta señala que existe actualmente “una atmósfera política antinmigración envenenada“, en la que “a menudo los migrantes son descritos como una amenaza, cuando en realidad contribuyen a la prosperidad de los países de acogida en los que viven y trabajan”.
En este contexto, el discurso contra la trata a menudo se usa indebidamente para justificar políticas de migración restrictivas y acciones que llevan a un retroceso: “Denunciar los enfoques xenófobos y racistas, así como la violencia, el odio y la discriminación, es un deber moral que está en el poder de todos”, asegura la relatora.
No solo son los migrantes y refugiados el blanco de tales discursos, los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil son «criminalizados y aislados» por su solidaridad con las víctimas. “Cualquier intento de deslegitimar su trabajo humanitario es inaceptable”, asegura la experta.
El delito de la trata es una gran violación de los derechos humanos. Por ese motivo, Giammarinaro recuerda que “los Estados tienen la obligación de prevenirla“ y señala que bajo el recientemente acordado Pacto Mundial sobre la Migración, estos deben establecer procedimientos apropiados y dar soluciones a la medida para prevenirlo. “En el Día mundial contra la trata de personas, mi mensaje es que, incluso en tiempos difíciles, la inclusión es la inclusión, no la exclusión”, concluye Gianmmarinaro.
Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov, señala en otro comunicado que este día destaca “la necesidad urgente de intensificar las respuestas al tráfico de niños y jóvenes”.
“La protección de los más vulnerables se ha vuelto cada vez más importante, ya que las crisis humanitarias y los conflictos armados han dejado a los niños y jóvenes en mayor riesgo de ser víctimas de trata. Los peligros se complican aún más cuando los niños y jóvenes están en movimiento, a menudo separados de sus familias”, asegura.
(Manos Unidas).- Hoy (ayer) se celebra el Día Mundial contra la Trata con el objetivo de concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano con fines de explotación económica y comercial y promocionar y proteger sus derechos.
Esta jornada de reflexión y sensibilización fue establecida por la ONU en 2013 para impulsar una “respuesta internacional, colectiva y global” ante esta grave situación, considerada una nueva forma de esclavitud.
Desde Manos Unidas se llama la atención sobre el hecho de que las víctimas del tráfico de personas, se ven sometidas a las más diversas formas de explotación y abusos, como la prostitución, trabajos forzados, mendicidad, servidumbre, matrimonio forzado y trasplante de órganos, entre otras. Pero, además, desde la ONG y como parte de su lucha contra la pobreza y sus causas, se trabaja también para prevenir la trata, un delito y una de las más graves vulneraciones de los Derechos Humanos que es considerada una nueva forma de esclavitud o “esclavitud moderna”. Y desde Manos Unidas se destaca que en el origen de esta situación está la pobreza y la falta de educación que existe en numerosos lugares del mundo.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso, cifra que incluye las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual. Aproximadamente un 30% de las víctimas de la trata son niños, y un 70% son mujeres y niñas. Este es un problema global ya que todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino. Así, se han podido identificar víctimas hasta de 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo y que se mueven a través de hasta 510 corrientes intrarregionales y transnacionales que, en el 5% de los casos, atraviesan el mundo entero y que tienen por víctimas a las personas de las regiones más pobres de Asia Oriental y Meridional y del África subsahariana.
Para luchar contra esta grave situación que ha sido definida por el abolicionista John Wesley como “la execrable suma de todas las villanías” y por el papa Francisco como “una plaga vergonzosa”, Manos Unidas ha apoyado con 1.405.458 € en los últimos 8 años la realización de 21 proyectos especializados en la prevención del tráfico humano y el rescate y reinserción social y familiar de sus víctimas en países como Benín, Brasil, India, Laos, Tailandia y Vietnam.
MANOS UNIDAS CONTRA LA TRATA EN BENGALA OCCIDENTAL Y ASSAM
Según el último estudio de la Fundación Reuters, India es el país donde más peligro corren las mujeres de ser víctimas de trata de personas; incluido el trabajo forzoso, esclavitud sexual y servidumbre doméstica. Esta realidad no pasa desapercibida para Manos Unidas y los datos lo reflejan: de todos los proyectos contra la trata financiados por la ONG en los últimos ocho años, el 71% se han realizado en India. De esos proyectos, el 33% se han desarrollado en el estado de Bengala Occidental y el 20% en Assam donde la organización colabora en proyectos que pueden ponerse como ejemplo de lucha y prevención contra la trata.
En Assam, en los últimos dos años las Hermanas Misioneras de María Auxilio de los Cristianos han desarrollado en el Norte del estado, en los distritos de Baksa y Udalguri, un Programa de Prevención de Tráfico Humano que ha beneficiado directamente a 900 personas, fundamentalmente jóvenes y mujeres tribales que llegaron a estas tierras desde otros lugares, huyendo de los conflictos entre bodos y santales de finales de los años noventa, tensiones que ahora se siguen produciendo entre bodos y musulmanes, por lo que no pueden regresar a sus lugares de origen. La población es muy pobre y la mayoría, analfabeta, y como consecuencia de ello se ven obligada a emigrar a las ciudades. La zona se ha convertido en un enclave gravemente afectado por el tráfico de personas que acaban trabajando como esclavas, son víctimas de la explotación sexual e, incluso, de la extracción de órganos. Por eso el proyecto se ha centrado, sobre todo, en la prevención del tráfico de personas y la promoción de normas de migración segura mediante la realización de talleres de concienciación y de la creación de Comités de Vigilancia en 30 aldeas.
También en Assam, pero a través del Centro Auxilium Reach Out y de otros diez centros distribuidos en aldeas cercanas a Guwahati que coordinan las Hermanas de María Auxiliadora (Salesianas de San Juan Bosco) se desarrolla un Programa de Concienciación y Prevención contra el Tráfico de Mujeres. Este proyecto, en el que participan directamente unas 1.000 mujeres jóvenes, tiene como principales ejes la realización de actividades de formación y capacitación de mujeres y jóvenes, alfabetización y creación de Grupos de Autoayuda y Comités de Vigilancia, todo ello para concienciar sobre esta realidad a otras cerca de 4.000 mujeres, jóvenes, profesoras y líderes locales de las comunidades.
Por otra parte, en el estado de Bengala Occidental y junto a la organización Seva Kendra Calcutta (Servicios Sociales de la Archidiócesis de Calcuta) está teniendo lugar un Programa de prevención del tráfico de personas y violencia de género que se desarrolla el distrito de 24 North Parganas, a unas tres horas en coche de Calcuta y muy cerca de la frontera con Bangladesh. Es una zona superpoblada, con extrema pobreza y un paro de casi el 70%, que tienen como consecuencia la migración de personas y problemas sociales como el alcoholismo y la violencia contra las mujeres. Las mafias son muy poderosas en la zona y engañan a las familias con promesas de trabajos bien remunerados en las ciudades o simplemente captan a los jóvenes y a las mujeres durante sus desplazamientos a otros lugares. Por eso, la intervención que está apoyando Manos Unidas se centra sobre todo en prevenir el trabajo infantil, la desigualdad de género y el tráfico de personas, alcanzando directamente a 1.887 personas, sobre todo mujeres y jóvenes.
Fuente Religión Digital, Manos Unidas
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