La Eucaristía nos ha de llevar a la solidaridad
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
01. MEMORIA DE LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES.
Sea como fuere, el relato -el acontecimiento- de la multiplicación de los panes, quedó muy grabado en la mente y en el corazón de los primeros cristianos. Es uno de los acontecimientos-relatos que lo narran los cuatro evangelistas.
Jesús se preocupa de las necesidades, de las enfermedades, de las marginaciones, en el caso de hoy del hambre de aquella multitud que había acudido a escucharle. La gente, el ser humano necesita comer.
v 5. Estaba cerca la Pascua de los judíos”, No es un dato cronológico, sino teológico. La Pascua de los judíos ni alimenta ni salva. La gente no sube ya a Jerusalén, como era su obligación, sino que busca en Jesús la liberación que ni el templo ni la religión pueden dar.
Necesitamos comer en el sentido más amplio de la palabra: pan, cultura, higiene, medicina, fe.
02. LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES NO ES MAGIA.
Era evidente que Jesús ni sus discípulos podían comprar pan para toda aquella gente
Jesús lo sabe. Los que tienen dinero no resolverán nunca el problema del hambre en el mundo, porque para resolver el problema del hambre (crisis, tercer mundo, Grecia, etc.) se necesita algo más que dinero: solidaridad y buena voluntad.
Había un muchacho que tenía cinco panes y dos peces. Pero el muchacho no se los queda para él: los reparte.
v 8 Andrés una solución distinta a la del comprar. Habla de los panes y los peces que descubre, como algo de lo que se puede disponer. El muchacho (un chaval débil) representa al insignificante grupo de los discípulos.
El hambre, la crisis, el tercer mundo se resuelve cuando nadie acapara lo suyo habiendo otros que pasan hambre.
La Iglesia y la humanidad habremos de aprender a poner a disposición de los hambrientos lo que tengamos, aunque sólo sea “cinco panes de cebada y un par de peces”.
5 panes y dos peces: 5+2: 7. Siete es número de plenitud. Hay alimento de sobra para todos.
Llama la atención en el papa Francisco esta preocupación por “multiplicar los panes”. En el fondo es lo que ha hecho en sus viajes, aunque no faltan quienes también le han criticado por la defensa de los pueblos débiles y oprimidos.
Es muy difícil enseñar a compartir cuando únicamente sabemos comprar con ansiedad. Los criterios hondamente insolidarios, que rigen nuestras sociedades difícilmente resolverán el problema del hambre.
El milagro de la multiplicación de los panes consiste en liberarnos de nuestra indiferencia ante quienes mueren de miseria y hambre.
Cuando somos solidarios, hay pana para todos, incluso sobra. Llenaron doce canastas, que hacen referencia a las doce tribus de Israel, es decir: todo el pueblo.
03. v 10 JESÚS MANDÓ QUE SE SENTARAN (RECOSTARAN) TODOS.
Comer recostado era signo de personas libres. La solidaridad crea personas solidarias y libres. La Eucaristía -cuando es tal- crea fraternidad. El cristianismo no crea “clases sociales”, estamentos, no quiere servidumbres ni dependencias de ninguna clase. Todos vosotros sois hermanos, (Mt 23,8).
04. MULTIPLICAR LOS PANES ES EUCARISTÍA.
Hoy hemos comenzado a leer el cp. 6º de san Juan, que seguiremos leyendo durante un mes, más o menos. Es un largo texto que nos habla de la multiplicación de los panes, después pasa al pan de vida: Yo soy el pan de vida. Nos habla de la Eucaristía:
Jesús Dijo la acción de gracias. Eucaristhesas: “habiendo dado gracias”. Este dato tiene mucha miga. Se trata de conectar la comida y la solidaridad con el ámbito del Señor. Es la Eucaristía. Una vez liberado del acaparamiento egoísta, todos tendrán acceso a ese bien necesario
Es la Eucaristía, (que vamos a continuar celebrando)
Baste por hoy terminar con que: la solidaridad, multiplicar los panes es Eucaristía y la Eucaristía nos ha de llevar a la solidaridad.
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