Los obispos italianos, contra la política de “Cerrar fronteras y levantar barreras” a la migración
“Nos sentimos responsables de este ejército de pobres, víctimas de la guerra y el hambre, el desierto y la tortura”
“Salvar nuestra propia humanidad de la vulgaridad y la barbarie pasa por el compromiso de preservar cada vida”
(J. B./Fides).- “Nos sentimos responsables de este ejército de pobres, víctimas de la guerra y el hambre, el desierto y la tortura”. La Conferencia Episcopal italiana se vuelca con los inmigrantes, y contra la postura del Gobierno transalpino de “cerrar las fronteras y levantar barreras”.
En un comunicado que lleva por título ‘Migrantes, del miedo a la acogida’, el episcopado italiano hace suya “la mirada perdida y los ojos en blanco de quien se ve abocado in extremis al abismo que ha engullido a otras vidas humanas”, que suponen “la última imagen de una tragedia a la que no podemos acostumbrarnos“.
“Es la historia del sufrimiento de hombres, mujeres y niños que, a la vez que nos impide cerrar las fronteras y levantar barreras, nos pide que nos atrevamos a ejercer la solidaridad, la justicia y la paz”, sostienen los obispos, que reconocen no pretender “ofrecer soluciones baratas“.
“Sin embargo -añade la nota-, no tenemos la intención de mirar hacia otro lado, ni de hacer que nuestras palabras sean desdeñosas y agresivas. No podemos permitir que las preocupaciones y los temores afecten a nuestras elecciones, determinen nuestras respuestas y alimenten un clima de desconfianza, desprecio, enfado y rechazo“.
Por contra, la Iglesia se compromete a “involucrarnos en una bienvenida generalizada capaz de auténtica fraternidad”. Así, añaden los obispos, “miramos con gratitud a aquellos que, junto a nosotros, con su disponibilidad son signos de compasión, visión de futuro y valor, son constructores de una cultura inclusiva, capaces de proteger, promover e integrar”.
“Advertimos inequívocamente que la forma de salvar nuestra propia humanidad de la vulgaridad y la barbarie pasa por el compromiso de preservar la vida. Cada vida, sobre todo, la de los más vulnerables, humillados y pisoteados”, concluye la nota.
Fuente Religión Digital
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