En el Pentágono celebran el mes del Orgullo a la sombra de Trump
Por séptimo año consecutivo se realizó en el Departamento de Defensa una actividad para reconocer a las personas lesbianas, gays, trans y bisexuales que hacen parte del Ejército de los Estados Unidos. A pesar de la política antigay desplegada por el presidente Trump.
En medio de una ceremonia un tanto deslucida por la lluvia se inició la VII edición del Mes del Orgullo LGBT, en lo que se conoce como “DoD Pride” (El Orgullo del Departamento de Defensa).
Además del ambiente poco festivo que impuso la lluvia, más grave y sombrío ha sido el rechazo directo por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que las personas transexuales formen parte de las Fuerzas Armadas. Decisión que fue bloqueada por varios tribunales al señalar que dicha norma supone ir en contra del principio de igualdad defendido en la Constitución.
La agencia de noticias Efe informó que este evento, en el cual participaron unas 200 personas, sirve de homenaje a las personas lesbianas, gay, transexuales y bisexuales que hacen vida dentro de las Fuerzas Armadas estadounidenses, y tiene lugar en el Pentágono desde que hace siete años cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama (2009-2017), puso punto y final a la política del “no preguntes, no digas”, que prohibía servir en el Ejército a los homosexuales declarados.
La ceremonia contó con la asistencia de la mayor Jamie Lee Henry, una militar activa, de casi dos metros de alto y melena rubia, que sirve como doctora en el Centro Médico Militar Walter Reed de Bethesda (Maryland). “Cuando me pidieron que tomara la palabra, me pregunté ¿Por qué yo? Nunca he entrado en combate, no soy una heroína. Pero entonces me di cuenta, no soy ajena a la oscuridad”, dijo la mayor en su discurso.
Henry fue la primera transexual en las Fuerzas Armadas y, desde entonces, es modelo para todos aquellos que, al igual que ella, viven en estos tiempos la incertidumbre de no saber si podrán seguir sirviendo a su país, informó la agencia.
“Yo he sido esa persona, rota, llorando en los suelo de baldosa. Para poder sobrevivir tenía que tener el valor de someterme a una transición”, explicó emocionada.
Por su parte, el congresista Anthony Brown dijo durante su intervención en el evento: “Creo firmemente que el derecho y el privilegio de servir a nuestro país no debería ser negado a ningún estadounidense, aunque a lo largo de la historia ha supuesto una lucha para afroamericanos, mujeres, homosexuales y, ahora, transexuales (…) “Es importante que el presidente Trump reconozca el derecho de las personas transgénero a servir a nuestro país, y si no lo hace, que sean los tribunales los que le planten cara”, afirmó el congresista.
Actualmente, en el ejército de los EEUU sirven unas mil personas transexuales. Durante este evento también se le rindió homenaje al capital de corbeta Blake Dremann, transexual activo en las Fuerzas Armadas y uno de los más fervientes defensores del colectivo. También hubo palabras de agradecimiento hacia el exsubsecretario de Defensa, Douglas Wilson, uno de los principales impulsores del fin de la política “no preguntes, no digas”.
“El problema es que algunos no entienden y les asusta aquello que no comprenden, por lo que difundir información y educar a la gente de manera adecuada ayudará a una más fácil transición”, comentó a Efe la sargento Jaimie Swartz, una mujer lesbiana. Según su testimonio, en el Ejército “en general” todo el mundo es “muy tolerante”, y explicó que lo único que se espera de ella es que cumpla y que haga su trabajo.
El empeño en la discriminación de las personas transexuales
Conquistada la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2016, Donald Trump y Mike Pence (cuya LGTBfobia era ya bien conocida antes de ser invitado por Trump a ser su candidato a vicepresidente) se lanzaron sin disimulos a implementar su agenda anti-LGTB, de la que las personas trans son en este momento su objetivo principal. Hay en marcha, por ejemplo, toda una operación para excluirlas del Ejército, que por el momento permanece en suspenso por decisión judicial pero que Trump y Pence parecen decididos a llevar hasta el final.
La administración Trump también retiró la protección al alumnado trans en las escuelas que reciben fondos federales. Y ha prohibido, por mencionar otro ejemplo más, el uso de la palabra «transgénero» en los informes de su principal agencia sanitaria, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés). Y todo ello por no hablar de las medidas dirigidas de forma global contra el colectivo LGTB en su conjunto, como por ejemplo su intención de que el personal sanitario pueda negarse a atender a una persona homosexual, bisexual o transexual si considera que prestarle la asistencia sanitaria que precisa vulnera sus creencias.
Fuente Universogay/Cristianos Gays
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