Universidad de Valencia garantizará el derecho del alumno a su identidad sexual
La UPV ya atendía situaciones relacionadas con la “identidad sentida” y, de hecho, ya hay siete personas con acreditaciones acordes a su nombre común o sentido manifestado.
La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha aprobado su Protocolo de Atención a la Identidad y Expresión de Género, que garantiza el derecho del alumno transexual que manifiesta una identidad de género sentida diferente a la asignada en el momento del nacimiento.
Además, el Protocolo aprobado por el Consejo de Gobierno de la UPV establece que los miembros de la comunidad universitaria tienen derecho al reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba psicológica o médica, según un comunicado de la iniversitad.
Antes de la Ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y a la expresión de género en la Comunidad Valenciana, la UPV ya atendía situaciones relacionadas con la “identidad sentida” y, de hecho, ya hay siete personas con acreditaciones acordes a su nombre común o sentido manifestado.
En este sentido, la Universitat facilitaba la acomodación entre el nombre de inscripción en Registro Civil y el nombre de uso común o sentido, según ha explicado la vicerrectora de Responsabilidad Social y Cooperación, Rosa Puchades, quien ha indicado que con el Protocolo se pretende “establecer el marco de atención en la UPV”.
El documento aprobado viene avalado por los Estatutos; por el principio de igualdad y no discriminación, establecido en la Constitución y por la citada Ley Integral, de 7 de abril de 2017.
En su aplicación, las universidades “adaptarán el protocolo educativo para atender al alumnado trans, incluyendo medidas de seguimiento y de coordinación con los centros de acceso”.
El texto establece que los miembros de la comunidad universitaria tienen derecho al reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba psicológica o médica, y que la institución se comprometerá a mantener la confidencialidad sobre las solicitudes y procesos de modificación de uso de nombre.
“El Código ético supone un paso más en la concreción de los valores que inspiran la actuación de la Universidad Politécnica de Valencia”, ha declarado la vicerrectora de Responsabilidad Social y Cooperación, Rosa Puchades.
La finalidad de este documento, aprobado también por el Consejo de Gobierno de la UPV es “crear una cultura ética compartida y una organización responsable donde las personas actúen con profesionalidad, integridad y justicia; y contribuyan con ello a la construcción de una mejor sociedad”.
Para su redacción se ha llevado a cabo un amplio proceso de participación en el que han colaborado los tres colectivos de la comunidad universitaria (alumnado, personal docente e investigador y personal de la administración y los servicios).
El trabajo ha contado con el asesoramiento de expertos externos como Adela Cortina y Domingo García-Marzá.
Durante la sesión, se dieron a conocer las cuentas anuales de 2017 y el gerente de la UPV, Salvador Navarro, destacó la implantación de la normativa de I+D+i y formación no reglada y la venta del edificio de Blasco Ibáñez, “que ha producido un ingreso de 14 millones y medio”.
De cara al futuro, subrayó la puesta en marcha de un plan plurianual de financiación que permita a la universidad “tener un nuevo escenario presupuestario que permita hacer mayores cambios”.
Además, se presentó la propuesta de modificación de crédito, dado que hay un remanente de tesorería positivo, que permitirá el pago del 100 % de la carrera profesional del Personal de Administración y Servicios de la Universidad Politécnica de Valencia.
Fuente Agencias, vía Cáscara Amarga
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