Cierra Memories Pizza, uno de los primeros establecimientos en utilizar la ley de Libertad religiosa en Indiana
Después de tres años de controversia, Memories Pizza, uno de los primeros establecimientos que anunciara públicamente su intención de rechazar cualquier petición para dar servicio a una boda gay tras la aprobación de la Ley de Libertad Religiosa en Indiana, echa definitivamente el cierre.
El que actualmente es el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, era gobernador de Indiana en 2015, cuando no duda en firmar la controvertida Ley de Restauración de la Libertad Religiosa. Muchos son los activistas del colectivo LGBT que advierten que no se trata de una ley que nada tiene que ver con las creencias religiosas y mucho con la discriminación de las personas homosexuales ante la aprobación del matrimonio igualitario. Kevin O’Connor y su hija, Crystal, son los primeros en anunciar su intención de rechazar cualquier evento relacionado con una boda entre personas del mismo sexo en su restaurante de Walkerton, Memories Pizza, que ahora se han visto obligados a cerrar definitivamente.
«Son más que bienvenidos de venir y comer», declaraba Kevin O’Connor refiriéndose a los potenciales clientes homosexuales, «no es de eso de lo que se trata. Veremos que no está bien que un hombre se case con otro hombre ni que una mujer se case con otra mujer. La gente podría terminar casándose con los árboles». De esta manera, el propietario de este pequeño restaurante de ocho mesas, alcanza una gran notoriedad en los Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los primeros en proclamar que si bien seguirían atendiendo a sus clientes independientemente de su orientación sexual, se verían obligados a «decir que no» en el caso de recibir un encargo para una boda gay al entrar en conflicto directo con sus creencias cristianas.
Lo que hoy se ha convertido en algo habitual, no sólo era inaudito hace tres años, sino que se convierte en objeto de burla y escarnio, lo que le lleva a tener que cerrar temporalmente. «¿Quién vendría a Walkerton conmigo a quemar Memories Pizza?», publicaba en Twitter el entrenador de un instituto de secundaria, por lo que termina siendo despedido, la policía se ve obligada a presentarse cada dos por tres en el restaurante por algún conflicto y el establecimiento se convierte en una manera de arremeter contra los conservadores. Ciertamente es insólito que alguien pretendiera celebrar una boda en un restaurante con ocho mesas, pero una pareja consigue ingeniárselas para que atiendan a lo que sería una boda gay, en lo que era una encerrona de una pareja de cómicos.
Por otro lado, hubo quienes escogieron apoyar a los O’Connor, para lo que se llega a lanzar una campaña para recaudar fondos mediante la que consiguen hasta 846.057 dólares y subsanar así las pérdidas del cierre provisional inicial. «Más allá del enfado, parece que ya no hay manera de llevarnos bien… Solo porque no estoy de acuerdo contigo no significa que deba odiarte», declara el propietario del restaurante una vez parece calmarse la situación, lamentando toda la polémica generada, que él mismo se encarga de reavivar cuando se presta a aparecer el año pasado en un programa de Fox, You the Juru (Tú el Jurado), para debatir sobre una pareja del mismo sexo. La suma de todo esto lleva a la familia a echar el cierre definitivo desde el mes de marzo. «Simplemente listos para retirarnos», es la única respuesta que los medios de comunicación que han tratado de ponerse en comunicación con los O’Connor han recibido.
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