Los Mossos d’Esquadra aclaran un asesinato homófobo ocurrido el año 2000 en Montgat (Barcelona)
A veces la justicia se hace esperar años. El 8 de marzo del año 2000 moría asesinado en Montgat (Barcelona) Vitervo A. V., de 45 años, un ciudadano ecuatoriano que llevaba pocos meses trabajando en España. Sobre su cadáver, pintada con su propia sangre en la pared del cuarto en el que fue cruelmente asesinado, la frase «Hitler tenía razón». En un primer momento se sospechó que la motivación del crimen fue puramente racista, aunque la investigación posterior ha revelado que básicamente se trató de un crimen homófobo. Casi 18 años después, su asesino ha sido detenido por fin en Colombia, según daban a conocer hace unos días los Mossos d’Esquadra.
Lo relata con detalle el diario El País, el mismo periódico que el 14 de marzo del año 2000 se hacía eco del asesinato de Vitervo, sin que por entonces la posible motivación homófoba apareciera ni siquiera mencionada en la noticia. El cadáver fue descubierto en el piso en el que la víctima cuidaba de un anciano discapacitado por el hijo de este último. Había sido apuñalado con saña y finalmente degollado. Sobre la pared, escrita con la sangre de la víctima, la frase antes mencionada, además de las letras «K K K», las siglas del Ku Klux Klan. Todo apuntaba al crimen racista, aunque el propio artículo de El País decía entonces que «hay otros indicios, que los investigadores se reservaron y no quisieron concretar para no dar pistas a los culpables, que pueden llevar a nuevas pistas para resolver el caso».
Ahí quedó la historia, de la que no recordamos haber escuchado nada más… hasta ahora, cuando hemos sabido que el asesino de Vitervo fue por fin detenido en septiembre de 2017, y que los «otros indicios» de los que hablaba aquel artículo en realidad apuntaban al crimen homófobo. El cadáver fue encontrado desnudo sobre un charco de sangre con una flor de plástico enredada en la oreja.
El proceso para descubrir al asesino no ha sido sencillo. De hecho, la investigación permaneció atascada durante años. Es cierto que tres años después del asesinato alguien llamó a una prima de la víctima y le hizo escuchar una grabación en la que parecía escucharse su voz suplicando por su vida. La Guardia Civil intervino el teléfono desde el que se hizo la llamada y obtuvo información sobre el tráfico de drogas, pero no pistas sobre el asesinato.
Fue en 2016 cuando la jueza titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Badalona ordenó la reapertura del caso a los Mossos, que centraron la investigación en los contactos telefónicos de la víctima. Acabaron por localizar a un individuo nacido en Colombia, que en 2009 regresó a su país, y que tenía varios antecedentes por agresión sexual. Agredía a sus víctimas cuando iban bebidas, y una de ellas denunció que la había grabado pidiendo clemencia. Un patrón que recordaba a lo sucedido con Vitervo. Más tarde comprobaron que desde la casa del anciano al que cuidaba la víctima se había hecho una llamada a un número de teléfono que salía en un anuncio de contactos en la prensa local, y que les condujo a un domicilio en Vilafranca del Penedès en el que precisamente vivía por entonces este individuo, que estaba casado. Se trataba del exmilitar colombiano. Los Mossos llegaron además a localizar a varias personas a las que al parecer el asesino les había contado lo que había hecho.
Los Mossos tienen claro lo que sucedió. Aquel fatídico 8 de marzo, Vitervo quedó con su asesino, al que en efecto conoció a través de un anuncio de contactos. Era un exmilitar que había servido el Ejército colombiano, que también formó parte durante un tiempo del Ejército español, y que al parecer simpatizaba con el nazismo. Tras comer y beber en abundancia, Vitervo llevó a su asesino al domicilio del anciano al que cuidaba, y que en ese momento no se encontraba en la casa, con objeto de mantener relaciones sexuales. Allí se produjo el brutal asesinato.
Nuestras felicitaciones a los Mossos d’Esquadra por aclarar este horrible crimen. El asesino, que fue detenido en septiembre, se encuentra en prisión preventiva en Colombia a la espera de ser extraditado a España para que tenga lugar el juicio. Y la memoria de Vitervo, otra víctima de la violencia homófoba en nuestro país, ha sido recuperada.
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