El actor Nahuel Pérez Biscayart es “pesimista” con avances de los derechos LGTB
“Hay avances, quizás, en términos de leyes, pero luego en términos sociales no sé” porque aún continúa “la estigmatización, la discriminación y la violencia hacia los otros”.
El actor argentino Nahuel Pérez Biscayart, cuya carrera ha sido impulsada por su papel de homosexual en la película “120 pulsaciones por minuto“, manifestó este sábado que la discriminación contra las minorías sexuales sigue igual, pese a nuevas leyes y su mayor visibilidad en el cine.
“Soy bastante pesimista porque me despierto todos los días y leo atrocidades”, dijo Pérez, de 32 años. “Hay avances, quizás, en términos de leyes, pero luego en términos sociales no sé” porque aún continúa “la estigmatización, la discriminación y la violencia hacia los otros“, añadió.
Las declaraciones del actor argentino se produjeron durante la séptima edición del Festival Internacional de Cine que se celebra hasta el miércoles en Panamá.En el certamen, se proyecta la película “120 pulsaciones por minuto” (2017), del francés Robin Campillo.
En la cinta, Pérez Biscayart interpreta a Sean, un joven homosexual con VIH que militaba en una asociación que en los años 1990 luchaba para que la sociedad dejara de ignorar la epidemia. Su papel le valió este año el César francés como actor revelación, mientras que la película se llevó el Gran Premio del Festival de Cannes.
“El nivel de violencia, prejuicio y de condena social que existe hacia las minorías, hacia los migrantes o las clases más pobres es atroz, me cuesta pensar que las cosas han cambiado”, insistió Pérez Biscayart.
El actor considera que los derechos de los homosexuales se respetan en un “reducto muy pequeño”, mientras que siguen discriminados en la mayor parte del mundo, en gran parte porque la religión “lamentablemente no une sino separa y genera odio y división”.
Sin embargo, reconoció que cada vez hay más personajes homosexuales y la discriminación que sufre la comunidad LGTBI es tratada con mayor frecuencia en la gran pantalla. “Eso es espectacular y en ese sentido sí veo una evolución importantísima” porque “crear empatía y ponerse en el lugar del otro puede crear un cambio de paradigma o de cuestionamiento político”, afirmó. “El cine puede ayudar, aunque no tengo el pensamiento pretencioso de que con el cine vamos a cambiar el mundo, pero sí creo que puede ayudar“, concluyó.
La actriz chilena transgénero Daniela Vega fue la encargada de abrir el festival panameño con su película “Una mujer fantástica“.
Fuente Cáscara Amarga
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