`The best day of my life´ : Por la conquista de los derechos. Seis historias de superación en el World Pride de Madrid
Fernando González Molina dirige este emocionante documento sobre cómo se vive la diversidad sexual a través del relato de varios protagonistas de distintas partes del mundo que se encuentran en el World Pride de Madrid.
Algunos de sus protagonistas residen en países donde la homosexualidad es ilegal y en Madrid pudieron por primera vez vivir en libertad la celebración del Orgullo.
Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, asistió en el cine Callao City Lights al preestreno de The best day of my life, el primer documental del director Fernando González Molina, que narra la historia de lucha y superación de seis personas LGTB que convergen en Madrid durante la celebración del World Pride el pasado año. Junto a ella y el director, estuvieron el cantante y compositor Antonio Orozco y los protagonistas de la cinta.
Un documental no se rige por los mismos códigos que una película de ficción, eso eso lo sabemos todas porque nos pasamos la vida delante de los docurealities de DKiss. Por eso mismo, porque narrativamente es un lenguaje diferente The Best Day Of My Life, te va a encantar.
Producido por SundanceTV y EL PAÍS, con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, cuenta en 90 minutos la historia de seis personas de distintos países, -España, Rusia, Uganda y Francia-, que en circunstancias difíciles se atreven a vivir lo que son con orgullo, alegría y compromiso en un escenario con un único protagonista: Madrid, sede de la celebración del WorldPride 2017. Algunos de ellos residen en países donde la homosexualidad es ilegal y en Madrid pudieron por primera vez vivir en libertad la celebración del Orgullo.
Con la excusa del encuentro entre seis personas pertenecientes al colectivo LGTBI+ de diferentes puntos del globo terráqueo en el World Pride Madrid 2017, The Best Day of My Life narra la historia de Nick y Max, pareja homosexual rusa, obligada a hacerse pasar por primos para poder vivir su amor con libertad. De Ruth Muganzi, ugandesa, lesbiana y activista que se juega la libertad cada día en su país, ya que el gobierno ugandés promulgó una ley criminalizando a las minorías sexuales gracias a la cual el reconocimiento público de su lesbianismo puede suponerle hasta siete años de prisión. De Timo, saltador de trampolín parisino, sordo de nacimiento, que participó en los Juegos del Orgullo durante la celebración madrileña y demuestra cada día que es capaz de superar cualquier obstáculo. Y también dos historias nacionales: Abril Zamora, actor y dramaturgo, que inicia la transición de género. Junto a él, Geena, almeriense, actriz transexual que ya ha completado todas las etapas de su reasignación de sexo.
Ruth. Salir del armario en Uganda es jugártela de verdad.
Aunque The Best Day Of My Life se centra, con buen tino, en la historia de la transición de Geena y Abril, es muy de resaltar los casos de Nicolai y Max y de Ruth. Si ser homosexual o lesbiana en España y Francia es peliagudo pero, a no ser que vivas en un pueblo de las montañas como Villacantajos del Manillar, no tienes tampoco demasiados problemas, vivir tu homosexualidad es complicado en países como Rusia donde eres perseguida por ir de la mano con alguien de tu mismo sexo. Y ya no digamos Uganda, donde por ser lesbiana u homosexual corres un serio peligro de muerte. La historia de la ugandesa Ruth es la de muchísimos hombres y muchísimas mujeres de África que, homosexuales, son víctimas de multitud de crímenes por lo que se ven obligados a vivir ocultos y con miedo.
Tras la cámara, Fernando González Molina, uno de los directores españoles con más éxito de taquilla, ya que con cada una de sus cuatro primeras películas ha logrado superar el millón de espectadores en salas de cine. Fuga de cerebros –Premio del Público en el Festival de Málaga-, Tres metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti, Palmeras en la nieve –una de las diez películas españolas más taquilleras de la historia- y El guardián invisible, llevan su firma.
Es de destacar también el relato de Timothy, el chico francés sordo; donde, curiosamente, hace más hincapié en su frustración como persona con discapacidad que como homosexual. Dado que su ser gay está muy aceptado y normalizado en su entorno, lo que le causaba realmente tristeza y depresión era precisamente el no poder comunicarse como los demás. Sus movimientos de manos cuando habla la lengua de signos, acompañados por sus suaves murmullos, susurros y respiraciones, son de lo mejor del documental.
En definitiva, The best day of my life es y debe ser para todos los públicos, un notable largometraje con una buena e inteligente administración de los momentos emocionantes, mezclado con un estupendo sentido de lo que es la militancia y que todo el mundo debería ver.
Fuente Cáscara Amarga/EstoyBailando
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