Luces y sombras.
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
Toda biografía humana y la historia están tejidas entre luces y sombras.
1. LUCES Y SOMBRAS.
o San Pablo evoca las situación de ceguera en la que hemos nacido y, en ocasiones, hemos podido vivir o vivimos: “en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz … caminad como hijos de la luz”.
o El relato de la curación del ciego de nacimiento sirve a San Juan para presentar a Cristo como Luz: YO SOY LA LUZ.
El cp 8 es el relato en el que quieren apedrear a aquella mujer en el atrio del Templo. YO NO TE CONDENO, es la actitud de Jesús. Y ese capítulo termina mostrando a Jesús saliendo de estampida del templo porque estaban “cogiendo piedras para tirárselas a Él”; las piedras se vuelven contra Jesús. (Jn 8,59).
El cp 9 de Juan relata la curación en el Templo del ciego de nacimiento. El Templo ni es luz, ni salva. Yo soy la luz del mundo.
2. SITUACIONES DE CEGUERA.
El ciego de nacimiento -como otros personajes en el evangelio de Juan – son exponentes de la situación del pueblo y también de cada uno de nosotros.
Aquel hombre nació en un contexto, en un pueblo y en una cultura de ceguera, en una situación cultural y religiosa de oscuridad y tinieblas. Ni tan siquiera conoció la luz.
Jesús ve al que no ve, a los que no vemos e ilumina nuestra existencia.
¿No será también nuestro caso?
Probablemente hemos nacido en un contexto de ceguera:
o Quizás personalmente vivimos a oscuras: vivimos lejos de la luz…
o Curiosamente en la Europa del “Siglo de las luces, de la Ilustración”, estamos a oscuras.
o Los criterios y esquemas de vida en los que vivimos, tampoco es que iluminen mucho la vida, sobre todo en lo que hace referencia a las grandes cuestiones de la vida.
o Tal vez estamos en tinieblas culturales anunciada por Nietzsche. Dios ha muerto y estamos condenados a vagar errantes por la noche existencia.
o Por otra parte: ¡Qué diferencia hay entre la mirada de Jesús y la mirada de los eclesiásticos! Cuando Jesús nos mira, como al ciego, nos ilumina, nos quiere, nos perdona , nos rehabilita, nos hace ser personas, SOY YO, somos personas como Cristo. Cuando nos miran los eclesiásticos: “nos han pillado”, nos juzgan, nos condenan. Jesús nos ve, Él es la luz, nos ve en nuestras situaciones y las ilumina, no las condena.
o En el texto de hoy se repite muchas veces la expresión: nacer: (vv 1.2.19.20.32.34). Nacemos ciegos. De un modo gráfico: el “ordenador de esta sociedad” por defecto produce ciegos. El encuentro con Cristo, ilumina nuestras vidas y nuestras noches y nos hace renacer, como Nicodemo.
3. YO SOY LA LUZ DEL MUNDO.
o Ante la situación de tinieblas, Jesús se presenta como la luz: YO SOY LA LUZ del mundo.
o Necesitamos ver para vivir. Ver el sentido, el horizonte de la existencia; ver cómo encauzar nuestra vida en las diversas etapas y situaciones; ver las opciones que hemos de tomar: vocación religiosa, matrimonial, estudios, etc. ¡Señor que vea, pedía al Señor aquel ciego del evangelio!
o Podemos preguntarnos ¿qué luz ilumina nuestras vidas? ¿Dónde tratamos de encontrar la luz?
o No estaría de más que revisáramos qué medios de comunicación leemos, en manos de qué fuentes de información ponemos nuestro pensamiento. Las tertulias radiofónicas, de las infinitas páginas de Internet se han convertido en el Sinaí del siglo XXI. Parece que Internet es el Oráculo de Delfos o de Yahvé
o Estaría bien iluminar nuestros días con unos minutos de lectura o de silencio: la Biblia, algún libro que diga realmente algo, quizás nos acercaríamos a la luz de Cristo, ¿Cristo es nuestra luz?
o Bueno es trabajar por hacer un poco de luz: en nosotros mismos, en nuestra familia, en la cultura: ikastolas, colegios, universidad, en la vida socio-política, en la misma Iglesia. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día.
4. V 6 JESÚS ESCUPIÓ EN TIERRA, HIZO BARRO CON LA SALIVA, LE UNTÓ LOS OJOS AL CIEGO. (¡ERA SÁBADO!, V 13)
o Es evidente que el barro material en modo alguno mejora la vista, más bien la empeorará.
o Una de las claves para leer el evangelio de San Juan es que está escrito teniendo como plantilla o telón de fondo, el AT. El Génesis comienza diciendo que “en el principio existía el caos”, San Juan comienza su evangelio diciendo: “En el principio existía la Palabra y la palabra era LUZ y VIDA”.
o Ante el ciego Jesús repite los símbolos de la creación: toma barro y le infunde algo muy íntimo suyo, su energía, su espíritu, simbolizado en la saliva y surge de sus manos un nuevo ser humano. estamos ante una nueva creación, es una nueva vida. Cristo crea una nueva humanidad. Isaías 64,7 oraba diciendo: “Señor, tú eres nuestro padre, nosotros somos barro y tú el alfarero: somos obra de tu mano”.
o Un detalle que no pasa desapercibido es que Jesús, una vez más, cura en sábado, lo cual estaba perfectamente prohibido por la ley, (¿pecado mortal?). Suena fuerte, pero la mirada de Jesús se dirige a la debilidad y necesidad del ser humano, no se queda en el Código de Derecho Canónico.
o Hagamos luz en la vida también en sábado, incluso cuando discrepemos o nos encontremos con personas que discrepan con la ley, o viven en tensión con la jerarquía. Se nos está olvidando, se quiere olvidar, que muchas veces hay encuentros “a lo “Nicodemo”, estilos de celebraciones, conversaciones con “personas fronterizas”, que distan mucho de la rigidez y superortodoxia legal. A veces da la impresión de que el mundo eclesiástico es como Iberdrola, que solamente da luz al que la paga legalmente: ley; al que no “paga” le corta la corriente… Gracias a Dios las cosas no son así, porque Dios hace salir el sol para todos, incluidos -sobre todo- los que vivimos en noches oscuras. Que no se nos olvide lo que es la tolerancia, el respeto, la ayuda, dar un consejo, ayudar a encontrar el camino o una salida. ¿Dónde está y cómo hacer llegar la luz al mundo de los divorciados, los alejados y decepcionados por lo eclesiástico, de los enfermos, de los depresivos?
JN 9,34 LE EXPULSARON DEL TEMPLO
o El que había sido ciego es ahora el único que ve y lo echan. Extrañamente al que ve, le expulsan del sistema eclesiástico del templo. Es la ironía de Juan.
o Es triste cuando se oye que a H. Küng le expulsaron, al Padre J. Masiá le expulsaron, a José Mª Diez Alegría, a Gustavo Gutiérrez y la Teología de la Liberación los expulsaron, al Padre Dupuis le expulsaron, a Pagola lo quiso expulsar el sector más reaccionario de la Iglesia, a los profesores de los seminarios se les expulsa y tantos otros. Los templos y los sistemas religiosos pueden terminar siendo cotos cerrados, feudos, cortijos donde no interesa la luz.
Gracias a Dios estamos en otro momento eclesial, en el del obispo de Roma: Francisco, no se ha expulsado a nadie. Durante el tiempo que Francisco es papa no se ha juzgado a ningún teólogo.
Por cierto que habría que tener un poco más de luz, “tener luces en la vida” para acercarse con alguna delicadeza y finura cultural y espiritual a líneas de pensamiento y movimientos culturales. Es una brutalidad decir que en el feminismo ha entrado el diablo. En el feminismo como en todo movimiento humano habrá -hay- personas sensatas y de buena voluntad, quizás haya también radicalismos, pero no es hacer luz emitir una condena y demonizar una corriente de pensamiento.
SER Y ESTAR CON CRISTO.
Jesús acoge al ex-ciego cuando lo echan del Templo.
Todo el Evangelio de Juan es un continuo “Yo soy”: la luz, el pan de vida, el agua de vida, el buen pastor, el camino, la verdad, yo soy rey, etc.
San Juan compone así su evangelio porque eclesiásticamente las cosas habían ido muy mal. Cuando lo eclesiástico, el Templo, expulsa, condena, excomulga, nos hace bien y es inmensamente consolador SER CON CRISTO, como el que había sido ciego: SOY YO.
¿Me encuentro en el Templo o lejos o fuera, en las periferias de los humildes: Francisco?
VV 8. ¿NO ES ÉSTE EL QUE SE SENTABA PARA MENDIGAR? V 9. UNOS DECÍAN: «ES ÉL». «NO, DECÍAN OTROS, PERO SE LE PARECE.» PERO ÉL DECÍA: «SOY YO.»
o El hombre, ciego hasta ahora, mendigaba. Era un personaje marginal. El encuentro con Cristo rehabilita para la vida. Vuelve a ser una persona en la convivencia.
o “Los del Templo” piensan que todo lo que sale de sus parámetros ya “no es de Dios”, no puede venir de Dios. Un hombre que cura en sábado no es de Dios. Aquel hombre que había recuperado la vista, no podía ser el mismo. Pues sí, era “el mismo”, y gracias a Jesús no era “lo mismo”, ahora veía.
o SOY YO. Todo el que se acerca al “Yo soy” (Cristo), termina siendo: “soy yo”, es decir, participa del mismo ser, de la misma vida de Cristo. El que se acerca a Cristo, termina siendo como Él, Yo soy.
o Vivir desde Cristo supone ver y supone dignidad en la vida
En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz … caminad como hijos de la luz”. Despiértate tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz. (Efesios 5, 8.14).
Lc 18,41 SEÑOR, QUE VEA.
En la curación del ciego de Jericó, Jesús se acerca a aquel hombre y le dice: ¿Qué puedo hacer por ti? El ciego le pide: Señor, que vea.
También nosotros podemos pedirle al Señor: que veamos en la vida. En medio de los problemas, de las crisis y noches de la vida: Señor que veamos.
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