Crescenzio Sepe, Francisco y Francesco Mangiacapra,
Miles de páginas de chat e imágenes explícitas: el dossier del prostituto que hace temblar a los sacerdotes
Primero, la Curia de Massa Carrara, ahora la de Nápoles. El uso del dinero de los fieles para sus lujos y encuentros homosexuales. Y la “caza” en las redes sociales que afecta a decenas de sacerdotes
“Son pecados, no delitos“, puntualiza el denunciante
El arzobispo de Nápoles, Crescenzio Sepe, ha remitido al Vaticano un informe que detalla las presuntas prácticas homosexuales de decenas de sacerdotes de todo el país, que participaban en orgías o recurrían a la prostitución.
En un comunicado, la archidiócesis napolitana explica que recibió el informe el pasado 28 de febrero de manos del autor, Francesco Mangiacapra, un joven gigoló que se ha encargado de recopilar información y de transmitirla a las autoridades eclesiásticas.
Lo ha hecho aportando gran cantidad de material integrado en el documento, de 1.233 páginas y en el que incluye imágenes explícitas, copias de conversaciones con sacerdotes en aplicaciones de internet o documentación de los religiosos acusados, entre otros puntos.
Sepe asegura en la nota que “aquellos que se han equivocado deben pagar y deben ser ayudados a arrepentirse del mal causado”.
“El cardenal Crescenzio Sepe ha tomado nota del documento, con conversaciones, y, dado que implica a distintas diócesis, ha decidido transmitirlo a las autoridades eclesiásticas competentes del Vaticano para que tomen las medidas que consideren necesarias”, indica el texto.
El propio Mangiacapra señala en el mismo comunicado que en el dossier figuran 34 sacerdotes y 6 seminaristas y que durante su investigación no ha tenido conocimiento de casos de pederastia o conductas delictivas: “Son pecados, no delitos”, puntualiza.
A la izquierda: Francesco Mangiacapra. A la derecha, Luca Morini, llamado “don euro”, llevado a juicio
El escándalo fue descubierto por el portal de noticias LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) ‘Gaynews.it‘, que detalló algunas de las prácticas en las que numerosos sacerdotes habrían incurrido, como orgías, contactos gais mediante aplicaciones móviles o exhibicionismo con cámaras por internet.
Aseguran que hay un coadjutor de la basílica de San Juan de Letrán en Roma que deambula por la ciudad en coche oficial prometiendo trabajo a los hombres y pagando a chicos de compañía o curas que organizan orgías o se emborrachan en las discotecas.
“El comportamiento de los eclesiásticos que indico es, en muchos casos, fruto de la impunidad a la que los propios dirigentes de la Iglesia les han acostumbrado: esa injusta tolerancia que alimenta la idea de poder continuar separando lo que se hace de lo que se dice, típico de una doble moral esquizofrénica”, manifiesta Mangiacapra al portal.
Y surge la pregunta… ¿Lo hace solo por publicidad? ¿Para su carrera como escort que ha tenido varios encuentros sexuales con personas religiosas?, ¿para el libro Il numero uno – Confessioni di una marchettaro, publicado hace meses? Puede ser. Más concretamente, el “marchettaro”(prostituto) Francesco Mangiacapra es el hombre que, paradójicamente, está sacando a la luz el comportamiento depredador y desenfrenado de los prelados que tienen hambre de sexo. Denunciando la inmoralidad de una Curia que clama por la moral, por la defensa de la familia “natural” y denunciando la “vergüenza” de las prácticas homosexuales. Personas cuyo poder tiene un gran peso dentro de la Iglesia.
“Recemos un poco … quise decir cuando pueda … Venga, hagamos un tres, ¿quieres?”
El escort ya había provocado el escándalo de Don Luca Morini, denominado “Don Euro” por su costumbre de vivir una buena vida en hoteles de lujo y restaurantes que pagaba con el dinero ofrecido por los fieles, y los encuentros sexuales con los jóvenes a los que él prometió un trabajo a cambio. Mangiacapra, que conoce bien el ambiente de los encuentros homosexuales, había informado primero sobre el comportamiento de Don Morini a la Curia de Massa y luego a los periódicos. Hasta la apertura de la investigación sobre el comportamiento de “don Euro”, ahora diferido a juicio. Mangiacapra no se detiene allí. Se preparó un nuevo expediente con más de mil copias de la charla (especialmente en Grindr, utilizado para los encuentros sexuales entre homosexuales, sino también Telegram, WhatsApp y Facebook) y 50 nombres de sacerdotes involucrados en prácticas sexuales muy alejadas de la moral predicada por la Iglesia. Francesco Mangiacapra hace que sea una presunta venganza personal: la prostitución toma su dignidad personal, dice, y se va a obtener de nuevo por la denuncia de los sacerdotes que predican la castidad, obligados a no tener esposa o familia por reglas de la iglesia, y luego bajando del púlpito son capturados en el chat y en orgías homosexuales.
En el dossier presentado a la atención de la Curia de Nápoles, leemos intercambios como este: “Recemos un poco … quise decir cuando pueda … Venga, hagamos un tres, ¿quieres?”. El interlocutor responde: “¿Vienes a mi país? ¿Dov sc…?”. Y el religioso explica: “Tenemos una estructura privada, una ermita en el bosque”. En otro pasaje leemos: “¿Bajo el hábito estás desnudo?”. En otro, el prelado en el chat le dice a su compañero: “Si te gusta, me gustaría tenerte todo un día como un esclavo, atado y a mis órdenes”. Un escándalo que no se detiene, como veremos y leeremos todavía…
Fuente Agencias, vía Religión Digital/Notizie.tiscali.it
General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
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