Un metropolita de la Iglesia Ortodoxa Rusa asegura poder “curar” la homosexualidad
Y su ilustrísima reverendísima lo dice vestidita con su camisita y su canesú…. ¡Tendrá valor! ¿No será que llevamos dos mil años traicionando esa verdad del Evangelio?
Un líder de esta religión argumentó que ellos solo admiten las relaciones entre hombre y mujer.
El obispo “cuenta con experiencia” en conversión
De nuevo la Iglesia Ortodoxa de Rusa causó polémica cuando uno de sus líderes aseguró que tenía el “poder de curar” a personas de la comunidad LGBT.
El obispo dijo que a través de la terapia de conversión era posible que las personas con otro tipo de preferencias sexuales se harían heterosexuales.
Fue un obispo de la diócesis de Moscú, metropolitano Hilarión Hilarion de Volokolamsk, argumentó que basado en su experiencia tenía la posibilidad de erradicar la homosexualidad en una persona.
“Personas que tienen orientación homosexual muestran que en muchos casos una persona puede deshacerse por completo o construir su vida para que no le impida ser un hombre de familia”, dijo el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Además, el director del Departamento de Relaciones Externas de la Iglesia del patriarcado de Moscú Hilarion de Volokolamsk dijo que “contaba con experiencia” en curar personas.
Desde bisexuales, homosexuales y lesbianas; de acuerdo con el obispo ya había tenido la posibilidad de convertirlos en heterosexuales.
“Reconociendo la homosexualidad como un pecado, estamos totalmente en desacuerdo con que las relaciones homosexuales se igualen con la relación natural entre un hombre y una mujer”, dijo el integrante de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras. “Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir como en el caso que anunciábamos hace unos días, de las clínicas clandestinas que estarían aplicando terapias de conversión y violaciones correctivas en Ecuador…
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente Chueca.com/Cristianos Gays
Comentarios recientes