Agresión homófoba en Logroño. Los autores serán juzgados por delito de odio.
A pesar de que se había anunciado un juicio rápido por un delito leve, finalmente se realizará un procedimiento ordinario por delito de odio que podría conllevar penas de cárcel.
La Asociación Marea ArcoÍris denuncia que en La Rioja se produce al menos una agresión física al mes por homofobia.
Nueva agresión homófoba en Logroño. Ocurrió ayer jueves, alrededor de las once de la noche, cuando la víctima jugaba con su perro en la calle. Dos individuos se burlaron de sus gestos y su forma de hablar, tras lo cual le agarraron del cuello y le lanzaron varias patadas.
Según el parte de lesiones, que el colectivo riojano Marea Arcoíris ha difundido en su cuenta de Twitter, el joven presentaba laceraciones en la cara lateral del cuello, además de hematomas visibles en la mano y en el glúteo derechos.
Aunque en un principio se había anunciado que ya se había identificado a los dos agresores y que se celebraría un juicio rápido por un delito leve, al final se han imputado los delitos de agresión y de delito odio, por lo que se iniciará un procedimiento ordinario que podría conllevar penas de cárcel.
Recibimos la noticia de una agresión homófoba en Logroño, entre humillaciones y vejaciones le han agarrado del cuello y pegado patadas. Ya hay parte de lesiones y se interpondrá denuncia. pic.twitter.com/O00vTK18rf
— Marea Arcoíris Rioja (@ArcoirisRioja) 22 de febrero de 2018
Marea Arcoíris: “al menos una agresión al mes”
Aunque La Rioja es una de las comunidades autónomas en las que menos agresiones por LGTBfobia se denuncian (el Ministerio del Interior no contabilizó ningún caso en sus registros de denuncias por delitos de odio ni en 2015 ni en 2016, los dos últimos ejercicios de los que ha hecho públicas las cifras), ello no quiere decir que no se produzcan. Existe una contrastada divergencia, de hecho, entre los registros oficiales y los que hacen públicos los diversos observatorios vinculados a colectivos en aquellas comunidades en las que existen. No es de extrañar: las entidades LGTB se están convertido en los espacios de referencia para denunciar este tipo de agresiones. Espacios seguros donde dar una atención integral a las víctimas y contrarrestar los peligros de la “normalización” o “trivialización” de las agresiones por parte de las víctimas, lo cual supone uno de los grandes obstáculos para conocer su verdadera frecuencia (junto al miedo a posibles represalias o la desconfianza en los cuerpos policiales y el sistema judicial).
“Por desgracia no es un caso aislado”, explican desde Marea Arcoíris al diario digital Rioja2. “Al menos una vez al mes recibimos en la Marea Arcoíris a una persona que ha sufrido una agresión física, la situación es realmente preocupante. También es cierto que cada vez se da más la cara, antes muchas agresiones no se denunciaban por miedo a salir del armario”, añaden.
Fuente | Rioja2, vía Dosmanzanas
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