La Universidad de Navarra propone “debatir” si la homosexualidad tiene cura
Un cuestionario (que no examen) del curso de Antropología del grado de Diseño de la Universidad de Navarra pregunta a los alumnos si creen que las “terapias homosexuales” deberían prohibirse o financiarse con dinero público.
Los alumnos de Antropología del primer curso del grado de Diseño de la Universidad de Navarra aún no se han recuperado del susto. Hace unos días les repartieron un cuestionario con 10 preguntas (la mayoría de respuesta Sí o No) en los que se planteaban cosas como la ecología sexual (¿?), el tiempo que hace que no se escucha el término “adulterio”… o si la homosexualidad se puede curar.
“Hay un buen número de personas que afirman haber corregido su tendencia homosexual. ¿Crees que los poderes públicos deberían prohibirlo mediante algún tipo de ley? ¿Y financiar el tratamiento con idea de conseguirlo?” Preguntaba el test que solo daba como opción de respuesta un Sí o un No. A pesar de eso desde la Escuela de Arquitectura aseguran que la intención del profesor era crear “un debate abierto“.
Qué debate cabe sobre una práctica (la de las “terapias de conversión”) rechazada por toda la comunidad científica porque LA HOMOSEXUALIDAD NO SE CURA, LA HOMOFOBIA SÍ
Pero había otra pregunta, la número 8, que tampoco era nada homófoba ni nada. Atención:
¿Qué significado darías al hecho de que los humanos posean sus órganos genitales de tal modo que el acto sexual se realice cara a cara y el resto de animales lo realicen por la espalda?
Desde la Universidad pidieron disculpas por un formulario mal planteado: “Un profesor ha querido plantear un debate abierto y desde el respeto; para ello ha formulado por escrito una serie de cuestiones, no un examen, con el objetivo de que los alumnos reflexionaran” explica la UN en un comunicado en el que añaden que “el profesor reconoce que se ha confundido en el planteamiento, pide disculpas, e insiste en que no ha querido ofender a nadie.” Les faltó decir que el profesor tiene muchos amigos gais y son bellísimas personas.
A pesar de las disculpas, es igual de ofensivo que crean que la “curación” de la homosexualidad puede ser un “debate”. No se debaten mentiras. Los hechos son los que son y no son debatibles.
Desde la plataforma 28J, de la que forman parte entidades como Kattalingorri, Sare o la Comisión Ciudadana Antisida, han criticado el cuestionario (que no examen) y lo han considerado claramente homófobo. Laura Berro, concejala del Ayuntamiento de Pamplona, además de creer que el cuestionario atenta contra la libertad sexual cree que algunas de las preguntas son “antifeminista“.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras. “Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente | Noticias de Navarra, vía EstoyBailando/Cristianos Gays
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