Oposición al matrimonio igualitario da el triunfo en la primera vuelta al candidato evangélico Gerardo Fabricio Alvarado Muñoz en las elecciones de Costa Rica
Las elecciones de Costa Rica tendrán una segunda vuelta después de que el candidato evangélico, Fabrico Alvarado, diera la vuelta a las encuestas al postularse radicalmente en contra de la legalización del matrimonio igualitario tal y como pide la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Los costarricenses tenían una cita ante las urnas este domingo, 4 de febrero, en la que debían escoger entre 13 aspirantes, pasando los más votados a una segunda vuelta que tendrá lugar el 1 de abril, si es que ninguno consigue alcanzar el 40 % de los votos. Todo podría indicar que el debate electoral giraba en torno a la deuda y el déficit, que habrían superado cualquier marca registrada previamente en el país centroamericano, así como alrededor de la corrupción, pero después de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el pasado 9 de enero, los aspirantes han centrando su discurso en la posibilidad de legalizar el matrimonio igualitario, lo que ha desbaratado las encuestas previas, favoreciendo al más contrario a esta medida.
Periodista, cantante evangelista y candidato del Partido Restauración Nacional, Gerardo Fabricio Alvarado Muñoz opta por una postura radicalmente contraria a la legalización de las bodas entre personas del mismo sexo, lo que le ha llevado de pasar del 3 % en intención de voto en diciembre al 17 % en enero. «No estamos dispuestos a impulsar una agenda LGBTI», declara el candidato, que ha llegado a amenazar con sacar a su país de la Convención Interamericana de Derechos Humanos. «Costa Rica busca alguien que defienda los principios y valores, que se plante ante quien quiere pisotear la familia. Si necesito plantarme ante la Corte Interamericana lo haré», aseguraba en el último debate entre candidatos este jueves, 1 de febrero.
La postura radical de Alvarado asusta a los inversionistas que apoyan a Antonio Álvarez Desanti, abogado, empresario y candidato de Liberación Nacional, quien ha propuesto una «norma fiscal» para limitar la capacidad de endeudamiento y extender el impuesto a las ventas de bienes, que no están cubiertos por la actual legislación, que cuenta con los suficientes apoyos para pasar a una segunda vuelta. Muy igualado está también Juan Diego Castro, abogado, exministro de Seguridad y candidato del Partido Integración Nacional, quien apuesta por una guerra contra la corrupción después de que saliera a la luz un escándalo en torno a la importación de cemento chino.
«Hay una gran nebulosa e incertidumbre de la opinión pública», confirma Luis Haug, gerente general de CID Gallup Latinoamérica, explicando que ningún candidato aparece con un amplio margen sobre los demás como para poder convertirse en presidente en una primera vuelta, quedando todo en manos de los indecisos, que representan más del 20 % del electorado según la encuesta de Opinión Pública. Para Rotsay Rosales, politólogo y catedrático en la Universidad de Costa Rica, la indecisión y la ausencia de postulación hacia un candidato u otro se debe al desencanto de la población con la crisis económica y la corrupción, «si a eso se suman candidaturas poco carismáticas y poco convincentes, todo confluye en la indecisión del electorado y el posible abstencionismo», asegura Rosales, convencido de que habrá una segunda vuelta, ascendiendo los indecisos a un 36,5 % según la encuesta del Centro de Investigación de Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica ocupan un 36,5 %.
Fuente BBC, vía Universogay
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