En el caso de los mayores de edad se mejoró el proceso para cambiar el nombre y sexo legal. Los niños, niñas y adolescentes si bien fueron incorporados en la norma, por falta de quórum no se reguló el mecanismo para la rectificación de su partida de nacimiento.
La Cámara de Diputados aprobó hoy en general por 68 votos a favor y 35 en contra el Proyecto de Ley de Identidad de Género, despachándolo al Senado para su tercer trámite constitucional, avance que fue valorado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), aún cuando calificó a la jornada como “agridulce y contradictoria para los derechos de niños, niñas y adolescentes”.
En efecto, a durante la votación en particular se rechazó por 68 votos contra 28 y 7 abstenciones un artículo que sólo permitía el cambio de nombre y sexo legal a los mayores de 18 años, incorporándose así a niños, niñas y adolescentes.
Sin embargo, y por falta de quórum, también fue rechazado el artículo que define los pasos que deben seguir los menores de 18 años para rectificar su partida de nacimiento.
En otras palabras, los niños, niñas y adolescentes fueron incorporados en la ley, pero, en el peor de los escenarios, quedaron en tierra de nadie. O, si se quiere ver desde una mirada optimista, pasaron a ser regulados de la misma manera que los mayores de 18 años, es decir, permitiéndoles cambiar su nombre y sexo legal con un trámite simple en el Registro Civil y con su sola voluntad. Tal ambigüedad, que vuelve agridulce la jornada de hoy, deberá resolverla una Comisión Mixta.
Como indicó la vocera de Gobierno, Paula Narváez, “es posible interpretar que tal como quedo aprobado el proyecto de ley, toda persona independiente de su edad puede acceder a un procedimiento administrativo para el cambio de sexo registral (…) hoy no vamos a dar juicio taxativo porque sigue en proceso, en el trámite que siguen los señores parlamentarios observarán que pueden considerarse ciertas diferencias entre artículos que lleven a interpretaciones distintas y por eso entiendo que haya confusión en esto”.
Con todo, el Movilh resaltó que “hoy avanzamos un poco más en dignidad y se acerca la plena igualdad de derechos para el sector social más discriminado de la diversidad sexual y de género, como es la población trans”.
El dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, añadió que “este es un día especial y lo dedicamos a todas las personas trans que han sido atropelladas en sus familias, discriminadas en sus escuelas; vulneradas en sus trabajos y hasta agredidas y asesinadas en la vía pública. A estas víctimas del odio recordamos hoy y a las sobrevivientes les decimos que vendrán tiempos mejores”. “Reconocer la identidad de género, es reconocer derecho a una familia, al trabajo, a la educación, a salud, a una mejor calidad de vida”, apuntó Jiménez.
El Movilh calificó además “al 23 de enero como un día especial para la diversidad sexual y de género: se cumplen 3 años del fallecimiento de Pedro Lemebel, “Una Mujer Fantástica” es nominada a los Premios Oscar como mejor película extranjera y dimos un nuevo paso a favor de los derechos trans”.
El proyecto de ley
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La iniciativa aprobada por la Cámara de Diputados afirma que el “derecho a la identidad de género consiste en la facultad de toda persona cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral, de solicitar la rectificación de éstos (…) Se entenderá por identidad de género la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no con el sexo y nombre verificados en el acta de inscripción del nacimiento”.
Luego se establece que la “expresión de género”, el “libre desarrollo de la persona”, y el “ser reconocida e identificada conforme a su identidad” son “garantías” de la ley, al igual que la prohibición de exigir readecuaciones corporales para el ejercicio de algún derecho.
Al mismo tiempo se definen como principios del derecho a la identidad de género a “la no patologización”, a la “no discriminación arbitraria”, a la “confidencialidad”, a la “dignidad en el trato”, al “interés superior del niño” y a la “autonomía progresiva”.
Junto con prohibirse toda discriminación basada en la identidad de género o la expresión de género, así como la negación en el acceso a la salud, se modifica la Ley Zamudio. Esto, para agregar a la “expresión de género” como nueva categoría protegida de tal norma.
En el marco de ello, las personas mayores de 18 años sin vínculo matrimonial podrán solicitar su cambio de nombre y sexo legal una sola vez en cualquier oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación, el cual deberá resolver siempre a favor en un plazo de 45 días. Los casados y casadas podrán efectuar el trámite en tribunales de familia
Los menores de 18 años, en cambio, si bien quedaron incorporados, no se sabe a que proceso deberán acogerse para rectificar su partida de nacimiento, pues el artículo que regulaba ello fue rechazado.
Diputado Mirosevic
La aprobación del proyecto de ley estuvo cruzada esta jornada por expresiones de odio de grupos evangélicos que junto con interrumpir con gritos en reiteradas ocasiones la sesión, se manifestaron afuera y al interior del Congreso Nacional con varios carteles donde acusaban que la identidad de de género era una ideología y que el proyecto de ley vulnera el derecho de los padres o madres a educar a sus hijos e hijas.
Tantos fueron los disturbios provocados en Sala, que debieron ser desalojados.
Por otro lado, y en plena sesión, el diputado Vlado Mirosevic tuvo la gentileza y generosidad de ceder su espacio y del Partido Liberal para leer el siguiente discurso del Movilh:
“Una década exacta ha pasado desde la presentación en este Congreso Nacional del primer proyecto de Ley de Identidad de Género, una iniciativa a la que siguieron otras con un objetivo compartido: mejorar la calidad de la vida de un sector históricamente incomprendido y discriminado.
Estamos en presencia de un debate maduro, de largo aliento, donde el Poder Judicial ha ido experimentando elogiables transformaciones, pues acepta el cambio de nombre y sexo legal de los mayores de 18 años y permite incluso que niños, niñas y adolescentes también accedan a este derecho con exigencias similares a las del proyecto que hoy se discute. El resultado salta a la vista: en 2006 sólo siete personas modificaron su nombre y sexo legal, mientras que en 2017 más de 65 lo hicieron.
Pese a todo, los jueces y juezas son consciente de que este proceso es engorroso y por ello respaldan que mayores de 18 años lo efectúen en el Registro Civil y los niños, niñas y adolescentes en tribunales de familia.
En tanto, el Gobierno de la presidenta Bachelet junto con impulsar el proyecto que hoy se discute, lo ha cambiado y mejorado radicalmente a través de indicaciones pues en su versión original mantenía judicializado el trámite para todos los casos, sin cambios de relevancia a la situación actual.
La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara ha hecho lo suyo, pues a través de sus parlamentarios y de otros diputados mejoró en otros muchos aspectos la iniciativa, desarrollando en poco tiempo una gran labor.
Es tiempo ahora de que la Sala de la Cámara de Diputados abra la puerta a la dignidad y derechos de las personas trans.
Estimados diputados y diputadas, las lesbianas, gays y bisexuales, y muchos otros sectores discriminados, vivimos en un paraíso si nos comparamos con la población trans.
Negar u obstaculizar el derecho a ser identificados como somos o nos sentimos es una violación a los derechos humanos y así lo ha establecido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para la cual es especialmente deleznable esta situación cuando afecta a niños y niñas trans, quienes experimentan un círculo vicioso de exclusiones y discriminación que provoca traumas y los marca para toda la vida.
Que te llamen y traten con un nombre y sexo que no identifica es lo que provoca disforia. La disforia no es sinónimo de transexualidad. La disforia es un verdadero trastorno sociocultural del cual la sociedad debe curarse. Ello pasa por educarse, derribar mitos y prejuicios y por empatizar, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Una niñez feliz es un futuro prometedor. Los invitamos a regalar esta posibilidad a través del poder que les otorga su cargo de elección popular.
Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, (Movilh)”
Fuente MOVILH
General, Historia LGTBI
Cámara de Diputados, Chile, MOVILH, Paula Narváez, Pedro Lemebel, Proyecto de Ley de Identidad de Género, Rolando Jiménez, Vlado Mirosevic
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