Se celebra en Túnez la primera edición del Festival de Cine Queer Mawjoudin
A lo largo de cuatro días se celebra en Túnez la primera edición del Festival de Cine Queer Mawjoudin, con el objetivo de transmitir que las personas homosexuales, bisexuales y transexuales también existen en el país a pesar de la persecución a la que están sometidas.
Doce cortometrajes y mediometrajes producidos en Túnez y otros países de Oriente Medio y África del Norte se exhiben en el Festival de Cine Queer Mawjoudin, inaugurado este lunes, 15 de enero, en el que es el primer festival de cine que celebra la comunidad LGBT en Túnez. Organizado por una asociación no gubernamental que defiende los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, Mawjoudin, que significa «nosotros existimos», las proyecciones se extienden a lo largo de cuatro días, no eniendo espacio suficiente para todos los asistentes a sus primeras sesiones.
«A través de este festival, nos gustaría dar un espacio a las personas homosexuales en general para escapar un poco de la presión social, y también para identificarnos con algo, encontrar un medio para expresarnos (…). Estamos tratando de luchar no solo en los tribunales, sino a través del arte», declara Senda Ben Jebara, miembro de esta asociación fundada en 2014. Las películas proyectadas «hablan de sexualidad, identidad y afiliación de género», explica Ben Jebara, con el objetivo de transmitir que «somos diferentes pero existimos y las diferencias son bienvenidas».
Una de las consecuencias de la primavera árabe en Túnez, denominada la Intifada de Sidi Bouzid o la revolución de los jazmines, fue el surgimiento de activistas y asociaciones que luchaban contra la contaminación y la tortura, por los derechos de las mujeres y también por los del colectivo LGBT, aunque su posición sigue siendo precaria en una sociedad musulmana y conservadora. El artículo 230 del código penal de Túnez incluye una pena de hasta tres años de cárcel para las personas homosexuales, que son regularmente perseguidas, detenidas y llevadas a juicio. Precisamente un cineasta era detenido en abril del año pasado por su orientación sexual. Asimismo, la primera emisora de radio centrada en el colectivo LGBT del mundo árabe, puesta en marcha hace apenas un mes por Shams con el objetivo de defender «la dignidad y la igualdad», se enfrenta ahora a un procedimiento legal cuyo propósito no es otro que el de su clausura.
La hostilidad contra los ciudadanos LGTB tunecinos
La persecución social y de Estado hacia los hombres homosexuales y bisexuales tunecinos es incesante. Las detenciones por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, son constantes y las condenas a prisión habituales, lo que ha sido calificado por la asociación Shams como una auténtica “cacería”.
Los defensores de los derechos LGTB —que luchan por la derogación del artículo 230 del Código Penal, que castiga las relaciones homosexuales con penas de hasta 3 años de prisión— sufren constantes agresiones, hasta el punto de que algunos de ellos han tenido que exiliarse ante las repetidas amenazas de muerte.
Los activistas luchan por la derogación del artículo 230 del Código Penal de Túnez, que castiga las relaciones homosexuales con hasta tres años de prisión. Una legislación que se ha aplicado también a mujeres transexuales.
Fuente Universogay/Cristianos Gays
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