Un luchador, Mike Parrow, sale del armario y admite que llegó a recurir a las terapias de conversión
Mike Parrow (Dcha fotografía) y su pareja Instagram – Foto: Uso permitido
El luchador de Orlando, Mike Parrow, sale del armario como homosexual en una entrevista en la que revela que incluso llegó a recurrir a las terapias de conversión proque no aceptaba su orientación sexual, estando actualmente centrado en ayudar a los jóvenes a aceptar su homosexualidad.
A sus 34 años de edad, Mike Parrow, jugador profesional residente en Orlando, Florida, sale del armario como homosexual a través de una entrevista en la que también ha revelado que llegó a acceder a las terapias de conversión con la intención de «curar» su homosexualidad. «Siempre he sabido que soy gay. Eso nunca fue una pregunta en mi mente. Pero creciendo, fui a una escuela católica toda mi vida. Mi madre es una profesora de catequesis los domingos», explica el luchador que, con sus 136kilos de peso repartidos en 1,95 metros de altura, crece en una comunidad católica de un pequeño municipio de Nueva York.
«Vengo de un pequeño pueblo de norte de Nueva York. No tenía una floreciente comunidad gay. La única exhibición que vi de cualquier muestra de cultura gay era extremadamente afectada y era lo que había en la televisión. No soy como Jack de Will & Grace, así que no soy gay», explica Parrow, quien al no verse reconocido en modelos de homosexuales que encajen con su manera de ser, decide mantener su orientación sexual en secreto durante años, concentrándose en lo que considera son «cosas masculinas», como jugar al futbol, aunque no sólo como refugio, sino porque «esas eran las cosas por las que gravitaba, movidas competitivas», explica. Tras un periodo intentando relacionarse afectiva y sexualmente con mujeres, siente que las está engañando, que está siendo «un poco mezquino», al terminar sus relaciones alegando que no eran lo suficiente bonitas y cosas por el estilo.
Cuando decide mudarse a Florida para enfocarse en la lucha, piensa que va a poder cambiar las cosas y explorar su sexualidad, pero las cosas no salen como tenía planeado al ser rechazado debido a que le consideran un «caso de armario», lo que dificulta las relaciones, como por el rechazo hacia su aspecto físico. «Aprendí que la comunidad gay te puede avergonzar mucho, o cual es realmente extraño, pero sucede», asegura en la entrevista, lo que le lleva de vuelta al armario en lugar de ayudarle a salir, polo que decide centrarse en la lucha y su carrera. Pero a pesar del éxito profesional, siempre está el temor de que alguien averigue algo sobre su vida personal, temiendo que pudiera llevar al fin de sus trayectoria profesional.
Una situación que le lleva a caer en una depresión, llegando a tener pensamientos suicidas e incluso probando las terapias de conversión. Una experiencia que califica de «una broma absoluta. Algo hilarante. Basicamente ellos se limitaban a decir ‘vamos a prepararte citas con chicas y eso es lo que te va a gustar’», lo que, obviamente no funciona y le conduce a requerir los servicios de un psiquiatra, quien les explica que no le pasa nada malo, simplemente que está deprimido porque no aceptaba su homosexualidad. Finalmente encuentra a una persona que, tras una gran lucha, consigue entenderle y apoyarle, ayudándole a revelar su orientación sexual tanto a sus familiares como a sus colegas, con quien actualmente está felizmente comprometido.
Actualmente está comprometido en ayudar a que los jóvenes acepten su homosexualidad y salgan del armario. En sus combates luce el número 49 en honor a las víctimas de la matanza del club Pulse, un suceso que le marca emocionalmente porque perdió a muchos de los amigos que le estaban ayudando a salir del armario, particularmente una amiga que le hablaba de lo difícil que es cuando eres un niño, «decirle a tus amigos que eres gay, porque en realidad no hay modelos para los deportistas jóvenes y homosexuales, porque todo lo que ves en televisión es un estereotipo», animándole a hablar públicamente de su orientación sexual con lo que podría contribuir a ayudar a un adolescente con los mismos problemas que el mismo había conseguido superar. «Es por eso que uso el 49. Para honrarlos y ser yo mismo. Para recordarme que necesitas decírselo a la gente. Deben entender que no todos son iguales, que todos tienen un viaje que necesitas seguir adelante», concluye Parrow en su emotiva entrevista.
Fuente Universogay
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