La brevedad del adviento
Del blog del Monasterio de las Monjas Trinitarias de Suesa:
La brevedad del Adviento, porque a esta tercera semana la liturgia le ha birlado una semanita, así que andamos en la celebraciones con el día natural. O sea, que hoy no es miércoles de la tercera semana de adviento sino 20 de diciembre.
No pasa nada si no lo entiendes, son cosillas de la liturgia, esa señora que a veces se pone misteriosa, otras se oculta, algunas es repelente pero, la mayor parte de las ocasiones, si la atiendes, te facilita la vida.
Este año, en un pis pas, nos plantamos en Navidad. Esto es bonito porque estamos deseando hacer real ese HOY del Nacimiento de Cristo. Y será un HOY que dure ocho días porque, para festivos y amigos de la sana jarana los cristianos, que para eso las fiestas grandes nos duran un montón de días.
Es bueno, sí, que este adviento sea más breve por lo que digo, porque en seguida estaremos reconociendo lo impensable, lo increible, lo inefable, que Dios se ha hecho hombre. Pero también es bueno que el adviento dure menos porque así, me parece a mí, que soy muy profana en estos asuntos, el consumismo se pasa primero. Aunque, ¡ay, infeliz de mí!, ahora recuerdo haber visto la decoración navideña de mi ciudad encendida antes siquiera de que el adviento asomara por la calle.
Pues ya no sé si es bonito y bueno que tengamos una semana menos de adviento, pero… como no queda más remedio y de cristianos es, no resignarse, que eso es de absurdos, sino asumir y aprovechar la vida como viene, vamos a darle más madera al corazón para que queme más, para que haya mayor llama, para que nos ardan las entrañas deseando celebrar conscientemente esta fiesta.
El sentido común nos lo dice, cuando hace frío hay que ir a una fuente de calor. Celebrar cristianamente la Navidad (¿se puede celebrar de otra manera lo real de la NA-ti-VIDAD?) no es fácil, no se lleva, y no es cómodo, pero… si fuese fácil, rápido y cómodo no sería navidad, sería una sopa instantánea.
Y yo prefiero la elaboración, incluso en la brevedad del adviento.
Busca una fuente de calor en estos días previos a la Navidad, un espacio, una persona que te ayude a dirigir tu mirada a lo verdaderamente importante.
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