Una activista trans es tiroteada y arrojada a un montón de basura en un parque en Puerto España (Trinidad y Tobago)
Sasha Alister Patterson, una activista trans de 28 años, ha sido asesinada a tiros y abandonada en el parque Nelson Mandela de Puerto España, capital de la república caribeña de Trinidad y Tobago. Con la muerte de Patterson, las víctimas por violencia en el archipiélago trinitario en los últimos días alcanzan la veintena. El activista Jason Jones ha explicado que “cuando presenté mi caso por primera vez, hice algunos cursos de capacitación sobre el VIH con personas de la comunidad. Sasha estaba tratando de desarrollar programas para la comunidad trans en Trinidad y Tobago. Ella fue una persona clave en la difusión de mensajes de sexo seguro”. El colectivo LGTB en este país es víctima de una fuerte represión por parte de las autoridades y de la propia sociedad. De hecho, no existen leyes que protejan el reconocimiento de la libre identidad de género y las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales, con penas que pueden alcanzar los 25 años.
Aunque la policía detenía a dos hombres tras el asesinato en Puerto España de la activista Sasha Alister Patterson, todavía no se ha confirmado su supuesta relación o responsabilidad en los hechos. Según la versión de los agentes, la joven de 28 años (natural de Tobago) estaba en el parque Nelson Mandela cuando unos hombres se le acercaron y le dispararon varias veces. Posteriormente, la arrojaron a una pila de basura y la abandonaron (desconocemos si en ese momento Patterson seguía con vida).
En declaraciones a medios locales (que, por otra parte, no respetan su auténtica identidad femenina), vecinos del entorno en el que se produjo el crimen han asegurado que “escucharon varias explosiones fuertes”. También “observaron un vehículo de motor Suzuki a toda velocidad”. Pocos más datos se han hecho públicos sobre este lamentable y trágico suceso. En cualquier caso, el asesinato de Patterson ha golpeado al activismo LGTB de Trinidad y Tobago. La joven era una activista por los derechos de las personas trans y estaba implicada en la prevención del VIH.
Colin Robinson, presidente de Coalition Advocacy for Inclusion of Sexual Orientation, ha responsabilizado a los “horribles” reportajes de los medios y los comentarios de las redes sociales sobre el asesinato de Patterson por agregar más violencia hacia la comunidad. Anderson Bridgelal, un activista LGTB con el que compartió su lucha la víctima, añade que Patterson “fue mucho más valiente de lo que me atrevo a aventurar”.
En la misma línea, el activista Jason Jones también ha expresado su lamento por la pérdida de Sasha Alister Patterson: “es una gran pérdida. Era una persona genuinamente encantadora, lo siento profundamente por toda la comunidad”. Jones vive en el exilio, pero tendrá que viajar a Trinidad y Tobago el próximo año para seguir enfrentándose a las leyes LGTBfóbicas del país en los tribunales. Respecto a este punto, está financiando los costes, los viajes y las demandas a través del ‘crowdfunding’. No obstante, ya ha recibido más de 50 amenazas de muerte (que no puede tomarse a la ligera, después del asesinato de su mejor amigo frente a su casa).
Jones dice que se encuentra “muy asustado” tras el asesinato de Patterson: “tanto como hablar sobre los riesgos y las dificultades en un país donde somos criminalizados”. Y añade que “esto ha marcado un tono oscuro a medida que entramos en el caso en enero, lo que hace que mi seguridad sea aún más un problema”.
El mismo activista denuncia que en los viajes que realiza a Trinidad y Tobago carece protección y debido a la persecución y violencia que está padeciendo la comunidad LGTB, ni siquiera se reunirá con sus amigos por temor a ponerlos en el punto de mira de extremistas LGTBfóbicos: “no quiero ser un objetivo que los ponga en riesgo”.
Fuente Dosmanzanas
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