Culpan a centro escolar de no atajar el acoso homofóbico sufrido por un adolescente que termina suicidándose
A pesar de que estaban alertados de que era víctima de acoso homofóbico y de que habría incluso llegado a agredirse a sí mismo, un centro de enseñanza secundaria fracasa en prevenir el suicidio de un adolescente de San Diego: Germán Aramburo-Guzmán.
En agosto de este mismo año, Germán Aramburo-Guzmán, de 14 años de edad, ingresa en el King-Chávez Community High School de San Diego, donde rápidamente se convierte en víctima de acoso homofóbico. En un intento de evitar que las cosas vayan a peor decide no decir nada en casa ni señalar posteriormente a la persona o personas que muestran su hostilidad hacia él. Pero ante el incremento y la creciente intensidad de las agresiones, su madre decide hablar con un consejero escolar el 9 de noviembre. A pesar de que establecen una próxima cita con Germán para tratar de encauzar la situación, el adolescente no soporta más y se suicida una semana después, el 16 de noviembre. Ahora, su familia reclama al centro de enseñanza que no haya actuado con la suficiente rapidez como para para evitar el trágico final.
«Tenía un gran corazón. Siempre estaba riendo y bromeando. Estamos destrozados», declara Katrina Guzmán, tía de Germán, explicando que el acoso fue verbal, «a través de Snapchat, Facebook, Instagram, y una aplicación de mensajería anónima. Se burlaban de él con insultos homofóbicos. Los críos se reían de él, de su apariencia, de la manera que actuaba», asegurando que ni siquiera era gay. Asimismo, confirma que el consejero escolar le dijo a la madre de German que le buscarían un asesor, pero se fue de esa reunión «sin respuesta sobre cómo iban a abordar el acoso». Una semana después, ese mismo consejero se pone en contacto con la madre para una nueva reunión en relación a un incidente que había tenido lugar, pero sin dar muchos detalles. Posteriormente sabrían que Germán se había agredido a sí mismo horas antes de terminar definitivamente con su vida, por lo que consideran que su muerte se podría haber evitado.
«Aunque los detalles son obviamente información privada y confidencial, en la King-Chavez Community High School se han realizado y se siguen realizando intervenciones y comunicaciones múltiples desde que recibimos información sobre el estudiante. Esto incluye la intervención de la administración, personal sanitario psicológico tres veces a la semana y la ayuda de la organización San Diego Police PERT (un equipo de respuestas psiquiátricas de emergencia). Estamos preocupados sobre el cyber-bullying y las apps de redes sociales anónimas que protegen la identidad de sus usuarios. en estos tiempos de redes sociales avanzadas tecnológicamente, continuamos redefiniendo nuestras políticas y pedagogías de cara al personal y estudiantes con respecto al uso de la tecnología y el acoso», asegura los responsables del centro de enseñanza secundaria en una declaración.
En los últimos meses hemos sido testigos de cómo las víctimas del acoso escolar y la homofobia no necesitan siquiera ser gays o lesbianas, como le sucede a Germán y Tyrone Unsworth, que se quitaban la vida, pero como también les sucede a la niña de San Roca o a Gabriel Fernández, agredida la primera y asesinado el segundo por su manera de hablar y actuar, sin ser probablemente conscientes de su orientación sexual. Una lacra que se extiende también a los adultos, como les sucedía a Gabriel Chabo o Elliott Harvey, agredidos por parecer demasiado gays, o a Karar Noshi, quien llegaba a ser asesinado por el mismo motivo. Personajes más populares, como Cristiano Ronaldo o Emmanuel Macron, también han tenido que soportar la homofobia, aunque quizás el testimonio más significativo era el de Arnold Schwarzenegger, agredido por su propio padre al considerarle homosexual.
Fuente Universogay
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