El lugar de la cita.
Del blog de Henri Nouwen:
“Este es un buen consejo: ‘conócete a tí mismo‘. Pero conocerse no significa analizarse. A veces queremos conocernos como si fuéramos máquinas que pueden desmontarse y volver a montarse a voluntad. En determinados momentos críticos de nuestras vidas, ésto puede ayudarnos a explorar en detalle los acontecimientos que nos llevaron a una crisis, pero erramos si creemos que podemos llegar a entendernos totalmente y explicar el entero significado de nuestras vidas a los demás.
La soledad, el silencio y la oración son frecuentemente el mejor camino hacia la comprensión de uno mismo. Y no porque nos ofrezcan soluciones a la complejidad de nuestras vidas sino porque nos ponen en contacto con nuestro centro sagrado, donde mora Dios. Dicho centro sagrado no admite ser analizado. Es el lugar de la adoración, de la acción de gracias y de la alabanza.”
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Henri Nouwen
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El silencio. Ya. Hay santos que hablan del silencio y de su grandiosidad.
Pero a mi cuanto me cuesta estar en silencio.
Cuando estoy con la gente, cuando rezo. Oh el silencio. Ni siquiera se estar en silencio durante unos instantes de Adoración. No lo se hacer.
La racionalidad me distrae. Observo, miro mi entorno y pierdo el silencio.