Domingo XXVII, fiesta del Buen Remedio. 8 octubre, 2017
“Por último, les mandó a su hijo diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo.”
¡Felicidades a todas las personas con corazón trinitario! Sí, hoy tenemos tres motivos para estar de fiesta. En primer lugar porque es domingo y el domingo es la fiesta de las fiestas. Es la Pascua revivida semana tras semana. Celebramos que Jesús ha resucitado. Murió por nosotras y Vive para darnos Vida.
En segundo lugar, hoy es la fiesta del Buen Remedio, la Familia Trinitaria celebramos esta fiesta de María, la mujer bendita y sencilla de Nazareth. Y la reconocemos como un Buen Remedio para los males y dolencias de nuestra humanidad. Nos fijamos en ella y queremos aprender de su vida y de su canto. ¡Gracias María por ser compañera de camino! Y en este día nos acordamos especialmente de nuestros hermanos y hermanas perseguidas por su fe en Jesús. A cada uno de ellos los ponemos en tus manos para que tú se los presentes al Padre.
En tercer lugar, celebramos la Buena Noticia de un Dios inmensamente paciente, capaz de enviarnos a su hijo. Es decir, capaz de enviarnos lo más valioso que tiene. Y no nos lo envía cuando somos buenos, sino aun sabiendo que no sabremos ni acogerlo ni respetarlo.
La Bueno Noticia, lo veíamos también la semana pasada, es que Dios no se da por vencido. A pesar de la cizaña, la semilla de la humanidad es buena y Él sabe que al final, todo saldrá bien. La luz vencerá la oscuridad.
Oración
Gracias, Trinidad Santa, por tu eterna confianza. Por renovarla cada mañana, muy a pesar de nuestras guerras, envidias, codicias y larga lista de debilidades. Gracias porque nos recuerdas que nuestra verdadera esencia no es todo eso. Gracias por esa semilla divina que puede crecer y desarrollarse precisamente, en el estiércol de nuestra condición humana.
*
Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa
***
Comentarios recientes