Pedro Almodóvar: “Quiero rodar en la iglesia de San Antón”
Pedro Almodóvar, protagonista de una exposición fotográfica de bodegón exhibida en la Fresh Gallery
El director destina los beneficios de la venta de sus fotografías a la fundación del padre Ángel
El pasado miércoles 20 de septiembre, el cineasta Pedro Almodóvar presentaba a las 19h en La Fresh Gallery de Madrid su exposición “Bodegones Almodóvar”, un conjunto inédito de fotografías de bodegones, realizado en el interior de su propia casa. Moderna, espontánea y comunicativa, “Bodegones Almodóvar” logra sacar a la luz las emociones de la vida de detrás; lo que hace Pedro cuando no hace películas. La muestra tiene, además, un claro carácter solidario, ya que Almodóvar ha decidido donar a la organización del padre Ángel, Mensajeros de la Paz, los beneficios de cada venta.
La Fresh Gallery de Madrid inaugura ‘Bodegones Almodóvar’, una exposición con setenta fotografíasrealizadas por el cineasta manchego Pedro Almodóvar en su propia casa y que suponen una vuelta de tuerca al tradicional bodegón español. La serie de bodegones, definido por el artista como un proyecto “muy autobiográfico” y que se puede visitar desde el pasado 21 de septiembre, tiene fines benéficos.
Cuenta su autor que todo comenzó de forma espontánea, un día cualquiera de la Semana Santa, como una forma de combatir el aburrimiento. “Cogí un vaso de cristal, puse dentro una flor y le hice una foto, y el tedio cedió ante una inesperada emoción“, asegura el propio Almodóvar.
La casa del conocido director de cine, epicentro del universo almodovariano, fue el escenario elegido por este para dar rienda suelta a su innato talento para el costumbrismo. Estaba en mi cocina, admiré la luz que entraba por la ventana y la sólida y oscura carpintería de madera, la textura de la pintura al temple de la pared y el corian blanco de la encimera como si fuera la primera vez que los veía. Paralizado, fascinado. Y la ansiedad que me corroe en esas fechas dio paso a un auténtico frenesí doméstico“, explica Almodóvar.
Las fotografías, tomadas entre los meses de abril y julio, suponen una especie de autobiografía en la que Almodóvar se desnuda, a través de la mirada y la exposición de los muchos objetos cotidianos con los que convive, “incluyendo algunos cuadros que dialogaban en perfecta sintonía con flores, frutas y verduras“. Cuadros de artistas conocidos, vasijas, figuritas o frutas. “Pensé en Antonio López y sus amigos pintores del hiperrealismo madrileño de los años 50 y durante los meses siguientes me dediqué con la misma urgencia del primer día a probar objetos, frutas, floreros sobre la encimera de la cocina“, explica. Escogió la cocina porque para él es un lugar muy íntimo, donde considera que uno no puede mentir.
Sin obsesionarse con el aspecto técnico, Almodóvar comenta que para tomar esas imágenes no utilizó nunca trípode. “Actuaba a salto de mata y con verdadero desenfreno. No sé si este frenesí era debido a la inspiración o a mi innata ansiedad“, apostilla. En realidad, las imágenes muestran multitud de objetos que Almodóvar ha ido adquiriendo a lo largo del tiempo. Muchos de ellos han atravesado el plano general en varias de las películas del cineasta manchego, considerado un autor de historias de mujeres.
Cabe señalar que cada una de las fotografías tiene un precio que oscila entre los 1.000 y 1.500 euros, y que todo lo recaudado irá a parar a la Fundación Mensajeros de la Paz, fundada y presidida por el padre Ángel. La muestra, que fue inaugurada por su protagonista, amigos y conocidos en un evento de carácter privado celebrado el pasado 20 de septiembre, estará abierta al público hasta el próximo 26 de octubre.
El padre Ángel, fundador de Mensajeros, estuvo presente en el acto de inauguración, mostrando al director de cine su cariño y la admiración por sus propuestas artísticas. Pedro Almodóvar, por su parte, declaró haber visitado la iglesia de San Antón (dirigida por el sacerdote asturiano, se encuentra en pleno barrio de Chueca) y haber disfrutado con su estética poliédrica pero, sobre todo, con su manera de acoger sin discriminación.
“Quiero rodar en San Antón“, sentenció el artista, explicando a los presentes que la iglesia del padre Ángel permanece abierta 24 horas para acoger a personas que se encuentran sin techo, sin familia y sin los más básicos recursos.
Por último, Almodóvar confesó que tiene pendiente visitar uno de los comedores sociales de la Fundación Mensajeros de la Paz, el de Villaverde Alto, para conocerlo y solidarizarse con las familias que atraviesan difíciles situaciones de precariedad.
Fuente Dosmanzanas/Mensajeros de la Paz, vía Religión Digital
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