Agreden a una pareja tras contar que son homosexuales
Al grito de “para el coche que me los cargo” comienza la agresión homofóbica sufrida por una pareja gay cuando regresan a Valencia, tras disfrutar de la boda de una amiga celebrada en Ribarroja del Turia.
Víctimas y agresor se habían conocido en una boda y regresaban juntos en el coche del último, donde tras contar que son homosexuales, fueron insultados y golpeados ante la pasividad del cuarto acompañante. “Para el coche que me los cargo”. Esta amenaza fue la precursora de una agresión homófoba a una pareja tras contar que eran homosexuales. Los hechos se produjeron el fin de semana pasado después de la boda de unos amigos comunes –evento donde se conocieron- cuando los cuatro regresaban a Valencia después de la celebración.
José y su pareja acuden el viernes pasado, 25 de agosto, a la boda de una amiga en Ribarroja del Turia. Al no disponer de medio de transporte, cuando llega la hora de regresar a su domicilio, en Valencia, la pareja pregunta si alguien tiene sitio en su vehículo a otros invitados. Unos amigos del novio se ofrecen desinteresadamente a llevarles hasta el barrio de Torrefiel. Antes de llegar al punto acordado, tras revelar que son pareja, el pasajero que viaja como copiloto entra en cólera, instando al conductor a detener el vehículo e iniciando una agresión que comienza girándose hacia atrás y dándole a uno de los miembros de la pareja un puñetazo en la cabeza.
Según detalla José, uno de los agredidos, en la denuncia presentada, en un momento del trayecto las víctimas decidieron contar que eran pareja después de que los otros dos propusieran “irse de putas” y la respuesta del agresor, que iba de copiloto, fue contundente: “para el coche que me los cargo”. “Que una vez en el interior del coche, estaban llevando una conversación amena, hasta que el copiloto (…) les manifestó que iban a buscar unas putas, negándose ambos denunciantes, ya que solo querían llegar a casa, y les alegaron (…) que ellos eran pareja y que en todo caso sería un puto, todo al parecer como una broma”, declara la pareja agredida en la denuncia interpuesta a la tarde siguiente, tras descansar y pasar por un centro sanitario que pudiese evaluar los daños físicos de una agresión que les pilló desprevenidos al considerar que se encontraban en un entorno libre de homofobia, al que habían sido invitados.
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Denuncia agresión homofóbica en Valencia – Foto: Uso permitido
José cuenta que les llamaron “putos maricones” y “come pollas asquerosos de mierda” y que acto seguido, pararon el coche y el copiloto sacó a su novio y le propinó varios puñetazos y bofetones mientras seguía profiriendo insultos. Una vez detenido el vehículo, a la altura de Paterna, el copiloto no duda en bajarse y continua pegándoles “puñetazos” y “bofetadas” mientras les grita “putos maricones” y “comepollas asquerosos de mierda”. Una vez fuera del coche la pareja huye del lugar.
Presas del miedo, José y su novio huyeron corriendo del lugar y, tras darse cuenta de que se habían dejado efectos personales como uno de sus móviles, llamaron a la novia –la chica que se había casado- para contarle lo que les había pasado, que tras “no dar crédito” a lo que le contaban “se puso muy nerviosa”, llamó al agresor y al testigo pasivo, que regresaron al lugar de los hechos y volvieron a golpearles, amenazarles e insultarles.. Después, les devolvieron el móvil que habían dejado en el coche.
El vehículo regresa una tercera vez, en esta ocasión el copiloto permanece dentro del coche y es el conductor –que no golpeó ni insultó pero siempre permaneció impasible ante lo que estaba presenciando- el que baja para pedir perdón por lo sucedido y se ofrece a volver para recogerles y llevarles a su domicilio una vez haya llevado a los demás ocupantes a su destino, pero la pareja rechazó el ofrecimiento al considerar que el conductor es tan responsable de la situación al no sólo no hacer nada por impedir la agresión, sino por contribuir a ella al acceder a las indicaciones de su agresor. Volvieron a casa en taxi y al día siguiente acudieron al centro de salud para obtener un parte de lesiones que adjuntar a la denuncia por agresión.
El agresor y el conductor –que no golpeó ni insultó pero siempre permaneció impasible ante lo que estaba presenciando- volvieron al lugar de los hechos y el conductor les pidió perdón y les ofreció llevarles a casa
Era la primera vez que les pasaba algo así, cuenta José, que reconoce que esta situación les ha dejado en shock y les ha instalado el miedo en el cuerpo: “No habíamos sufrido nunca una situación similar, ni conocíamos ningún caso parecido en nuestro entorno (…). Estás de fiesta, de celebración, pasándolo bien, divirtiéndote, y de repente te pasa algo así, que no esperas, y te encuentras abandonado en mitad de una carretera y sólo piensas en salir corriendo”, declara una de las víctimas, quienes no han querido desvelar su identidad para no alarmar a sus familiares, a quienes no les han contado lo sucedido. Colaborador habitual de la Confederación Española Lgbt, Colegas, José ha querido hacer pública su agresión con el objetivo que no vuelva a producirse una situación similar.
Al ser su agresor un invitado a la misma boda, la policía considera que su localización será sencilla y que todo se resolverá “por la vía rápida“, lo que no impide que el miedo se les haya instalado en el cuerpo tras pasar el estado de shock. Hicieron pública su denuncia a través de shangay.com pero viven con miedo e impotencia por la sensación de indefensión que tienen: “Lo reconozco, vivo con miedo. El otro día, en un centro comercial, quise volver a la oficina por el temor a encontrarme con la persona que nos pegó. Vivimos con ansiedad y tomando diazepam, porque cuesta hasta conciliar el sueño“, lamenta José. Ahora sólo confían en que se haga justicia: “Nos insultaron, nos agredieron, nos amenazaron de muerte, y no quiero que nadie tenga que volver a pasar por algo así. Crees que estas cosas no pasan pero sí, existen”.
Fuente Agencias, vía Cáscara amarga/Universogay
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