“Reflexión teológica tras los sucesos de Barcelona.”, por Juan José Tamayo.
Apreciadas amigas, apreciados amigos: Como secretario de la Asociación Juan XXIII les envío una declaración de actualidad, que espero sea de su interés
1º La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII desea expresar la más enérgica condena de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils, que han costado la vida a 14 personas, herido a ciento veintiséis personas, pertenecientes a treinta y cinco nacionalidades, sembrado el terror en la ciudadanía, sumido en el dolor a numerosas familias, conmocionado al mundo entero por su irracionalidad e inhumanidad y generado la repulsa de la comunidad internacional.
2º El atentando de Barcelona ha sucedido en La Rambla, lugar de encuentro intercultural, interétnico, interlingüístico y, según Federico García Lorca, “la calle más alegre del mundo, donde juntas viven las cuatro estaciones… rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre”. Con él los terroristas han pretendido sembrar el miedo y el terror en un lugar emblemático de con-vivencia. Creemos que la mejor respuesta a la violencia ciega de los terroristas es que La Rambla siga siendo ese lugar donde se encuentran armónica y pacíficamente hombres y mujeres de todas las edades, ideologías, pueblos, culturas y religiones.
3º Afirmamos que el odio, la intolerancia, el fanatismo y la violencia, si bien en no pocas ocasiones han sido fomentados por las religiones y practicadas por organizaciones que dicen actuar en nombre de Dios, no son actitudes auténticamente religiosas, ni pertenecen a su naturaleza; son, más bien, patologías y gravísimas desviaciones de sus principios morales. Por eso queremos desvincular tales comportamientos de cualquier religión y considerarlos actos de violencia ciega y criminal sin justificación religiosa alguna.
4º La ética de las religiones se caracteriza por la lucha por la justicia y el trabajo por la paz a través de la no violencia activa, la libertad inseparable de la igualdad, la solidaridad y la hospitalidad, el pluralismo religioso y cultural y el respeto a la diferencia, que no desemboque en desigualdad. Estos valores fueron vividos ejemplarmente por muchos hombres y mujeres reformadores y dirigentes religiosos.
5º Consideramos urgente un cambio de actitud en las políticas públicas y en los comportamientos cívicos. Es necesario abrir las puertas a las personas inmigrantes, desplazadas y refugiadas que huyen del terrorismo, de regímenes dictatoriales, de la persecución política y religiosa y de la pobreza extrema, frente a la tendencia generalizada a cerrar las fronteras. Hay que crear espacios de diálogo y encuentro frente a la xenofobia y el racismo, fomentar actitudes de hospitalidad y políticas de inclusión social y de integración bidireccional en todos los niveles: educación, vivienda, sanidad, servicios sociales, derechos humanos, reconocimiento del derecho a la diferencia y de la diferencia como derecho y como riqueza de la humanidad.
6º Ante la violencia terrorista no podemos dejarnos vencer por el miedo paralizador, las actitudes xenofóbicas o los deseos de venganza. Hemos de comprometernos en la defensa de la vida, especialmente de quienes la tienen más amenazada, y en el deseo de convivir pacíficamente respetando el pluralismo cultural, étnico, religioso, ideológico y político, con la esperanza de construir un mundo más justo, solidario, sin violencia y sin exclusión. La seguridad es necesaria, pero nunca puede hacerse en detrimento de la libertad y de la igualdad ni a costa del recorte de los derechos humanos.
7º Nos sumamos a la tristeza, el dolor y el duelo de la ciudadanía de Barcelona y Cambrils y de los diferentes países que en los atentados han perdido a sus conciudadanos, y especialmente de las familias afectadas por la pérdida de sus seres más queridos, a quienes queremos expresar nuestra solidaridad. Asimismo, reconocemos y valoramos muy positivamente la generosidad de la ciudadanía que desde el primer momento ha demostrado un comportamiento ejemplar en la atención a las víctimas de los atentados de múltiples formas; comportamiento que debe convertirse en práctica habitual de la convivencia cotidiana.
Juan José Tamayo
Atrio
Madrid, 19 de agosto de 2017
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