El cardenal Marx asegura que la Iglesia debe ser pionera en la defensa de los derechos LGTB
En una entrevista concedida al periódico ‘Augsberger Algmeine’, el arzobispo de Múnich ha defendido que la legalización del matrimonio igualitario no constituye un ataque contra la Iglesia. Bergoglio calificó el matrimonio homosexual de “movida del demonio”.
De este modo, el arzobispo de Múnich, que también encabeza la conferencia episcopal alemana y forma parte del Consejo de Cardenales del Papa Francisco, ha lamentado que la Iglesia no esté a la vanguardia de la defensa de los derechos LGTBI en Alemania, así como ha asegurado que aquélla debe expresar públicamente su arrepentimiento por no haber actuado en contra de la anterior ley contra la homosexualidad: ‘La Iglesia no ha sido precisamente pionera en cuanto a los derechos de los homosexuales’.
Asimismo, el arzobispo de Múnich ha defendido que la legalización del matrimonio homosexual no constituye un ataque contra la Iglesia. Y es que, de acuerdo con él, se trata de algo perteneciente al ámbito civil; ámbito sobre el que la Iglesia no debe pronunciarse: ‘La posición cristiana es una cosa. Otra cosa es preguntarse si podemos hacer leyes estatales de todos los conceptos morales cristianos. Quien no entienda que lo uno no lleva a lo otro no entiende la esencia de la sociedad moderna’, ha aseverado el cardenal Marx, quien parece sugerir que la Iglesia debe ponerse de perfil ante los constantes ataques de las sociedades modernas ante la ley natural.
El arzobispo de Múnich también ha rechazado la idea, defendida en el Parlamento germano por el partido ‘Alternativa por Alemania’, de que la legalización del matrimonio homosexual podría conducir a la legalización del incesto y del matrimonio entre tres personas: ‘La ley actual es acerca de la apertura del matrimonio a las personas del mismo sexo y no a familiares o a tres o a cuatro personas’.
No es la primera ocasión en que el cardenal Marx defiende estas tesis. Ya el año pasado condenó los esfuerzos de la Iglesia para marginar a los homosexuales: ‘La historia de los homosexuales en nuestras sociedades es mala porque hemos hecho mucho para marginarles. Debemos pedirles perdón’.
En el contexto del Sínodo de la Familia de 2015, el purpurado manifestó la necesidad de que la Iglesia se ‘aggiornase’ en lo referido a los divorciados vueltos a casar y a los homosexuales, ya que para él la continencia sexual no puede tomarse como una solución realista: ‘La recomendación de renunciar al acto sexual en la nueva relación no sólo se presenta como poco realista para para muchos, sino que es cuestionable que aquél pueda ser juzgado de manera independendiente con respecto al contexto vital’.
Lamentablemente, el Papa Francisco no hizo caso a las pretensiones del Cardenal Marx, y se encuentra muy lejos de las tesis de la iglesia alemana. Como arzobispo de Buenos Aires calificó el matrimonio homosexual de “movida del rey de la mentira”, y en la Exhortación Postsinodal Amoris Laetitia (p.251) sentencia:
En el curso del debate sobre la dignidad y la misión de la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los proyectos de equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio, «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia […] Es inaceptable que las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que instituyan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo»
Fuente Augsberger Algmeine
Espiritualidad, General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
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